5.475 km separan Paiporta de Bakú. El abismo que distancia la zona catastrófica de los fastos de la COP29 es el mismo que sienten desde hace años estados insulares de un océano Pacífico que los devora. O países como Chad, ahogado por inundaciones extremas. O Somalia, cuyas sequías están haciendo migrar a miles de personas, bajo la etiqueta de refugiados climáticos. El coste de la catástrofe climática es para todos, pero no afecta a unos igual que a otros.
“Ahora lo estamos sintiendo nosotros”, dice en este capítulo de Tampoco es el fin del mundo Jeremy Rifkin. Este profesor de la Universidad de Pensilvania ya anticipó las consecuencias de un clima más cálido en 1980. “Lo que ustedes han vivido en Valencia lo acabamos de vivir en EE.UU.”. Dos huracanes, cientos de vidas truncadas y un verdadero escenario de guerra tras eventos extremos que, según los primeros análisis, hubieran sido improbables sin cambio climático.
- Un dato. Las pérdidas por la emergencia climática en la UE se han disparado un 162% en la última década. Según Eurostat, en los pasados 43 años, el coste de las catástrofes (muchas, ligadas a la emergencia climática) supera los 738.000 millones de euros.
- Qué es nuevo. Olas de calor e inundaciones extremas ya superan los 20.000 millones de euros de media en pérdidas cada año. 2022 fue nefasto en temperaturas límite. 2023 y 2021, en inundaciones. Eso duplicó las pérdidas. Antes de 2017 no eran tan recurrentes ni costosas.
- Una quinta parte del gasto derivado de esos fenómenos extremos se concentra en la actual década. Cada vez tenemos que gastar más en reponernos de ellos.
Despertar al coste de la emergencia climática, a base de catástrofes y muertes
Lo sufrido por la inusual dana de España ha resonado en la COP29. Su presidente Mukhtar Babayev, ministro de Azerbaiyán –país eminentemente fósil–, aseguraba este martes que “lo visto en Valencia es un claro ejemplo de las consecuencias a las que nos lleva el calentamiento global (…) Vamos camino de la ruina”.
En la misma línea se muestra el activismo clásico que, con perspectiva, no recuerda una sacudida de conciencia igual. “Esta dana, que jamás olvidaremos, tiene que suponer un antes y un después; marcar el punto de inflexión en la comprensión de la emergencia climática que la ciencia lleva advirtiendo años”, ha declarado el doctor en Ecología Pedro Zorrilla, representante de Greenpeace en la delegación internacional de la COP29. El coste (en vidas y económico) de la catástrofe no puede ser lo único que sirva de voz de alarma.
- La factura se disparará en 2024. Paliar la catástrofe por eventos extremos ha pasado de un coste de 11.000 millones de euros de media, el siglo pasado, a más de 20.000, según la EEA. Por ilustrar: sólo lo que pidió el Govern de la Generalitat (unos 31.400 millones) para reponerse de la dana supone más que duplicar la cifra de décadas pasadas. España es el cuarto país de la UE con más pérdidas por meteorología extrema.
- Esto ya ha pasado. Sí, España ha tenido que tirar últimamente del Fondo de Solidaridad europeo para hacer frente a catástrofes relacionadas con el clima extremo. En total 153 millones de euros, de los que la mayoría fueron a reponerse de otra dana, la de 2019 en la Vega Baja del Segura, que supuso un desembolso de 141 millones por parte de la Generalitat Valenciana (56,7 millones del Fondo de Solidaridad). Las inundaciones son el motivo más recurrente para solicitarlo.
“Lo ocurrido en Valencia lo acabamos de vivir nosotros con dos huracanes. No se parece a nada conocido”
Escucha la entrevista completa con Jeremy Rifkin en el capítulo 48 del pódcast Tampoco es el fin del mundo.
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La ciudadanía (española y europea) no tiene problema en gastar más para prevenir
Según la última encuesta del Banco Europeo de Inversiones (realizada antes de la dana), el 89% de las personas consultadas en España defiende que invertir en adaptación al cambio climático puede ayudar a crear empleo e impulsar la economía local. El 88% cree que la adaptación al cambio climático exige invertir ahora para evitar mayores costes en el futuro.
- El dato llamativo. Un 95% cree que debemos gastar más en adaptación al cambio climático. Cuando se pregunta quién debería pagar fundamentalmente los costes, la mayoría piensa que todo el mundo por igual. Y sólo un 12% que las personas o empresas más adineradas.
- Estadísitcas de pérdidas por eventos meteorológicos extremsos, Eurostat, 2024
- Encuesta anual del Clima, BEI, 2024
- Informe de pérdidas por tipo de riesgo de la EEA, 2024
- Mukhtar Babayev, discurso inaugural COP29
- Jeremy Rifkin
- Pedro Zorrilla (Greenpeace)
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