Los agricultores españoles continúan las protestas en varios puntos de España ante lo que consideran una situación insostenible del sector primario en el país. Entre sus principales reivindicaciones están modificar la ley de la cadena alimentaria o simplificar la burocracia en torno a las ayudas de la Política Agraria Común (PAC). Además, piden implementar las cláusulas espejo en los acuerdos comerciales de la Comisión Europea.
¿Qué son las cláusulas espejo que piden los agricultores?
Como explican desde la start up de economía rural Cocampo, las llamadas cláusulas espejo son las condiciones de reciprocidad que los agricultores de países como España y Francia piden incluir en los acuerdos comerciales que la Comisión Europea negocia con terceros países que cuyos productos se importan a la Unión.
Estas cláusulas espejo suponen exigir que el producto que se importe a un país de la Unión Europea lo haga “en las mismas condiciones” que se imponen en la producción a los agricultores y ganaderos de los Veintisiete, en palabras del ministro de Agricultura, Luis Planas.
Esto supondría que las normas ambientales, sanitarias y de bienestar animal, entre otras, que un agricultor o ganadero español haya tenido que cumplir para poder vender su producto también le sean exigidas a los productos que se importen de otros países.
¿Qué dice el Gobierno al respecto?
El pasado 7 de febrero, durante la primera sesión de control al Gobierno del año, el presidente, Pedro Sánchez, prometió fortalecer la ley de la cadena alimentaria y aseguró que implementará las cláusulas espejo, a la vez que mostró su “absoluta disposición e interlocución” con los productores, a los que transmitió su “absoluta empatía”.
Sin embargo, implementar estas cláusulas espejo no depende del Gobierno, ya que la mayoría de los acuerdos comerciales suscritos con terceros países se negocian en Bruselas y son comunes al resto de países comunitarios.
De hecho, no es la primera vez que el Gobierno presidido por Sánchez se compromete a trabajar en este sentido. En junio de 2022, el ministro de Agricultura, Luis Planas, ya pidió que el principio de reciprocidad con las cláusulas espejo fuese la base para negociar y revisar los acuerdos comerciales de la Unión Europea. “No se trata de proteger nuestro mercado, sino de que los productos que se importen tengan las mismas exigencias” en todas partes, dijo el ministro.
Ese mismo mes Planas había presidido los Consejos Consultivos de Política Agrícola y Política Pesquera para Asuntos Comunitarios, en los que abordó con los consejeros de las comunidades autónomas algunos asuntos a tratar en el Consejo de Ministros de la Unión Europea. En estas reuniones Planas pidió “propuestas concretas para impulsar las cláusulas espejo”.
En ese Consejo de Ministros de Agricultura en la UE, el ministro español reiteró la necesidad de implementar de forma “concreta” estas medidas de cláusulas espejo. España consideró entonces prioritario defender la reciprocidad para garantizar una competencia en igualdad de condiciones.
¿Y qué dice la Comisión Europea sobre las cláusulas espejo?
Ante las reivindicaciones de los agricultores de varios países, la Comisión Europea publicó un informe en 2022 que remitió al Parlamento Europeo y al Consejo sobre la viabilidad de aplicar las normas de la Unión a los productos agrícolas y agroalimentarios importados (es decir, sobre lo viable o no que sería implementar estas cláusulas espejo).
El informe de la Comisión hacía patente la necesidad de una “transformación mundial” hacia sistemas alimentarios “sostenibles” y profundizaba en la responsabilidad de la UE como actor a la hora de promover mejoras sanitarias, ambientales y de bienestar animal en otros países.
Las conclusiones de la Comisión pasaban por actuar en los foros multilaterales, hacer seguimiento en las Cumbres de Naciones Unidas de Sistemas Alimentarios y avanzar en la cooperación bilateral con socios “dispuestos a mejorar la sostenibilidad y la calidad de su producción” a través de “políticas de cooperación con países en desarrollo”. Todo ello cumpliendo las normas de la Organización Mundial de Comercio.
Este informe fue algo tibio en opinión de Juan Antonio González Real, entonces presidente de Frutas y Hortalizas de Cooperativas Agroalimentarias de España, que escribió un artículo en el que expresaba que, pese a ser un “paso alentador”, se quedaba corto. “El objetivo teórico de la UE nos complace, pero no así la estrategia para llevarlo a la práctica”, decía González Real.
Él pelotazo Gordo lo tenemos en él cuaderno digital alguno se forrara 3000 por cuaderno no digo más qué cada cuál piense lo qué quiera .
Cuándo tenemos muchas zonas qué no podemos ni llamar pará pedir ayuda Vergüenza
Es una auténtica vergüenza los requisitos que nos exigen aquí en Europa y los requisitos de los que vienen de fuera de la comunidad económica Europea. Es como si aquí ahora traemos trabajadores para que sustituyan a los de España y se le pague 500 euros y da igual que hagan su trabajo bien que mal como cobran menos pues es lo que nos pasa a nosotros con el cereal que viene de fuera de la comunidad económica Europea.
Se habla mucho de las cláusulas Espejo aplicadas en materia medioambiental. Pero muy poco del ámbito social. Haciendo una comparación rápida, en 2001 el SMI en España era 3 veces el de Marruecos. 23 años después de que la UE haya abierto de par en par las puertas a la exportación de frutas y hortalizas marroquíes, en teoría "para que se desarrollen", resulta que el SMI de España es 5 veces el de Marruecos. Esto es vergonzoso, es todo una falacia, que nos lleva hacia la caída de la agricultura europea y su autosuficiencia alimentaria. Competencia sí, pero con las mismas reglas sociales y medioambientales. No podemos ser tan estrictos con lo que se hace en Europa y tan laxos en lo social y medioambiental con lo que importamos de fuera.
Totalmente de scuerdo Pablo, estas y otras incongrurncias mil han echo que los agricultores nos echemos a la carretera, ahora solo hace falta que nos hagan caso, cosa que dudo y espero equivocarme.En julio de 2022 ya se hizo una de tantas manifestaciones enfrente del MAPA en Madrid, no sirvio para nada, ahora se prepara otra para el dia 21 y asi estamos, y para rematar la sequia y unas ayudas prometidas que no llegan, aumento constante de los costes de produccion sin percibir precios justos por nuestros productos , papeleo y burocracia excesiva, yo ya no se si soy agricultor o gestor y asi vamos ...
Hecho.
La condicionalidad de la PAC es contradictoria y abusiva. Los que ponen las normas, o tienen intereses económicos o desconocen la dinámica del campo. Exigen no árar los rastrojos desde la cosecha hasta el 1 de septiembre, pero si durante ese periodo llueve y sale hierba, te permiten echar fitosanitarios y no arar..." donde queda la disminución del uso de fitos"?. Además si se permitiera arar en verano, se contribuiría con la disminución y menor propagación de incendios.
Apoyan la siembra directa, y no saben que para eso se deben incrementar los trstamientos con glifosato??? .... Hay intereses económicos por parte de las multinacionales y algún político!!!