Argelia
suspendió el miércoles el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cambiase en marzo su postura sobre el Sáhara Occidental, acercando su planteamiento al de Marruecos.
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Te explicamos qué es este tratado, qué supone su suspensión y de donde provienen las tensiones entre España, Argelia y Marruecos.
¿Qué es el Tratado de Amistad entre España y Argelia?
El Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación fue firmado por Argelia y España el 8 de octubre de 2002. Entre otras cuestiones, con este documento ambos países se comprometieron a respetar la legalidad internacional, no intervenir en sus respectivos asuntos internos, abstenerse de recurrir a amenazas o al uso de la fuerza, y respetar los derechos humanos.
Este tratado se enmarca en una estrategia que España puso en marcha en la década de 1990 con los países del Norte de África, explica a Newtral.es Miguel Hernando de Larramendi, catedrático de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Castilla La Mancha. “Se inició una política proactiva para construir una buena vecindad después de que durante la Transición las relaciones entre España y estos países fueran bastante complicadas por el conflicto con el Sáhara Occidental”, concreta el experto. El objetivo principal, en palabras de Hernando de Larramendi, era “despolitizar las relaciones e inaugurar una política de diálogo político y compromiso ético”.
El momento en el que España y Argelia firman su acuerdo -una década más tarde que con Marruecos- “no es casual”, advierte a Newtral.es Eduard Soler, investigador del CIDOB de Oriente Medio y el Norte de África. “El año 2002 estuvo caracterizado por la mala relación entre España y Marruecos”, relata el experto, quien cita el “enconamiento de Aznar con el tema pesquero y la invasión marroquí de la isla de Perejil”. Esto “favorece el acercamiento entre Argelia y el Gobierno español”, resalta Soler. Ese mismo año, además, se construyó el gasoducto directo entre España y Argelia, sin pasar por Marruecos.
¿Qué puede suponer para España que se rompa el acuerdo?
La rotura del Tratado de Amistad por parte de Argelia “es un gesto que expresa malestar”, en palabras de Hernando de Larramendi. “Es un gesto político que interrumpe todavía más el diálogo político”, concreta. Un gesto que se une a la retirada por parte del país norteafricano de su embajador en España que se produjo en marzo de 2022.
Sobre esto, Soler advierte que las consecuencias del deterioro de la relación entre ambos países “ya se estaban produciendo”. Según el investigador del CIDOB, en los últimos años ha habido un “deterioro de la relación política” evidenciada por la “falta comunicación, la retirada de embajadores o la falta cooperación técnica en temas policiales y migratorios”. Ahora, Argelia quiere “hacer visible su enfado y advertir al Gobierno y a la sociedad española”, subraya.
En cuanto a las consecuencias económicas, la Asociación de Bancos y Entidades Financieras (Abef) ha ordenado a las entidades financieras del país congelar las domiciliaciones bancarias en toda operación de comercio exterior de productos con origen y destino en España a partir de este jueves, según ha informado la Agencia EFE.
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha señalado este jueves en Onda Cero que espera que las relaciones comerciales entre empresas y las obligaciones contractuales “sigan funcionando”. “Por ahora la confianza es máxima, nada hace pensar que esto pueda romperse por una decisión del Gobierno argelino”, ha asegurado la ministra.
Argelia es el principal suministrador de gas de España, ya que envía el 29% de los aprovisionamientos, como recoge Enagás. El gas argelino llega a España por medio de dos vías. El gasoducto Medgaz, que desemboca en Almería, trae el gas directamente desde Argelia a través de un tubo de 200 kilómetros y 2.160 metros de profundidad máxima que cruza el Mediterráneo. Pero en la segunda vía, el gas argelino tiene que atravesar Marruecos a través del gasoducto Magreb-Europa hasta llegar a Tarifa, una vía que lleva cortada desde octubre de 2021.
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La posición de la Unión Europea
“Si hay consecuencias económicas lo que se estará incumpliendo es el Acuerdo de Asociación entre Argelia y la Unión Europea, no el Tratado de Amistad”, recuerda Soler. Este documento, que regula las relaciones comerciales con los países del club comunitario, se firmó también en 2002, cuando España ocupaba la presidencia rotatoria de la UE.
De hecho, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha viajado este viernes a Bruselas para tratar la crisis diplomática con Argelia con el vicepresidente de la Comisión y comisario responsable de política comercial de la UE, Valdis Dombrovskis, según han confirmado a RTVE fuentes diplomáticas.
Tras su visita, el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, ha publicado un comunicado en el que afirma que el movimiento de Argelia es «de seria preocupación». La Comisión Europea ha señalado que el movimiento del Gobierno argelino en cuanto a materia económica «parece violar el Acuerdo de Asociación UE-Argelia», lo que «daría lugar a un trato discriminatorio de un Estado miembro de la UE y afectaría negativamente al ejercicio de los derechos de la Unión».
«La política comercial es competencia exclusiva de la Unión, y la UE está dispuesta a hacer frente a cualquier tipo de medida coercitiva aplicada contra un Estado miembro», ha añadido el Alto Representante, quien, sin embargo, ha destacado que el club comunitario «priorizará el diálogo para resolver las controversias».
