España entrará en horario de verano en la madrugada de este domingo 30 de marzo, de forma que anochecerá una hora más tarde y los días pasarán a ser más largos. Sin embargo, el cambio de hora puede provocar dificultades de adaptación en los primeros días, que en el caso de los niños tienen un mayor impacto.
Cuándo. Como recoge el Boletín Oficial del Estado (BOE), en la madrugada del 30 de marzo a las 2:00 h serán las 3:00 h. En las Islas Canarias se adelantará el reloj a la 1:00 h, que pasarán a ser las 2:00 h.
- En ese momento la hora oficial española se adelantará 60 minutos, por lo que ese día tendrá una duración oficial de 23 horas y se dormirá una hora menos.
El cambio de hora en niños. Durante los primeros tres a siete días es normal que los más pequeños experimenten pequeñas alteraciones ocasionadas por el cambio de horario. Estos son algunos de los efectos adversos del cambio de hora en los niños.
- Cambios en el sueño. Durante estos días, los menores en edad escolar pueden tener mayores dificultades para dormir o despertarse y atender en clase.
- Alteraciones del apetito. Los niños pueden experimentar alteraciones en su alimentación, especialmente los lactantes.
- Irritabilidad. Según la Escuela de Salud del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, tras el cambio de horario “es normal” que durante los primeros días los más pequeños se sientan un poco “fuera de fase”, hasta el punto de notarlos algo más nerviosos y hasta irritables o de mal humor.
La Asociación Española de Pediatría señala que aquellos niños que viven en entornos con hábitos en los horarios de alimentación, exposición a la luz natural y actividad física regular se adaptan más rápido y fácilmente al cambio de horario.
Por su parte, Guillermo Fouce, doctor en Psicología, profesor en la Universidad Complutense de Madrid y presidente de la Fundación Psicología sin fronteras, explica a Newtral.es que, por lo general, “es más sencillo adaptarse al cambio al horario de verano que al de invierno por factores como el clima, porque se suele estar más cerca de las vacaciones y porque en este caso nos acomodamos a tener más luz y no a la ausencia de ella”.
Recomendaciones. Para prevenir estas pequeñas alteraciones, es recomendable adelantar en los días previos al cambio de hora todas las actividades del niño como comidas, sueño o actividad física, para que la transición sea más suave.
- Por la mañana es importante aumentar la exposición a la luz solar en su dormitorio y en casa para favorecer su adaptación al nuevo horario y, si es posible, ir andando al colegio para favorecer esa exposición a la luz diurna.
- Boletín Oficial del Estado (BOE)
- Guillermo Fouce, doctor en Psicología, profesor en la Universidad Complutense de Madrid y presidente de la Fundación Psicología sin fronteras
- Escuela de Salud del Hospital Sant Joan de Déu
- Asociación Española de Pediatría