Brasil vivió este domingo 8 de enero escenas que recuerdan a lo que ocurrió hace dos años en el Capitolio estadounidense. Cientos de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro asaltaron las sedes de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial de Brasil reclamando una intervención militar para derrocar a Lula da Silva, investido presidente del país el pasado 1 de enero tras ganar las elecciones del pasado octubre.
Un multitudinario grupo de bolsonaristas superó las barreras policiales que protegían el Congreso y algunos de los manifestantes consiguieron acceder a su interior. Los extremistas, en su mayoría con camisetas amarillas y verdes y banderas de Brasil, también invadieron el Supremo Tribunal Federal y el Palacio del Planalto. Estos tres edificios, sedes del poder legislativo, judicial y ejecutivo, respectivamente, se encuentran en los alrededores de la conocida como plaza de los Tres Poderes.
Después de cuatro horas y media, las fuerzas de seguridad consiguieron desalojar estos recintos. Según informó la agencia EFE, agentes antidisturbios cargaron y lanzaron gases lacrimógenos contra los extremistas que estaban dentro y fuera de estos tres edificios. Al menos 400 personas que participaron en este asalto fueron detenidas, según cifró el gobernador del Distrito Federal de Brasilia, Ibaneis Rocha.
Además, otras 1.200 personas fueron detenidas tras el desalojo de uno de los campamentos de seguidores de Bolsonaro, que se encontraban acampados frente al Cuartel General de las Fuerzas Armadas en Brasilia. Según informa el medio brasileño Metrópoles, se trata de más de mil personas a las que la Policía Federal habría dado la orden de desalojar el campamento y, al no hacerlo, «fueron detenidas».
Precisamente Rocha ha sido apartado de su cargo durante 90 días tras estos incidentes. La decisión fue tomada por Alexandre de Moraes, juez de la Corte Suprema. El magistrado indicó que «la escalada violenta» contra la sede de los tres poderes «solo podía ocurrir con el consentimiento, y hasta la participación efectiva,» de las autoridades competentes por la seguridad pública e inteligencia, según recoge EFE.
Según reveló el portal de noticias Metrópoles, el secretario interino de Seguridad Pública, Fernando de Sousa Oliveira, mandó un audio a Rocha una hora antes de que se produjera el asalto al Congreso de Brasil tranquilizándole y asegurándole que todo estaba «tranquilo, ordenado y en paz».
Por otro lado, días después del asalto, un juez de la Corte Suprema de Brasil ordenó prisión para Anderson Torres, que fue ministro de Justicia del Gobierno de Jair Bolsonaro (2019-2022), en el marco de esta investigación, según informaron fuentes oficiales a la agencia Efe.
Los tres poderes de Brasil llaman a la paz y la democracia tras el asalto
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y los jefes de los poderes Legislativo y Judicial, llamaron este lunes a mantener la «serenidad» y «defender la democracia» en paz, tras el intento de golpe de Estado de miles de radicales bolsonaristas.
«El país necesita normalidad, respeto y trabajo» para alcanzar «el progreso y la justicia social», señala una nota conjunta firmada por Lula, los jefes del Congreso y la presidenta de la Corte Suprema, Rosa Weber.
Los máximos representantes de los tres poderes se reunieron este lunes para analizar la grave crisis vivida en la capital brasileña el domingo.
En la nota, rechazaron los «actos terroristas, de vandalismo, criminales y golpistas» ocurridos en Brasilia y subrayaron que están «unidos para que sean tomadas todas las providencias institucionales, en los términos» que marcan «las leyes brasileñas».
«Llamamos a la sociedad a mantener la serenidad, en defensa de la paz y de la democracia de nuestra patria», dice la nota, en la que además de Lula y Weber también estamparon su firma el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, y el jefe del Senado en ejercicio, Veneziano Vital do Rêgo.
Además, durante el lunes, Lula da Silva reunió también a los 27 gobernadores y les aseguró que los invasores «golpistas» no tenían ningún tipo de agenda negociadora o de reivindicaciones.
«Lo que pasó estaba previsto. Las personas en las calles y frente a los cuarteles no tenían agenda ni reivindicaciones», aseguró el mantario durante la reunión con los gobernadores.
El paradero de Lula da Silva en el momento del asalto al Congreso
Este fin de semana Lula da Silva había viajado a la ciudad de Araraquara, en Sao Paulo, para examinar los daños causados por las fuertes lluvias en la región, como él mismo indicó por Twitter. Allí se encontraba en el momento del asalto al Congreso de Brasil.
«Quien haya hecho esto será encontrado y castigado. La democracia garantiza el derecho a la libre expresión, pero también exige que las personas respeten las instituciones. No hay precedente en la historia del país de lo que hicieron hoy. Por eso deben ser castigados. Y descubriremos quiénes son los patrocinadores de los que han ido hoy a Brasilia, y todos pagarán con la fuerza de la ley», aseguró Lula da Silva en una rueda de prensa desde Araraquara, que ofreció visiblemente emocionado. Además de las investigaciones que están llevando a cabo las autoridades, se ha habilitado el correo [email protected] «para recibir información sobre los ataques terroristas», informó el ministro de Justicia de Brasil, Flávio Dino.
Ante el caos ocasionado por los seguidores de Bolsonaro, Lula decretó hasta el próximo 31 de enero la intervención federal en el área de la seguridad de Brasilia. Esto supone que las policías regionales estarán bajo control del Gobierno central durante ese periodo, según explica EFE.
