El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, ha comparecido este miércoles en rueda de prensa para responder ante la polémica generada en torno a la Supercopa de Arabia Saudí, el Código Ético de la entidad y el cobro de comisiones.
La Federación aprobó en diciembre de 2019 su Código Ético para “garantizar la buena gestión de la entidad y las conductas ejemplares”. Se trata de una normativa que abarca aspectos muy amplios del fútbol español que deben cumplir prácticamente la totalidad de los actores que intervienen en este deporte: desde quienes integran la estructura orgánica de la RFEF a los clubes inscritos o los futbolistas, pasando por los árbitros, los técnicos o cualquier directivo de las ligas.
Por tanto, tanto Luis Rubiales como Gerard Piqué estarían obligados a respetar este Código Ético en calidad de presidente de la Federación y de futbolista del Fútbol Club Barcelona. Si lo hicieron o no durante la negociación para que la Supercopa se celebrara en Arabia Saudí –publicada por El Confidencial– es la duda que surge ahora.
¿Qué establece el Código Ético de la RFEF?
El documento recoge cuestiones tan abstractas como cuáles son los principios por los que se tiene que regir el fútbol o los valores éticos del deportista. Pero también regula y especifica lo que considera “conductas no aceptables en el ámbito del fútbol”.
¿Qué entiende la RFEF por conflicto de intereses?
Entre los comportamientos inaceptables, el Código Ético de la RFEF incluye el conflicto de intereses, que estima que surge cuando alguien tiene o “da la impresión de tener intereses secundarios” que puedan influir en el cumplimiento de sus cometidos.
En esta línea, definen intereses secundarios como aquellos que, “al priorizarse, puedan desviar a la persona del recto ejercicio de sus obligaciones, así como aquellos que puedan dar lugar a la búsqueda o aprovechamiento de ventajas que redunden en beneficio indebido” de quienes tienen que regirse por el Código Ético.
El caso de la Supercopa. En opinión del abogado experto en Derecho Deportivo y CEO del Sports Law Institute, Toni Roca, el central del Fútbol Club Barcelona sí podría haber incurrido en un conflicto de intereses con la negociación para que la Supercopa se celebrara en Arabia Saudí: “El conflicto de interés se daría en el momento en que el organizador está negociando sobre cuestiones económicas muy importantes con un integrante del equipo que está participando en la competición”, valora.
Lo que dice Rubiales. En su comparecencia del 20 de abril, ha asegurado que su órgano de buen gobierno (compliance) les dijo que si la relación económica es de Arabia Saudí con Kosmos –la empresa de Piqué– no tenían ni que hacer la consulta al no haber ningún problema de conflicto de competencias. “Si nuestro órgano nos dice que no hay conflicto de competencias es que no lo hay”, sostiene.
¿Y por comisiones?
De igual manera, el artículo 24 del Código Ético censura el cobro de cualquier tipo de comisión ilegal por parte de las personas sujetas a él: “No aceptarán, entregarán, ofrecerán, prometerán, recibirán, pedirán o solicitarán comisiones, en su beneficio o en el de terceros, por negociar o cerrar acuerdos u otras transacciones en relación con sus funciones, salvo que así esté establecido en un contrato legítimo”.
El contrato con Arabia Saudí. Según Toni Roca, “todo parece indicar que no hay delito” en este sentido en el acuerdo al que Piqué llegó con Arabia Saudí, en tanto que es legal cobrar comisiones en determinadas situaciones. De hecho, señala que en el fútbol es habitual y pone como ejemplo las que perciben los representantes de los futbolistas por sus fichajes.
Todo ello partiendo de la base de que apenas se conocen detalles del contrato y de que, en última instancia, quienes tendrían que determinar si existe o no un delito son los jueces.
Lo que dice Rubiales. Respecto a la cuestión de las comisiones, el presidente de la Federación sostiene que no tuvieron nada que ver. “Cuando vienen con una posibilidad de negocio se les dice, de manera muy clara, que la relación económica no la van a tener con la Federación. Si hay cualquier tipo de comisión Kosmos la tendrá con Arabia Saudí. Por lo tanto, la RFEF ni ha pagado, ni paga, ni pagará un solo euro de comisión a nadie por esta operación». Además, ha señalado que él no cobra “comisiones legales ni ilegales”.
¿Se puede ver afectada la Supercopa de alguna forma?
En cuanto a la organización de las sucesivas ediciones, no lo parece, en tanto que recientemente se ha alargado el contrato hasta 2029. Sin embargo, Toni Roca apunta que sí se ha visto afectado un valor vital en el deporte como es la “integridad de la competición”.
Esta consiste en que ningún elemento pueda poner en tela de juicio que la competición se desarrolle con limpieza, algo que piensa que podría ocurrir si el FCB tuviera un arbitraje favorable en algún partido. En su opinión, que exista esa posibilidad ya daña la integridad de la Supercopa: “Es la sospecha, que el público pierda la confianza en que la competición se desarrolle sin condicionantes”.
¿Qué podría hacer el Consejo Superior de Deportes?
El punto 7 del Código de Buen Gobierno del Consejo Superior de Deportes (CSD) establece que los altos cargos federativos, entre los que está Luis Rubiales, están obligados a “suministrar información relativa a la existencia de relaciones de índole contractual, comercial o familiar con proveedores o entidades que tengan vínculos comerciales o profesionales con la Federación de la que forman parte”.
Por tanto, según explica el CEO del Sports Law Institute, el CSD podría requerir a la Federación que entregue toda la información relativa al contrato de la Supercopa. “Y si entiende que por parte de Rubiales se ha incumplido la ley del deporte, podría abrirle un expediente”.
¿Sirve para algo que la RFEF tenga un Código Ético?
“Es útil y necesario, pero la cuestión está en que realmente se ponga en práctica”, asegura Roca. Según establece el propio código, el Comité de Ética es el organismo que tiene las competencias “exclusivas” del “conocimiento, tramitación, investigación y resolución de todas las presuntas conductas” que puedan perjudicar la integridad del fútbol.
Sin embargo, para el experto en Derecho Deportivo, hay dos errores de base en este planteamiento: que el Comité de Ética no tiene la capacidad de sancionar (solo puede emitir recomendaciones) y que sus miembros son elegidos por la Junta Directiva a propuesta del presidente de la RFEF. “Si es una marioneta que está para cumplir el expediente, no sirve de nada”.
El caso de la Supercopa. Según publica El Confidencial, Rubiales vetó un informe del Comité de Ética en el que se mostraba en contra de que se celebrara la Supercopa en Arabia Saudí. Semanas después, dimitieron tanto sus tres integrantes como Ana Muñoz, vicepresidenta de integridad de la Federación.
Lo que dice Rubiales. El presidente de la Federación ha señalado que el Comité Ético de la Federación –que vela por el cumplimiento del Código Ético– valoró favorablemente que se celebrase en Arabia Saudí. “Es más, nos propuso ir”, ha añadido.
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