Clonación y reproducción asistida: ciencia “al rescate” de los animales al borde de la extinción

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Foto de rinoceronte blanco y sus cuidadores cedida a Newtral.es desde Ol Pejeta | Dylan Habil
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A finales de marzo se cumplieron tres años de la muerte de Sudán, el último macho de rinoceronte blanco del norte que habitó en el planeta. Su pérdida fue un duro golpe para quienes cuidaban de él en la reserva de animales Ol Pejeta Conservacy, en Kenia.

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“Al ser el último macho cargaba a sus espaldas la supervivencia de toda su especie. Era el rostro de la extinción y el recordatorio de por qué tenemos que hacer lo posible para proteger la biodiversidad”, cuenta a Newtral.es James Mwenda, uno de los trabajadores de esta reserva africana.

A día de hoy solo quedan dos hembras de rinoceronte blanco del norte en el mundo y la última esperanza para salvar a esta subespecie de la extinción reside ahora en la ciencia. En el Instituto Leibniz para la Investigación de la Vida Silvestre (Alemania) un equipo científico trabaja con técnicas de reproducción asistida para hacer que nazcan nuevas crías de estos rinocerontes dentro del proyecto Biorescue.

Imagen cedida por Ol Pejeta | Dylan Habil

El proyecto Biorescue para ayudar a la subespecie en peligro de extinción

El pulso de los investigadores de Biorescue contra la desaparición de estos rinocerontes comienza en la propia reserva africana. “De vez en cuando, los científicos vienen a Ol Pejeta a recoger los óvulos inmaduros (ovocitos) de los dos animales que quedan”, explica Mwenda a Newtral.es.

Luego, los investigadores inseminan artificialmente estos óvulos con esperma congelado de los machos fallecidos para crear embriones de rinoceronte blanco del norte, que se conservan en nitrógeno líquido. “En un futuro próximo, los embriones se transferirán a ‘madres de alquiler’ de rinocerontes blancos del sur para intentar que nazcan nuevas crías de la subespecie norteña”, explican desde Biorescue.

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A pesar de los retrasos y los problemas causados por la COVID-19, los científicos lograron en diciembre de 2020 obtener dos nuevos embriones, lo que aumenta las posibilidades de éxito de este proyecto aún en marcha.

Para estos científicos, salvar al rinoceronte blanco del norte es una deuda pendiente con esta subespecie que una vez habitó en países como Uganda, Chad, Sudán y República Democrática del Congo y que ha ido desapareciendo por la caza furtiva y la acción del ser humano sobre sus hábitats. Pero también es un hito que tendría un impacto positivo sobre los ecosistemas.

“Estos animales desempeñan un papel clave en la naturaleza. Son fuente de alimento, por ejemplo, de los parásitos y tienen una importante función como arquitectos del paisaje”, explica a Newtral.es Steven Seet, portavoz del Instituto Leibniz y parte del proyecto de recuperación de esta subespecie.

Un millón de especies animales y vegetales amenazadas

El rinoceronte blanco del norte pertenece al millón de especies de animales y plantas que están ahora en peligro de extinción, según el informe de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de Ecosistemas (IPBES), patrocinado por varias agencias de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

La tasa de extinción se acelera a una velocidad sin precedentes, advierte la IPBES, que señala al ser humano como el principal causante de este desastre a través de acciones como la explotación de recursos naturales.

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Foto de rinoceronte blanco y sus cuidadores cedida a Newtral.es desde Ol Pejeta | Dylan Habil

“La mayoría de los animales en peligro no fracasaron en su plan evolutivo, pero el impacto de los humanos es demasiado grave: ninguna especie está a prueba de balas”, explica Steven Seet a Newtral.es.

Este científico del Instituto Leibniz recuerda además que las técnicas de reproducción asistida no pueden ser el salvavidas de todos los animales en peligro de extinción. “La aplicación de esta tecnología es muy cara y requiere mucho tiempo”, destaca.

La clonación para recuperar a las especies al borde de desaparecer

Otros laboratorios del mundo también trabajan a contrarreloj frente a la extinción de la fauna salvaje con técnicas tan sorprendentes que parecen sacadas de la ficción, como la clonación animal, que consiste en crear un animal que es esencialmente una copia del original. Uno de los últimos animales clonados ha sido el hurón de pies negros, una especie en declive en Estados Unidos.

