El Gobierno presentó el pasado 30 de julio una norma que busca prevenir que los menores consuman alcohol. Las medidas que quiere implantar el Ejecutivo, plasmadas en un anteproyecto de ley, pretenden “crear un marco integral para proteger la salud de los menores y promover un consumo responsable de alcohol en la sociedad”, según el Ministerio de Sanidad.
- Hasta el 6 de septiembre, el texto está abierto a audiencia pública para que las principales entidades del sector, así como publicitarias o de infancia, puedan aportar sugerencias.
- Sanidad calcula que podrá iniciar su tramitación parlamentaria a partir de 2025, según la agencia EFE.
Claves del anteproyecto de ley de alcohol y menores
En la publicidad, este anteproyecto pretende prohibir los mensajes negativos sobre la abstinencia o sobriedad, así como aquellos que resalten propiedades terapéuticas o que asocien el alcohol al éxito social o profesional. Además:
- En caso de que se apruebe, se deberán eliminar las palabras “consumo moderado” o “responsable” de los envases y anuncios a sustituirlas por advertencias, como que se prohíbe su venta a los menores.
- La norma busca que se prohíba el patrocinio de bebidas alcohólicas en congresos o eventos similares ni en acciones formativas destinadas a profesionales de la sanidad, la enseñanza, la asistencia social o el deporte. Tampoco en páginas web, aplicaciones y redes sociales o publicaciones en cualquier formato y soporte o en artículos, ropa y calzado, deportivos o no, destinados a menores.
En espacios frecuentados por menores, como parques, centros sanitarios, centros de educación, de protección y servicios sociales, o en espacios donde se estén desarrollando espectáculos programados específicamente para ellos, los adultos tendrán prohibido beber alcohol en caso de que la norma se llegue a aprobar.
- En estas zonas, se pretende que tampoco se permita utilizar en el mobiliario de los bares, marquesinas o estaciones de transporte el nombre comercial, denominación social, marcas o símbolos identificativos de las empresas de productos alcohólicos. Sí se permitirá cuando la publicidad esté a 200 metros lineales de los accesos a los espacios mencionados.
Se busca que la venta de alcohol a menores sea vetada, ya sea dispensándolo o de manera ambulante, con la incorporación de mecanismos en las máquinas expendedoras capaces de comprobar la mayoría de edad.
- En cuanto al horario, las comunidades y ayuntamientos podrían establecer restricciones que, “preferentemente”, irían desde las 22 horas hasta las 8 del día siguiente.
En los lugares de culto, sí. Tras la aprobación, se prohibiría a los menores consumir alcohol, salvo el “esporádico de pequeñas cantidades de bebidas fermentadas de baja graduación en el ámbito del culto o los servicios religiosos”. Es decir, al comulgar en las iglesias.
- Ministerio de Sanidad
- Agencia EFE
"Menores" es una categoría demasiado amplia. "Consumo de alcohol" es una categoría demasiado amplia también. No es lo mismo que un niño de nieve años se emborrache sólo con ginebra a que un menor de 16 beba una cerveza con una buena comida y en compañía o bajo condiciones emocionales y situacionales propicias. No somos suecos. No nos encerramos solos en una noche obscura en un cuarto para bebernos una botella de vodka entera. No somos gringos y nos comemos una porquería de emparedado ultraprocesado con un refresco que es, en realidad, de lo más malo que hay.
Es verdad que se consume demasiado alcohol pero la solución no es prohibirlo sino ofrecer alternativas con bebidas saciantes y sanas de diverso tipo y, sobre todo, promover una cultura de lo sano. Esto último no les interesa en el fondo ni a la farmafia judeosatánica ni las pérfidas y tétricas sectas que controlan los centros de poder y que odian a la población aunque luego la exploten. En Roma se decia salus populis suprema lex ist. Para los judíos que, comprobablemente, se han apoderado de la industria miérdica, la tele y la política, eso es abominación.