Las políticas anticontaminación funcionan. Particularmente, en lo referido a la calidad del aire, como demostró el pasado noviembre el macroinforme The Lancet Countdown de 2023. Eso se traduce en un recorte global de las muertes por contaminación del aire un 16% desde 2005. Ahora, a nivel europeo, los datos aportados por un estudio liderado por el ISGlobal de Barcelona apuntan en la misma línea.
El trabajo, publicado en Nature Communications, constata que se ha reducido la contaminación de partículas finas (PM2,5), de partículas algo más grandes (PM10) y de dióxido de nitrógeno (NO2) en el aire en casi todo el continente. Pero el informe da una de cal y otra de arena. El 98,10% de la población de Europa respira niveles anuales de PM2,5 por encima de los umbrales seguros considerados por la OMS. Otrotanto con las partículas PM10, que dejan al 80,15% de la ciudadanía expuesta a niveles tóxicos. De igual modo, un 86,34% de la población respira niveles de NO2 por encima de los recomendables.
Las PM2,5 están detrás de mas de 293.000 muertes prematuras anuales en la UE, sobre todo por cardiopatías, según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). Al inhalarse, siendo tan finas, pueden pasar al torrente sanguíneo desde los pulmones. El NO2 anticipa la muerte de unas 69.000, estando detrás, también, problemas coronarios y diabetes mielitus.
Durante el periodo de estudio (2003-2019), los niveles de partículas finas fueron más elevados en el norte de Italia y en Europa oriental, mientras que los niveles de PM10 fueron más elevados en el sur del continente, incluida España. Las mayores exposiciones al gas NO2 se observaron, también, encajonados en los valles del norte de Italia y en algunas zonas de Europa occidental, como en el sur fabril del Reino Unido, Bélgica y los Países Bajos. Aunque ni Barcelona ni Madrid son las peores ciudades en cuanto a óxidos de nitrógeno en Europa, sí son las que acusan más el peso del tráfico rodado en España y de las que más recorrido tienen a la hora de salvar muertes por ciertos contaminantes.
Del mismo modo, el ozono troposférico O3 –muchas veces ligado a las altas temperaturas y la radiación UVA– aumentó un 0,58% en el sur de Europa, mientras que disminuyó o mostró una tendencia no significativa en el resto del continente. Este O3 (que se sitúa en otro lugar diferente al de capa de ozono que nos protege) tiene un efecto irritante y agravante del asma y otras afecciones respiratorias.
Estos resultados coinciden en gran medida con las estimaciones de la AEMA para los 27 países de la UE, utilizando únicamente datos de estaciones urbanas. Ningún país cumplió las directrices anuales de ozono durante la temporada alta de 2003 a 2019. En cuanto a la exposición a corto plazo, más del 90,16% y del 82,55% de la población europea vivía en zonas con al menos cuatro días que superaban las directrices diarias de la OMS para partículas finas y ozono en 2019, mientras que las cifras para NO2 y PM10 eran del 55,05% y del 26,25%.
“Se necesitan esfuerzos específicos para abordar los niveles de partículas finas y ozono en el aire y los días con contaminación compuesta asociados, especialmente en el contexto del rápido aumento de las amenazas del cambio climático en Europa”, dice Zhao-Yue Chen, investigador de ISGlobal y autor principal del estudio.
“Nuestra estimación de la exposición de la población a eventos de contaminación atmosférica compuesta proporciona una base sólida para la investigación futura y el desarrollo de políticas para abordar la gestión de la calidad del aire y las preocupaciones de salud pública en toda Europa”, añade por su parte, desde el ICREA, el profesor Carlos Pérez García-Pando (BSC-CNS).
El complicado reto de gestionar los ozonazos
El equipo de investigación ha desarrollado modelos de inteligencia artificial para estimar concentraciones diarias de alta resolución de los principales contaminantes del aire. Este enfoque basado en los datos crea una imagen diaria completa de la calidad del aire en el continente europeo, que va más allá de las estaciones de control escasamente distribuidas. Los modelos recogen datos de múltiples fuentes, como estimaciones de aerosoles por satélite, datos atmosféricos y climáticos existentes e información sobre el uso del suelo. Analizando estas estimaciones de contaminación atmosférica, el equipo calculó el promedio anual de días en los que se supera el límite diario de la OMS para uno o más contaminantes atmosféricos.
Isidro A. Pérez, catedrático de Física Aplicada y coordinador del grupo de investigación de Contaminación Atmosférica de la Universidad de Valladolid valora muy positivamente lo completo de este estudio, en el que no ha participado. Comenta en el SMC de España que una de sus limitaciones es el parámetro provincial. Estos episodios o las exposiciones de la ciudadanía a veces se concentran en municipios o metrópolis muy concretas (por ejemplo, los polos químicos).
En cuanto al ozono troposférico, los autores destacan que es un contaminante secundario del aire. No se emite directamente a la atmósfera, sino que se forma a partir de otras sustancias o gases procedentes de la combustión “La gestión del ozono presenta un reto complejo. Las estrategias convencionales de control de la contaminación del aire, que se centran en la reducción de las emisiones primarias, pueden no ser suficientes para mitigar eficazmente los altos niveles de ozono”, añade Joan Ballester Claramunt, investigador de ISGlobal y autor sénior del estudio.
En este sentido, abordar el cambio climático, que influye en la formación de ozono a través del aumento de la luz solar y el incremento de las temperaturas, “es crucial para la gestión del ozono a largo plazo y la protección de la salud pública“, concluye.

▸ Vídeo explicativo
Bastan tres años respirando alta contaminación para disparar el riesgo de cáncer de pulmón
- Estudio de Chen et al., ‘Nature Communications’, 2024
- Datos de contaminación del aire y mortalidad de la AEMA
- Zhao-Yue Chen y Joan Ballester Claramunt (ISGlobal)
- Carlos Pérez García-Pando (BSC-CNS)
- Isidro A. Pérez (UV)
En la C Valenciana siempre, en todos los meses del año y a todas horas, se ven muchas humaredas por quemas de rastrojos. En lugares poco industrializados, sería esto una causa importante de la contaminación por partículas pequeñas?
Por qué no se prohíbe esta práctica?
La gente piensa que no es dañino respirar este humo, que es agradable “el aroma a hoguera”… que como son productos “naturales” no pasa nada.