Una nueva marca. El Congreso de los Diputados lleva 77 días -dos meses y medio- sin formar sus comisiones permanentes legislativas desde la sesión constitutiva de la actual legislatura el pasado 17 de agosto. A día de hoy, todavía no se encuentra agendada esta cita, que previsiblemente se llevará a cabo después de la investidura de Pedro Sánchez.
Felipe González y Sánchez, de nuevo. Desde la constitución de las Cortes Generales de la I Legislatura, en 1979, nunca antes se había tardado tanto en crear este tipo de comisiones en la Cámara Baja. La segunda vez que hubo un retraso significativo fue bajo el Gobierno de Felipe González de 1993, en el que pasaron 71 días sin los órganos donde realmente se fabrican las normas que, después, rigen en España. El tercer puesto lo ocupa la XIII Legislatura (de mayo a diciembre de 2019) con 70 días, que contaba con el Ejecutivo en funciones de Pedro Sánchez.
El promedio: cerca de un mes y medio. Con todo ello, la media desde el inicio de una legislatura hasta la formación de las primeras comisiones permanentes legislativas se sitúa en 44 días naturales.
Un Gobierno en funciones: ¿una justificación para no crear las comisiones?
La demora en la constitución de las comisiones permanentes legislativas en el Congreso puede achacarse, en cierta parte, a que el Gobierno de coalición de Pedro Sánchez se encuentra en una situación de interinidad desde las elecciones del 23-J. Además de tener limitadas sus facultades, aún se desconoce qué Ministerios continuarán o si se crearán algunas carteras nuevas. Es aquí donde está la cuestión: estas comisiones suelen ir ligadas a la estructura ministerial del Ejecutivo en cuestión.
2016 y 2019: los precedentes. No obstante, ha habido tres precedentes en los que se han conformado estos órganos bajo un gabinete en funciones. La primera ocasión fue en 2016 con el Gobierno de Mariano Rajoy, una situación que se produciría también en la siguiente legislatura. En esta, el popular sí consiguió ser investido como presidente (octubre de 2016), pero posteriormente a la creación de las comisiones (septiembre). Y, la última vez tuvo lugar en 2019 bajo el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
- Incumplimiento recurrente. El Reglamento del Congreso determina como plazo para la constitución de las comisiones permanentes legislativas “los 10 días siguientes a la sesión constitutiva” de esta Cámara. Un precepto que se ha quebrantado legislatura tras legislatura, excepto en la primera, en la que a los siete días de su constitución se integraron las distintas comisiones.
Las comisiones permanentes legislativas del Congreso, imprescindibles para la actividad parlamentaria
Las comisiones son, en general, las grandes olvidadas del Congreso. Sin embargo, estos órganos juegan un papel esencial en la actividad parlamentaria, pues se podría decir que es donde realmente se trabajan las iniciativas que, más tarde, se votarán en la Cámara. Además, también ejercen la función de control al Gobierno a través de las comparecencias y de las preguntas que los diputados le dirigen.
Cómo se podría definir. Una comisión es un órgano formado por parlamentarios de todas las formaciones políticas que aborda los asuntos relacionados con una temática concreta, como la Agricultura, la Defensa, los Derechos Sociales, la Economía, la Justicia o la Sanidad. En la legislatura anterior, había 21 comisiones permanentes legislativas en el Congreso.
El PP denuncia el “cierre” de la Cámara Baja
Cuca Gamarra, portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, denunció a finales de octubre la casi nula actividad parlamentaria que hay desde la apertura de la actual legislatura. “El Congreso no puede seguir cerrado y el Gobierno sin control”, indicó. En este sentido, la formación popular reclama a Francina Armengol, presidenta de esta Cámara, el calendario de sesiones plenarias, la celebración de sesiones de control al Ejecutivo y la activación de las comisiones.
No obstante, y según informa El Plural, el PP estaría bloqueando la creación de las comisiones en la Cámara Baja por no reconocer a ERC y a Junts como grupos parlamentarios. De esta forma, los populares no darían su visto bueno a las propuestas que les contemplen como tal, es decir, que les cuenten para obtener representación más allá del hemiciclo y de la Diputación Permanente.
 
                                     
                                         
                                         
                                        