Por su parte, la misión de Argelia en la UE ha emitido un comunicado en el que asegura que «lamenta la precipitación con la que la Comisión Europea ha reaccionado, sin consulta ni verificación previa con el gobierno argelino, a la suspensión por parte de Argelia de un tratado político bilateral con un socio europeo, en este caso España, sin asegurarse de que esta medida no afecte directa o indirectamente a sus compromisos en el marco del Acuerdo de Asociación Argelia-UE».
En el escrito añade que «la supuesta medida de detener las transacciones actuales con un socio europeo por parte del gobierno, en realidad solo existe en la mente de quienes la reclaman y de quienes se han apresurado a estigmatizarla», y asegura que el presidente argelino «ha hecho saber» a España que «seguirá cumpliendo todos sus compromisos» en lo que respecta a los suministros de gas, aunque matiza que serán «las empresas comerciales afectadas las responsables de cumplir todos los compromisos contractuales».
Tal y como informa el Servicio de Prensa Argelino, el sábado 11 de junio el Ministerio de Asuntos Exteriores del país insistió y calificó las declaraciones que hizo la Unión Europea el día anterior como “precipitadas” e “infundadas”. “La precipitación y la parcialidad de estas declaraciones ponen de manifiesto el carácter inapropiado de su contenido, ya que se refieren a un desacuerdo político con un país europeo de carácter bilateral que no tiene ninguna repercusión en los compromisos de Argelia con la UE y, por consiguiente, no requiere ninguna consulta europea a efectos de una reacción colectiva”, declaró el ministerio argelino en un comunicado.
Y añadió que “la supuesta suspensión de las relaciones comerciales y de inversión con España, tal y como se recoge en las citadas declaraciones oficiales europeas, ha sido invocada precipitadamente y sin ningún fundamento, y las autoridades comunitarias europeas carecen de base legal para establecer su competencia en esta materia”.
El cambio de postura del Gobierno ante el conflicto del Sáhara Occidental
En 1976, España abandonó el Sáhara Occidental, una colonia africana que se había convertido oficialmente en una provincia española mediante real decreto en 1958, un estatus ratificado y confirmado por la Ley 8/1961. Tras este movimiento Marruecos ocupó el territorio, lo que dejó a miles de saharauis sin patria y les obligó a huir a Argelia, concretamente a la provincia de Tinduf, donde se calcula que hay más de 170.000 refugiados saharauis, según cálculos de Cruz Roja.
En 1974, España aceptó oficialmente las exigencias de las Naciones Unidas y se comprometió a celebrar un referéndum de independencia en el Sáhara Occidental. Sin embargo, esta consulta todavía no ha tenido lugar, ya que un año después, España entregó el territorio africano a Marruecos y Mauritania mediante los Acuerdos de Madrid de 1975. Desde 2007, Marruecos defiende que el Sáhara Occidnetal se integre en su territorio nacional en forma de “región autónoma” bajo soberanía marroquí.
Hasta ahora, la postura general del Ejecutivo español había sido secundar el criterio establecido por la ONU para la resolución del conflicto: celebrar un referéndum de autodeterminación del Sáhara Occidental. Sin embargo, esta tradición la ha roto Pedro Sánchez, que ahora considera la propuesta que Marruecos formalizó en 2007 como la más “seria, realista y creíble para la resolución del conflicto”.
¿Por qué afecta a Argelia que España cambie su postura con el Sáhara Occidental?
Las relaciones entre Marruecos y Argelia están marcadas por una “rivalidad histórica” entre ambos países que se remonta a la “forma en la que se produjo la descolonización del Sáhara”, resalta Hernndo.
“Marruecos y Argelia no tienen apenas intercambios comerciales, la frontera entre ambos está cerrada desde 1994 y el verano pasado rompieron relaciones diplomáticas”, cuenta el experto, quien recuerda que Argel “ha interrumpido incluso el suministro de gas natural por el gasoducto que atraviesa Marruecos”
Además, “Argelia es partidaria de la autodeterminación de los pueblos”, coincide Soler. “Ha sido un sostén político, económico y diplomático para el movimiento saharaui”, expresa el investigador del CIDOB, para quien el paso del Gobierno español es visto por el Ejecutivo argelino como una “decisión parcial y favorable a los intereses marroquíes”.
“A Argelia le preocupa que España, en un contexto de hostilidad abierta con Marruecos, esté tomando parte por Rabat, lo que sería perjudicial para sus intereses”, concreta Soler.
- Miguel Hernando de Larramendi, catedrático de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Castilla La Mancha
- Eduard Soler, investigador del CIDOB de Oriente Medio y el Norte de África
- Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación
Pues vd será historiador pero no dice nada nuevo, al contrario vd dice
" Una Colonia africana"
Que simplón, era la 53 provincia española y por tanto los 74.581 saharauis censados en el año 75 noviembre ( yo era una persona del gobierno general de Sáhara) eran españoles como vd. y como yo.
Por tanto vendimos y traicionados esas personas con todos sus derechos.
Y ahora por segunda vez , traicionados y vendidos por un Gobierno títere.
Que mal llevamos en España nuestras posesiones, provincias o colonias desde que los Borbones nos gobiernan.
Siempre abandonamos y nos vamos como cobardes.
Me da vergüenza,
Un oficial de las fuerzas armadas españolas.