Lo esencial. Unos 150.000 trabajadores de los grandes fabricantes de coches de Detroit están cerca de convocar una gran huelga. Solo la posibilidad de que se produzca un parón ha tensado las relaciones entre sindicatos y fabricantes en un momento determinante para el sector —y para la ciudad.
- El sindicato a la cabeza de las negociaciones exige mejores condiciones conforme la industria automovilística lidia con una transición trascendental hacia los coches eléctricos.
- Y los fabricantes avisan de un escenario catastrófico para el sector y el crecimiento económico en Estados Unidos. Específicamente, para una ciudad que conoce estas crisis de primera mano.
Ambas partes miran con preocupación al 14 de septiembre, fecha en la que termina el contrato vigente entre sindicato y fabricantes. Todos los días que se contasen desde el inicio de la huelga en Detroit acarrearían pérdidas que podrían alcanzar los miles de millones de dólares.
Contexto. El sindicato United Auto Workers (UAW) representa a unos 150.000 trabajadores de los Big 3. Así es como se conoce a los tres grandes fabricantes de coches con sede en Detroit: Ford, General Motors y Stellantis (la antigua Chrysler).
- Históricamente, el UAW planta cara solo a uno de los tres fabricantes en torno a la fecha del Día del Trabajador estadounidense. Esto es, el primer lunes de cada septiembre.
- De esa manera, ponen en jaque a uno de los fabricantes y así establecen el listón con el que después negociar con los otros dos.
- Esa estrategia es la habitual porque el sindicato carece de recursos como para mantener una huelga contra los tres fabricantes durante muchos días.
Shawn Fain, un líder con garra
Pero en esta ocasión, el UAW está liderado por Shawn Fain, un presidente con un perfil más combativo. Fain ha descartado los miedos a presentar un frente conjunto contra los tres fabricantes de coches de Detroit en forma de gran huelga. ¿Y con qué objetivos?
- Una de las mayores preocupaciones del sindicato tiene que ver con los coches eléctricos, que requieren menos partes para su fabricación —y, por tanto, menos trabajadores.
- La transición a coches eléctricos también implica la construcción de nuevas plantas en colaboración con fabricantes surcoreanos de baterías eléctricas.
- UAW quiere que los trabajadores de esas instalaciones tengan trabajadores con condiciones negociadas por el sindicato, no con salarios impuestos por los socios asiáticos.
Pero Fain ha apuntado más alto. Entre sus exigencias a los fabricantes hay:
- Un aumento del 46% en los salarios a lo largo de los próximos cuatro años de contrato.
- Una semana de 32 horas laborables (pero 40 de paga).
- Planes de pensiones tradicionales, más caros y complejos de administrar que los actuales, para los nuevos trabajadores.
- Y seguro médico para jubilados.
Fain alega que los accionistas de los Big 3 han sacado buena tajada de los beneficios de récord que han reportado las compañías en los últimos cuatro años, pero no así los trabajadores.
Detroit (y EEUU) tiembla ante la huelga
Una gran huelga contra los Big 3 podría tener implicaciones muy graves para la industria del automóvil estadounidense, pero también para Detroit y Estados Unidos.
- El sector representa en torno al 3% del producto interior bruto de Estados Unidos, con lo que cualquier vaivén reverberaría en la economía del país.
- Además, Ford y General Motors carecen de las reservas de coches que tenían antes de la pandemia, con lo que una huelga podría traducirse en una subida notable de precios.
General Motors conoce bien las consecuencias de una huelga prolongada.
- La última que convocó el sindicato en 2019 se dilató durante 40 días.
- A la compañía le costó 3.600 millones de dólares sin contar intereses e impuestos. O lo que es lo mismo, medio mes de ventas.
Pero los fabricantes defienden estar en un punto de inflexión difícil. Pese a los beneficios de los últimos años, compiten contra compañías extranjeras y estadounidenses que operan con fuerzas laborales no sindicadas.
- Los trabajadores de los Big 3 reciben en torno a 64-67 dólares por hora de trabajo si se incluyen todos los beneficios que reciben (seguro médico, plan de pensiones).
- En cambio, las compañías extranjeras con fábricas en Estados Unidos pagan solo en torno a 55 dólares por hora. Y Tesla, empresa estadounidense y líder en el mercado eléctrico, paga menos: entre 45 y 50.
¿Y ahora, qué?
En total, hay analistas que estiman que las exigencias del sindicato significarían un aumento de entre 6.000 y 8.000 millones de dólares en gastos laborales para cada uno de los fabricantes. Eso implicaría una reducción de sus beneficios, pero también menos margen de maniobra para invertir en el mercado eléctrico y competir contra rivales directos como Tesla.
Lo último. Las últimas negociaciones demuestran que sindicato y fabricantes todavía están lejos de alcanzar un acuerdo. El propio Fain ha sido tajante con los acercamientos de los Big 3 para evitar una gran huelga en Detroit.
- Tras una oferta de Stellantis a primeros de agosto, Fain tiró los documentos de la propuesta a una papelera durante una charla online.
- Y General Motors y Ford enviaron ofertas con subidas de salario de entre el 9 y el 10% que por ahora no han satisfecho al sindicato.
Fain se acoge al éxito que sí han tenido otros sindicatos en el último par de años, incluyendo aumentos significativos de salarios para transportistas, pilotos de aerolíneas y trabajadores de fabricantes de equipamiento de agricultura —precisamente tras una huelga convocada por UAW.
¿Y ahora? La resolución del conflicto en Detroit podría tener implicaciones enormes en el futuro del país, lejos de las consecuencias económicas de la huelga o del futuro de los propios trabajadores de las fábricas de coches.
- Por un lado, la huelga podría convertirse en una nueva revalorización de los sindicatos, cuya membresía está en decadencia en Estados Unidos desde hace décadas. Hollywood puede ser otro ejemplo de fuerza gracias a una doble huelga histórica todavía en marcha.
- Y por otro, un fracaso podría sumar problemas para el presidente Joe Biden, que necesita el apoyo de los trabajadores sindicados (y de sus representantes) de cara a una dura reelección el año que viene.
De nuevo, la fecha clave será este próximo 14 de septiembre.
- Reuters: Detroit UAW workers strike threat tests Biden’s plan to win union votes
- Semafor: Labor feels ascendant in the U.S. in a way it hasn’t in years
- Associated Press: UAW chief: Union to strike any Detroit automaker that hasn’t reached deal as contracts end next week
- Detroit Free Press: As UAW nears strike deadline, Detroit 3 brace for losses: Predictions, potential impact
- Axios: Chances of costly autoworker strike extra high amid Biden’s EV push
- The New York Times: Auto Strike Looms, Threatening to Shut Detroit’s Big 3
- The Wall Street Journal: Meet the Man Who Has Detroit on Edge
- The Washington Post: What’s at Stake as US Autoworkers Threaten to Strike