Aunque la clonación de animales no es una técnica nueva, los avances de los últimos años han sido vertiginosos. “¿Quién habría creído hace 25 años que se podía conseguir una oveja viva a partir de una célula? Y ahora ya se han clonado muchas de las especies domésticas y algunas salvajes, entre ellas los primates”, cuenta a Newtral.es José Folch, que en 2003 logró clonar al bucardo, una especie de cabra montés ya extinta en España.

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Para José Folch, quien trabajó para el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) antes de su jubilación, la clonación no debe ser la primera opción para salvar a las especies a punto de desaparecer del planeta.

“Los programas de recuperación basados en reproducción natural son preferibles para asegurar al máximo la variabilidad genética”, recuerda.

“Además, otras técnicas de uso corriente en la especie humana, como la inseminación artificial o la fecundación ‘in vitro’ son herramientas que sí pueden participar en estos programas y no tienen por qué ser forzosamente una alternativa a la fecundación natural”, añade Folch.

Imagen de dos bucardos, una especie ya extinta | Davin San Segundo | Shutterstock

No obstante, cuando la reproducción natural no es posible, por ejemplo, porque no existen machos vivos de la especie, como ocurrió en el caso del bucardo, “se puede recurrir a las técnicas de reproducción asexual como la clonación”, opina Folch.

El científico precisa que la cría de bucardo que lograron traer al mundo solo sobrevivió durante unos minutos, pero con el proyecto se logró conocer más a fondo la tecnología para aplicarla con otras especies. “Para clonarlo se obtuvieron ovocitos (óvulos) de cabras domesticas. Se sustituyó el núcleo de dichos ovocitos por una célula de piel de bucardo. De esta forma, los ovocitos se transformaron en embriones con información genética del bucardo. Esos embriones se transfirieron al útero de cabras montesas que actuaron de ‘madres de alquiler’“, precisa Folch.

Proteger la biodiversidad para que la ciencia no tenga que acudir “al rescate”

Anna Veiga, directora de I+D+i del Área de Biología del Servicio de Medicina de la Reproducción de la Clínica Dexeus Mujer, también considera que técnicas como la clonación animal “solo tienen sentido cuando no hay otra salida”.

“No podemos depender de ellas para salvar a las especies en peligro. Lo importante es anticiparse: conservar la biodiversidad y el entorno para no empujar a los animales a la desaparición”, destaca a Newtral.es.

“Antes de crear animales deberíamos preguntarnos por las condiciones que llevaron a su desaparición y si seríamos capaces de revertirlas para asegurar su supervivencia”, señala a Newtral.es Fabiola Leyton, investigadora postdoctoral del Observatorio de Bioética y Derecho y profesora asociada de la Universidad de Barcelona (UB).

“Estoy segura de que muchas de las situaciones críticas que llevan a la pérdida de diversidad (destrucción de hábitats, cambio climático, contaminación, caza, deforestación, etc.) serían abordables de haber voluntad política para ello”, opina Leyton, quien además recuerda que técnicas como la clonación llevan de la mano un debate “sobre si aquello que es técnicamente posible es éticamente aceptable”.

Según Leyton, hay que tener en cuenta, por ejemplo, el posible sufrimiento del animal “por las técnicas de clonación a las que es sometido o de las que deriva”.

Laura Fernández, investigadora postdoctoral del Centro para la Ética Animal de la Universidad Pompeu Fabra, también coincide en la necesidad de actuar sobre las causas y acciones humanas que empujan a los animales a la extinción. “Una solución que no pasa por realizar un cambio sistémico, en la que la biotecnología sustituye aquello que la humanidad ha destruido, no es una respuesta real al problema, es un parche”, advierte a Newtral.es.

Fuentes:

El investigador José Folch que trabajó para el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA),

Laura Fernández, investigadora postdoctoral del Centro para la Ética Animal de la Universidad Pompeu Fabra.

Anna Veiga, directora de I+D+i del Área de Biología del Servicio de Medicina de la Reproducción de la Clínica Dexeus Mujer.

Fabiola Leyton, investigadora postdoctoral del Observatorio de Bioética y Derecho y profesora asociada de la Universidad de Barcelona (UB).

James Mwenda portavoz de la reserva de animales Ol Pejeta, en Kenia. 

Steven Seet, portavoz del Instituto Leibniz de investigación.