Qué está pasando en Sudán: continúan los combates entre el Ejército y los paramilitares con más de 270 muertos

combates Sudán
Fuente: EFE/EPA/STRINGER
Tiempo de lectura: 9 min

Sudán entra en su quinto día de combates entre el Ejército sudanés, que a pesar de no ser una institución homogénea actúa como ejército estatal, y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), fomentado desde el Estado. El conflicto ya se ha cobrado la vida de al menos 270 personas y ha dejado más de 2.000 heridos, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

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Por su parte, el Comité Central de Médicos sudanés cifra en 174 los civiles fallecidos y en 1.041 los heridos, aunque aseguran que la dificultad de movimiento y la situación de seguridad en el país no permite acceder a los hospitales de diferentes regiones del país, según recoge la Agencia EFE.

Los enfrentamientos, que comenzaron en Jartum el pasado sábado 15 de abril, han continuado pese a la tregua de 24 horas negociada internacionalmente que entró en vigor la tarde del martes, que no ha sido respetada. Las partes en conflicto se han acusado mutuamente de violar el armisticio, según apunta Al Jazeera, así como de atacar instalaciones civiles entre las que se encuentran los centros médicos y mercados, tanto de la capital como de otras regiones. 

Un alto el fuego anterior y más corto acordado para el pasado domingo también fue ignorado, aunque, por un periodo de al menos tres horas, permitió que más de mil residentes en Jartum fueran evacuados gracias al establecimiento de corredores humanitarios, según recogía la Agencia EFE

¿Cuál es el origen de la contienda y el papel de los apoyos externos?

Este es “un conflicto armado interno pero con dos actores que reciben apoyo económico y apoyo de reconocimiento por parte de actores externos, principalmente, de países vecinos”, señala en conversación con Newtral.es Haizam Amirah Fernández, investigador principal del Real Instituto Elcano, especializado en relaciones internacionales, el islam político y los procesos de transición hacia la democracia en el mundo árabe.

“Egipto, un país con estrechos lazos con Sudán, apoya a las fuerzas armadas del Ejército sudanés”, señala el investigador, quien añade que “por otro lado, también hay mucha influencia de países de la Península Arábiga. Este es el caso de Emiratos Árabes Unidos, que tiene lazos con las FAR, con intereses económicos y con acceso a importantes recursos con los que cuenta Sudán”, pero que “al mismo tiempo mantienen también lazos con las fuerzas armadas”. 

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Así, en el conflicto, la influencia de distintos actores “ha hecho creer a un bando y al otro que podían atacarse mutuamente, pensando cada uno que podría imponerse”, señala Amirah Fernández.

Los vecinos de Sudán convocaron reuniones de emergencia el domingo, en un intento por impulsar los esfuerzos diplomáticos tanto con la Unión Africana como con un bloque regional separado. Egipto y Sudán del Sur se ofrecieron a mediar entre las facciones rivales, quienes, por el momento, no han expresado voluntad alguna de reunirse, según apuntaba The New York Times.

¿Por qué se enfrentan el Ejército y los paramilitares en Sudán? De co-golpistas a enemigos en los combates

Como señala el investigador del Real Instituto Elcano, Abdelfatah al Burhan, líder del Ejército sudanés, y Mohamed Hamdan «Hemedti» Dagalo, líder de las FAR, “han pasado de ser aliados en un golpe de Estado contra las fuerzas democráticas a atacarse mutuamente poniendo a la población sudanesa en el medio de sus conflictos y sometiendo al país a un enorme desgaste y riesgos”.

“Esos dos generales, en un pasado no lejano, fueron aliados en un intento de dar un golpe de Estado en octubre de 2021, cuyo objetivo era descarrilar la transición democrática iniciada en Sudán a raíz de amplias movilizaciones sociales en 2018 y 2019 contra el sistema autocrático que existía hasta entonces”, explica Amirah Fernández. 

En 2019, ese levantamiento popular derrocó al gobernante dictatorial Omar al-Bashir, en cuya expulsión colaboraron el Ejército y las FAR, quienes establecieron un acuerdo para compartir el poder con los civiles que encabezaron las protestas, según The Guardian

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Amirah Fernández apunta que “esto fue el resultado de una movilización que algunos vieron como una segunda ola de las llamadas primaveras árabes” y que se extendió también a Argelia, Líbano y algunas partes de Irak. A raíz de esto, en Sudán “hubo una especie de intento de generar una transición con instituciones que contaban con la presencia de militares y también de actores políticos prodemocracia, la antigua oposición”. Pero la transición democrática “no ha sido fácil, pues la influencia externa, sobre todo, de países vecinos con recursos, nunca ha sido para apoyar la democracia, sino lo contrario, no vaya a ser que haya un precedente de éxito”. 

