Las consecuencias de las luces de Navidad: desde contaminación lumínica hasta alteraciones para fauna y flora

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EFE/ Salvador Sas
Tiempo de lectura: 5 min

¿Cuáles son las consecuencias de las luces de Navidad que cada año llenan las calles de las ciudades? Madrid, Barcelona o Vigo son ejemplos de regiones que gastan millones de euros cada periodo navideño en una suerte de carrera por ver qué ayuntamiento tiene mejor alumbrado. Esta tradición, tan arraigada en muchas ciudades del mundo, desde Nueva York a Tokio, tiene consecuencias más allá del gasto que supone para las arcas públicas: entre ellas, la contaminación de las ciudades. 

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  • La ciudad de Madrid ha contado con un presupuesto de 4,3 millones de euros para las navidades de este año.
  • La ciudad de Barcelona se ha gastado un importe de 1.915.267,89 euros.
  • La ciudad de Vigo ha presupuestado la cantidad de 9.467.585,80 euros para el alumbrado del año 2023 y los siguientes tres.

Además, ciudad gallega ha instalado en sus calles más de 11,5 millones de luces led repartidas en unas 450 avenidas iluminadas. A las que hay que sumar 2.318 árboles iluminados también por toda la ciudad. 

Bombillas tipo led que no implican menos contaminación 

Hay una palabra que se repite, y mucho, cuando los consistorios detallan su alumbrado navideño: las luces led, y que tienen que ver con las posteriores consecuencias de las luces de Navidad. El Ayuntamiento de Barcelona explica que para estas navidades “se ha reducido el consumo energético porque se ha invertido en la mejora de la eficiencia de las luces led”, y el consistorio madrileño asegura que “el 100 % del alumbrado, compuesto por 11,8 millones de bombillas, será tipo led de alta eficiencia energética”. 

Sin embargo, y pese al empeño de los ayuntamientos en escudarse en las luces led para justificar la cantidad de luces que usan, las consecuencias de las luces de Navidad son evidentes. Concretamente, un estudio de la revista Ciencias de la energía y el medio ambiente asegura que «cuando la luz se vuelve más barata” se termina por alumbrar nuevas áreas “que antes no estaban iluminadas», lo que implica a la larga un mayor consumo y contaminación. 

Es decir, se crea una especie de “efecto rebote”, según este estudio: lo que se gana, por un lado, utilizando la tecnología led, se pierde por el otro al usar muchas más bombillas. 

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“Es posible que las mejoras en la eficiencia luminosa no se traduzcan en ahorros de energía ni en reducciones de las emisiones de gases de efecto invernadero”, explica el estudio sobre las consecuencias de las luces de Navidad.

Además, a esto hay que sumarle que estas luces led han provocado un blanqueamiento de las luces nocturnas de las ciudades españolas. Es decir, donde antes había luces ‘anaranjadas’, ahora se han vuelto blancas. Y precisamente, la luz fría contamina más. 

Así lo explica Alejandro Sánchez, del Departamento de Física de la Tierra y Astrofísica de la Complutense, en declaraciones a Efe: “El característico color naranja era muy eficiente y sostenible”. 

Las luces de navidad cada vez se encienden antes 

Otro factor que es decisivo para calibrar las consecuencias de las luces de navidad pese al uso de la tecnología led es la fecha en la que se produce el encendido de las luces. 

Hace unos años, según los datos publicados por la Fundación Adeces, el alumbrado navideño se mantenía encendido normalmente una media de 35 días. Sin embargo, algunas ciudades exceden con creces estos datos. 

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Es el caso de Madrid, por ejemplo, que mantendrá las luces encendidas este año durante 45 días. Años atrás, en 2015 según el estudio, las luces estuvieron encendidas durante 41 días. Se trata de casi una semana más de encendido entre ambos años. 

Pero no es el único caso, también Barcelona ha aumentado sus horas de alumbrado. En el año 2015 mantuvieron las luces durante 41 días, y durante este 2023 las tendrán durante 45 días, igual que Madrid. 

¿Cuáles son las consecuencias de las luces de Navidad por mantenerlas durante más tiempo? Principalmente, la contaminación lumínica. Un estudio publicado en la revista Science Advance concluyó que la contaminación lumínica crece a un ritmo de un 2,2% al año en el planeta. La explicación que encuentran los autores de la investigación es precisamente que se produce “un mayor uso en respuesta al menor coste de la luz.”

Consecuencias para fauna y flora de miles de luces 

Un grupo de investigadores de la Universidad Complutense de Madrid explicaron que “no hay apenas investigación sobre los posibles impactos de las luces navideñas” en las ciudades, pero que uno de los posibles efectos adversos que tienen es “la caída de ramas en los árboles más iluminados”. 

En ese sentido, una investigación de Alicia Pelegrina López, doctora en Ciencias Ambientales por la Universidad de Granada, puso recientemente de manifiesto que las luces en las ciudades, y en concreto en la época navideña, afecta al sueño, la regulación hormonal y la capacidad de orientación de las aves, por ejemplo. En casos más extremos, el exceso de luz es responsable de la mortalidad masiva de algunas aves. 

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Como resumen, “la contaminación lumínica amenaza las observaciones astronómicas, los ecosistemas y nuestra salud”, asegura la investigadora. 

Sin embargo, la vida vegetal también se ve afectada por la contaminación lumínica. Otras investigaciones también recientes demuestran que la exposición continuada a luz artificial provoca en las plantas alteraciones en sus redes tróficas, floración y crecimiento.

Fuentes
  • Revista Ciencias de la energía y el medio ambiente
  • Fundación Adeces
  • Revista Science Advance
  • Investigación de Alicia Pelegrina López, doctora en Ciencias Ambientales por la Universidad de Granada
  • Investigadores del grupo GUAIX-UCM, con el apoyo del Grupo de Protección del Cielo
  • Ayuntamiento de Madrid
  • Ayuntamiento de Barcelona
  • Ayuntamiento de Vigo

1 Comentarios

  • Cuando los espacios públicos se iluminan, la chusmanidad acude como polillas revoloteando en torno al fluorescente. Una prueba más de la idiotez de la bendita chusmocracia.

    El artículo no menciona lo más importante: la calidad de la luz y la mezcla de longitudes de onda. Hay otras características importantes también como pueda ser la oscilación o pulso. Se puede volver loco a alguien con luces malas y hay experimentos hechos al respecto en lugares cerrados. El artículo debiera haber explicado también la conexión entre el nervio óptico y la pituitaria.

    Una vez interpuse una queja a la administraición pública por la iluminación en la sala de espera de una dependencia del Ministerio de Justicia (sic) y se rieron en mi cara. Típico del funcionariado charo -pepero o sociatista-, su ignorancia, su prepotencia y su mala sangre altanera y despectiva. Lo mismo con otras "instituciones" del Estado, incluso "educativas" que no saben qué clase de iluminación debe haber en un aula. Que haya estudios y normativa europea al respecto les suena a chino.