Qué es el Convenio de Estambul y por qué es importante que la UE lo ratifique

Convenio de Estambul en la Unión Europea
Parlamento Europeo | Shutterstock
Tiempo de lectura: 6 min
(*) Actualización 28/06/2023

Seis años después de su firma, la Unión Europea ha ultimado los trámites para la ratificación del Convenio de Estambul después de que el Parlamento Europeo diese luz verde el pasado mayo. El retraso encuentra su explicación en la negativa de algunos Estados miembros a adherirse a esta herramienta jurídica internacional para combatir la violencia contra las mujeres. 

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Sin embargo, en 2021, el Tribunal de Justicia de la UE emitió un dictamen en el que confirmaba que la Unión Europea puede ratificar el Convenio de Estambul sin contar con el acuerdo de todos los Estados miembros, ya que era suficiente una mayoría cualificada. Para el trámite definitivo, el Consejo de Europa requirió la aprobación previa del Europarlamento, que se ha producido esta semana.

https://twitter.com/EP_Justice/status/1656258213086392321

Qué es el Convenio de Estambul

El Convenio de Estambul, o Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, es una herramienta jurídica internacional para luchar contra las violencias que sufren las mujeres por el hecho de ser mujeres. La ciudad turca de Estambul dio nombre a este convenio aprobado en 2011, que fue ratificado por Turquía en 2012. Hasta el momento lo han firmado y ratificado más de 30 países, tal y como consta en la monitorización que realiza el Consejo de Europa. Entre ellos, España (2014), pero también Italia, Grecia, Francia, Alemania, Noruega o Portugal.

El Convenio de Estambul “es el primer texto internacional que define jurídicamente la violencia contra la mujer y establece un amplio marco de medidas jurídicas y políticas” para combatirla. Además, diferencia entre violencias al señalar que la violencia de género puede ser una forma de violencia doméstica (al darse en los hogares), pero considera que va más allá, ampliando el concepto de violencia de género al matrimonio forzado, la violencia sexual, el acoso o la mutilación genital femenina.

Como explica a Newtral.es Inés Arco, investigadora en el Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB), “el Convenio es muy importante, primero, porque introduce una homogeneización legislativa al especificar qué violencias las sufren mayoritariamente las mujeres y, segundo, obliga a que sean penalizadas en todos los Estados”. Arco añade que “es vinculante” y, por tanto, los Estados “tienen la obligación implementar en sus ordenamientos jurídicos delitos específicos para la violencia contra las mujeres”.

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El Convenio de Estambul “se sostiene sobre cuatro pilares básicos”: “Prevención, protección, castigo penal y políticas públicas coordinadas. Es vinculante, por lo que obliga a las partes a llevar a cabo medidas en esta dirección”, apuntaba a Newtral.es Leila Choukroune, investigadora y profesora de Derecho Internacional en la Universidad de Portsmouth (Reino Unido).

Qué Estados miembros no se adhieren a este convenio

Bulgaria, República Checa, Hungría, Letonia, Lituania y Eslovaquia son los seis Estados miembros de la Unión Europea que no han ratificado el Convenio de Estambul. Como explica el propio Parlamento Europeo, que la UE lo ratifique ahora no obliga a estos países a ratificarlo.

Por otra parte, hay otro Estado miembro que sí lo ha ratificado pero que ya ha dado pasos para abandonarlo. Se trata de Polonia, que sigue el camino de Turquía. En 2021, el país que lo había ratificado en 2012 y que dio nombre a este instrumento, se retiró del Convenio de Estambul.

Como explicaba a Newtral.es Leila Choukroune, “la decisión del presidente turco Recep Tayyip Erdogan de que Turquía abandone el Convenio de Estambul envía una señal terrible a otros países que aún no lo han ratificado o que están pensando en hacer lo mismo”. “Es sintomático de cómo se están socavando los derechos de las mujeres y requiere una reacción urgente por parte de Europa”, añadía Choukroune, que consideraba que “si aceptamos que simplemente puede salirse de una convención internacional, se lanza el mensaje de que cualquier ley para proteger a las mujeres se puede derogar”.

En un comunicado, el Gobierno turco aplaudía la postura de Polonia al suponer un rechazo del “intento de la comunidad LGTBI de imponer sus ideas sobre el género en toda la sociedad”.

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Como apuntan las investigadoras Lori Mann y Carmen Miquel en este análisis publicado en Agenda Pública, Turquía se sumaba así a la lista de países que considera que “los conceptos de ‘género’ son una promoción de la homosexualidad y la desaparición de la familia tradicional”.

En esta entrevista a Helena Dalli en Newtral.es, la actual comisaria europea de Igualdad señalaba que la decisión adoptada por Turquía “pone en riesgo a las mujeres”, ya que “una vez desaparecen las obligaciones internacionales, es más probable que no reciban el apoyo y la ayuda que necesitan”. Dalli reconocía que “cualquier declaración sobre abandonar el Convenio de Estambul es preocupante”: “La Unión Europa ha pedido a Turquía que reconsidere su decisión. Los países deberían esforzarse en proteger aún más a las víctimas de violencia de género, especialmente ahora que hemos sido testigos de un aumento de dicha violencia”, concluía. 

Qué implica su ratificación por parte de la UE

La ratificación del Convenio de Estambul por parte de la UE tiene un alcance limitado: es vinculante pero solo en las áreas en las que la UE tiene competencias. Así lo explica a Newtral.es el jurista Saúl Castro: “Una de las cuestiones más relevantes en la lucha contra la violencia de género es que se criminalice, como detallaba el informe de la Comisión Europea de 2015. Sin embargo, la UE no tiene competencias en materia penal. Es decir, que esta ratificación, por ejemplo, no obliga a que ahora Hungría y Bulgaria tipifiquen la violencia contra las mujeres como delito”. 

¿En qué sí tiene competencias la Unión Europea? “Por ejemplo, respecto al mercado del trabajo, asilo o libre circulación de personas. En estos ámbitos sí es vinculante siempre y cuando se aprueben directivas o reglamentos. Es decir, la ratificación del Convenio de Estambul no obliga a los Estados miembros a legislar directamente, pero si se aprueban directivas, en ámbitos en los que la UE tiene competencias, sí que se tendrán que trasponer en los ordenamientos jurídicos de los diferentes países, también de aquellos Estados miembros que no han ratificado el convenio. En el caso de reglamentos de la UE, estos se aplicarían ya directamente”, añade Castro.

*Este artículo ha sido actualizado el 28 de junio de 2023 después de que la UE haya finalizado los trámites para la ratificación del Convenio de Estambul ante el Consejo de Europa

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Fuentes
  • Parlamento Europeo
  • Consejo de Europa
  • Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica
  • Inés Arco, investigadora en el Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB)
  • Sául Castro, jurista especializado en derechos LGTBI a nivel europeo