El experto añade que, en el caso de Sudán, además, otro factor a tener en cuenta es que “las tropas paramilitares de las FAR surgen a principios de siglo, sobre todo, para actuar en la región de Darfur, donde cometen lo que algunas organizaciones de derechos humanos calificaron incluso de genocidio”, aunque “ahora el discurso que da su jefe es de presentarse casi como un actor anti islamista o prorreforma, lo cual no es muy creíble”.

En octubre de 2021, este grupo paramilitar colaboró con el Ejército en un intento de golpe de Estado contra el liderazgo civil, según recoge Al Jazeera, que volvió a poner al ejército a cargo, pero que enfrentó protestas semanales, crecientes problemas económicos y aislamiento. Los que ahora se presentan como enemigos fueron entonces co-golpistas que trataron de interrumpir el camino hacia la transición democrática, según The New York Times. No obstante, Amirah Fernández señala que este golpe no prosperó “porque la población se movilizó masivamente, dejando claro que no habían empezado un proceso democrático para volver otra vez a una dictadura militar”.

“Se veía venir que iba a haber un choque entre los dos bandos enfrentados por temor a perder su posición y privilegios y, sobre todo, porque ninguno de los dos está interesado en una transición democrática genuina”, apunta Amirah Fernández. “Eso llevó en las últimas semanas a movimientos de unos y otros, concretamente de las FAR, desplegando a sus combatientes alrededor de puntos estratégicos como aeropuertos e instituciones, hasta que el sábado pasado ya se desencadenó la violencia abierta y extendida por distintos puntos del país”, añade el experto.

¿Qué está ocurriendo en el país y cómo se está desarrollando el conflicto?

La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (UNOCHA) informa de que los enfrentamientos que se siguen reportando en diferentes partes del país, así como en su capital, involucran tanto armas ligeras como pesadas, mientras que la Fuerza Aérea de Sudán ataca objetivos dentro de la ciudad. 

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A lo largo de la mañana de este miércoles, los combates y tiroteos se han registrado, sobre todo, cerca de la Comandancia General de las Fuerzas Armadas, así como del Palacio Presidencial, en el centro de la capital de Sudán, según recoge la Agencia EFE. 

Asimismo, una de las bases de las FAR, en el norte de Jartum, ha sido bombardeada por aviones del Ejército y, desde primeras horas de la mañana, han podido verse columnas de humo cerca del Aeropuerto Internacional de Jartum, que fuentes militares atribuyen a un incendio iniciado por un ataque de las FAR contra los almacenes de combustible.

El portavoz del Ejército, el coronel Nabil Abdulá, acusó a las FAR de «moverse en grupos pequeños sin liderazgo ni plan» y de «realizar operaciones de saqueo en algunos barrios de la capital y en la ciudad de Merowe», cerca de la frontera con Egipto. “Los grupos rebeldes han sido derrotados y han sufrido importantes bajas, además de la destrucción de varios vehículos de combate”, anunció el portavoz, citado por la televisión estatal sudanesa, de la que el Ejército retomó el control este lunes después de que la señal televisiva hubiera sido cortada por el asedio de las FAR.

Por su parte, las FAR señalaron que el Ejército atacó «con armas pesadas desde primeras horas de la tregua nuestras tropas, mientras los aviones siguieron atacando complejos civiles, incluidos hospitales», así como las «estaciones de suministro de agua y electricidad».

¿En qué situación se encuentra Sudán? Los combates iniciados en el mes del Ramadán agravan la crisis humanitaria

La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna aseguró que el sistema de salud de Sudán estaba en riesgo de colapsar y advirtió de la gran dificultad para brindar servicios humanitarios en un país que ya estaba siendo azotado por una crisis humanitaria tras años de violencia, inestabilidad y dificultades económicas. 

Amirah Fernández enfatiza que la población de Sudán «se ha visto como rehén de estos dos bandos que han decidido arreglar sus asuntos a disparos” y apunta que un elemento añadido es que estos combates «ocurren en pleno mes de Ramadán”. 

“Esto añade todavía más ansiedad a la población sudanesa y muestra el grado de obcecación entre los generales que compiten por ese poder con total desconsideración hacia la población que dicen defender”, señala el experto. 

Fuentes
  • UNOCHA
  • Agencia EFE
  • The New York Times
  • The Guardian
  • Haizam Amirah Fernández, investigador principal del Real Instituto Elcano, especializado en relaciones internacionales, el islam político y los procesos de transición hacia la democracia en el mundo árabe

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