Qué es la Comunidad de Estados Independientes que reúne a los jefes de Gobierno de nueve países exsoviéticos

Comunidad de Estados Independientes
Líderes de países postsoviéticos en la reunión de la Comunidad de Estados Independientes. EFE.
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La Comunidad de Estados Independientes (CEI), la organización internacional que regula las relaciones entre la mayoría de las repúblicas postsoviéticas, se ha reunido este viernes 14 de octubre en Kazajistán para firmar un paquete de acuerdos en materia de cooperación económica y desarrollo.

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Al encuentro, organizado de manera presencial, ha acudido el presidente de Rusia, Vladímir Putin. En su discurso, Putin ha insistido en remarcar que, a pesar de la presión de las sanciones, los intercambios económicos con los países de la CEI “se están expandiendo constantemente”. 

La lectura del encuentro de la CEI se hace, por tanto, en clave de conflicto geopolítico por la guerra en Ucrania. Un conflicto que alumbra un nuevo telón de acero entre Moscú y Occidente y para el que Putin ha querido demostrar que no está ni tan solo ni tan aislado para apuntalarlo. “Esta reunión es un intento más de Rusia para demostrar músculo diplomático en el espacio euroasiático”, indican los expertos consultados. 

La Comunidad de Estados Independientes nace para preservar los lazos del espacio postsoviético

“Gracias a la CEI fue posible mantener, e incluso aumentar en algunas áreas, los lazos económicos, sociales, culturales y humanitarios que se han desarrollado durante muchos años a consecuencia de vivir en un solo Estado”, ha dicho el presidente ruso durante su discurso en la reunión de la CEI este jueves en Astaná, la capital de Kazajistán, en referencia a la Unión Soviética. 

La Comunidad de Estados Independientes se creó en 1991, tras la disolución de la URSS, justamente para preservar estos lazos a los que hacía alusión el líder ruso. 

“La idea de la CEI era recomponer la estructura cooperativa entre las distintas repúblicas que pasaron a ser Estados independientes tras la disolución de la URSS, tratar de realizar un divorcio amistoso”, reflexiona José Ángel López, profesor de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad de Comillas en conversación con Newtral.es. 

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Fue fundada el 8 de diciembre en Minsk (Bielorrusia) –la ciudad que acoge su sede ejecutiva en la actualidad– y días después, el 21 de diciembre, todas las repúblicas exsoviéticas –excepto Georgia y las tres repúblicas bálticas– adoptaron la Declaración y el Protocolo de Acuerdo de Establecimiento de la CEI. De esta manera, la alianza quedó conformada por 11 países: Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguistán, Moldavia, Rusia, Tayikistán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán. 

Dos años después, en 1993, Georgia también se unió a la CEI y un año después, la alianza fue aceptada como miembro observador en la Asamblea General de la Naciones Unidas. Además, la Carta de la CEI quedó registrada por la secretaría de la ONU en calidad de acuerdo multilateral según el artículo 102 de la Carta de las Naciones Unidas.

La CEI ha quedado relegada frente a otras organizaciones del espacio postsoviético

A diferencia de la OTAN o la UE, que suponen un marco de defensa o político para los estados miembros, la CEI es en la actualidad una organización puramente simbólica. 

La CEI se fundó para dar respuesta a la necesidad de sustituir la Unión Soviética una vez disuelta por lo que, a juicio del profesor de la Universidad de Comillas, actualmente no tiene sentido. “Es una organización sobrepasada por otras”, indica. 

López hace referencia a otras alianzas forjadas por los ex miembros de la URSS que tienen mayor trascendencia y cuyas decisiones son más vinculantes que la CEI. Como la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) –el contrapeso soviético a la OTAN– o la Unión Económica Euroasiática (UEE), similar al modelo de integración económica de la UE. También la Organización de Cooperación de Shanghai, promovida por Rusia y China. 

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No obstante, tanto la OTSC como la UEE son organizaciones internacionales cuyo embrión se originó en el seno de la Comunidad de Estados Independientes. “Y esa es, precisamente, la experiencia más importante de la CEI”, insiste López. “Una estructura que, a día de hoy, es ineficaz y poco útil”. La única particularidad que mantiene el CEI es que se trata de la única organización que engloba a casi todos los países que formaban la URSS bajo el liderazgo de Rusia “sin que esté China presente”, añade Orella.

En cualquier caso, si la CEI tiene algún poder, este es puramente simbólico y más ahora en el contexto de la guerra de Rusia en Ucrania. “Esta reunión es propaganda para mostrar que Moscú no está sola, que hay otras estructuras internacionales donde está presente y donde Putin sigue liderando”, indica el profesor del CEU.

La CEI comienza a disolverse: Ucrania y Georgia se van

La última vez que la CEI actuó al completo como un equipo unificado fue en los Juegos Olímpicos de Barcelona del 1992, como recoge El País. Y es que el camino hacia economías de mercado y democracias más o menos estables que han seguido las antiguas repúblicas soviéticas está plagado de conflictos.

Es el caso de Georgia y de Ucrania, cuya tendencia más occidental provocó que ambos países se alejaran del mundo soviético. Así lo explican López y José Luis Orella, profesor de Historia Contemporánea en la Universidad San Pablo CEU. En el caso de Ucrania, uno de los miembros fundadores de la CEI, fue la anexión de Crimea a Rusia en 2014 lo que precipitó su marcha de la alianza en 2018. Para Georgia fue la guerra de Osetia del Sur.

“Esta estructura de cooperación no responde a las que conforman otras más eficaces como la Unión Europea, por ejemplo”, explica López. “En cualquier organización internacional los Estados integrantes están bajo el mandato de los órganos principales, la CEI está más desorganizada y muchos Estados han estado entrando y saliendo en sus distintos ámbitos de cooperación”, añade. 

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También está el caso de Turkmenistán, cuya autosuficiencia en el acceso a gas natural le ha permitido alejarse del mundo soviético y soltar amarras de la CEI. “Es un país cerrado y aislado cuyo régimen recuerda al de Bután, Corea del Norte o al de la Albania de los años 70”, indican ambos expertos.

Fuentes
  • José Luis Orella, profesor de Historia Contemporánea en la Universidad San Pablo CEU
  • José Ángel López, profesor de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad de Comillas
  • Web oficial de la Comunidad de Estados Independientes