Un 66,2% de los encuestados por el CIS en su estudio Desigualdad y tendencias sociales opina que existe un conflicto social “fuerte” o “muy fuerte” entre la población inmigrante y la nacida en España. Un 22,8% de la muestra de 4.006 personas considera que el conflicto es “no muy fuerte” mientras que solo un 8,5% valora que no existe tal conflicto.
En total, un 89% de los encuestados por el CIS considera que existe un conflicto social migratorio de cualquier intensidad, sumando las tres respuestas que así lo valoran. Este porcentaje es el más alto de la encuesta, y lo sitúa por encima del que enfrenta a los directivos y empresarios con los trabajadores, percibido por un 87,9% de la muestra.
Para Guillermo Fernández, politólogo de la Universidad Carlos III, esta percepción sobre la inmigración responde en parte a la “influencia del relato mediático” que relaciona sistemáticamente inmigración con inseguridad, como también hace el discurso político de la extrema derecha. Para Fernández, un ejemplo está en las elecciones catalanas del pasado mayo, cuando partidos como Vox y Alianza Catalana hicieron de esta relación el eje de su campaña electoral.
Raquel Jiménez Manzano, consultora de igualdad y diversidad, apunta otras claves sobre la encuesta del CIS. Jiménez destaca que un 87% de los encuestados está preocupado sobre las desigualdades sociales, pero sin embargo, un 65% declara estar satisfecho con su nivel de vida. “Tenemos muy claro que existen desigualdades pero estas afectan a otra gente”. Para Jiménez, esto refleja un “cisma” en la sociedad, una separación entre “ellos” y “nosotros”. “A la gente le da miedo plantearse que pueda ser pobre”, resume la experta.
- Encuesta del CIS “Desigualdad y tendencias sociales”
- Guillermo Fernández, politólogo de la Universidad Carlos III de Madrid
- Raquel Jiménez, consultora de igualdad y diversidad.
No estoy de acuerdo con Guillermo Fernández de que el problema de la emigrscion es debido a la "influencia del relato mediático” que relaciona sistemáticamente inmigración con inseguridad.
Los ciudadanos no somos tontos y tenemos ojos en la cara para ver qué ocurre a nuestro alrededor.