«Aprovecharon el silencio del domingo, cuando todavía estamos formando el gobierno, para hacer lo que hicieron. Y sabes que hay varios discursos del expresidente alentando eso. Y esa es también su responsabilidad y la de los partidos que lo apoyaron», prosiguió el presidente brasileño.
La periodista brasileña Cristina Tardáguila, directora de Programas del International Center of Journalists (ICFJ) y fundadora de la Agência Lupa, señala a Newtral.es que es un error «imaginar que esos criminales se equivocan al tomar el Congreso un domingo. Será extremadamente difícil quitarlos de allí. También es un error llamarles manifestantes. Son golpistas antidemocráticos». Tardáguila también recuerda que Bolsonaro sigue sin reconocer la victoria de Lula en las elecciones y que incluso en sus perfiles de redes sociales sigue denominándose presidente de Brasil.
La reacción de Jair Bolsonaro
El expresidente de Brasil se pronunció sobre lo ocurrido horas después del asalto a las sedes del Congreso, el Supremo y el Planalto. Publicó varios mensajes en Twitter en los que no llegó a condenar de forma rotunda el asalto y aprovechó para arremeter contra Lula da Silva.
«Las manifestaciones pacíficas, en forma de ley, son parte de la democracia. Sin embargo, el vandalismo y las invasiones de edificios públicos como las ocurridas hoy, así como las practicadas por la izquierda en 2013 y 2017, escapan a la regla», tuiteó. «Repudio las acusaciones, sin pruebas, que me atribuyó el actual jefe del ejecutivo de Brasil», concluyó Bolsonaro.
Además, durante el pasado lunes 9 de enero, comunicó que se encontraba ingresado en un hospital de Orlando, en Estados Unidos, por una «adherencia abdominal» por las cirugías por las que pasó después del atentado que sufrió en 2018.
«Después de la puñalada sufrida en Juiz de Fora fui sometido a cinco cirugías. Desde la última, por dos veces, tuve adherencias que me llevaron a otros procedimientos médicos», publicó Bolsonaro en sus redes sociales y recogió la agencia Efe.
Cómo se ha organizado el asalto a estas sedes
Los grupos de WhatsApp habrían jugado un papel clave a la hora de organizar el asalto al Congreso, al Supremo y al Planalto en Brasil, según informa la Agência Lupa. A través de esta plataforma de mensajería, se habrían estado dando instrucciones al menos desde el 5 de enero para ir «a la explanada» donde se ubican las sedes de estos tres poderes. Además, en estos mensajes se habría dado la orden de «no salir del Congreso».
“Llevar equipo como cascos, guantes, chalecos, máscara de gas y gafas de natación contra el efecto de los gases”, dice uno de los textos que se difundió por WhatsApp, según Lupa. Esta agencia cita los datos recopilados de 17.000 grupos de WhatsApp por parte de la compañía de ingeniería y ciencia de datos Palver.
Numerosos desperfectos tras el asalto al Congreso y armas robadas en el Planalto de Brasil
Los bolsonaristas radicales que invadieron la sede de los tres poderes robaron armas de fuego guardadas en el Gabinete de Seguridad Institucional, en el palacio presidencial de Planalto. El ministro de Comunicación Social, Paulo Pimenta, mostró en un vídeo dos estuches vacíos de armas de fuego, encima de un sofá parcialmente quemado.
Bolsonaristas assaltaram a República
— Paulo Pimenta (@DeputadoFederal) January 9, 2023
O ministro-chefe da Secom, Paulo Pimenta e o secretário do Ministério da Justiça, @wadih_damous denunciaram o roubo de armas letais e não letais da sala do GSI no Palácio do Planalto. Mais um crime cometido pelos inimigos da democracia! pic.twitter.com/5EBgKLmY4Z
Más allá del robo de armas, los asaltantes causaron cuantiosos daños, destruyeron mobiliario, equipos informáticos y obras de arte colocadas en los despachos. A su vuelta de Araraquara, Lula se desplazó hasta las sedes donde se produjo el asalto. «Los golpistas que promovieron la destrucción de bienes públicos en Brasilia están siendo identificados y serán sancionados», aseguró.
Miles de personas salieron a la calle para condenar el ataque a los poderes del país
Durante el día del lunes, miles de personas se congregaron en las principales ciudades del país para repudiar los ataques del domingo a las sedes de los tres poderes, según recoge la agencia Efe.
Desde varios rincones del país, los manifestantes pidieron que se depuren responsabilidades necesarias para quienes participaron en dichos actos, y también para el expresidente Jair Bolsonaro, a quien acusan de ser el instigador.
Convocadas por sindicatos y partidos de izquierda, las manifestaciones se extendieron por, al menos, once de los 27 estados del país. Los manifestantes lucieron carteles con frases como «¡El fascismo no vencerá!», «sin amnistía para los golpistas», «Brasil contra el terrorismo» o «Democracia en paz», entre otros.
Las primeras reacciones oficiales
El ministro de Justicia de Brasil, Flávio Dino, aseguró en su perfil de Twitter que «este absurdo intento de imponer la voluntad por la fuerza no prevalecerá. El Gobierno del Distrito Federal asegura que habrá refuerzos. Y las fuerzas a nuestra disposición están trabajando». Por su parte, el presidente del Congreso, Rodrigo Pacheco, mostró su «repudio» hacia estos «actos antidemocráticos, que deben someterse urgentemente al rigor de la ley».
Desde varios países de América Latina también mandaron mensajes condenando lo ocurrido. En Colombia, el presidente Gustavo Petro denunció que «las derechas no han podido mantener el pacto de la no violencia». Gabril Boric, presidente de Chile, tachó de «impresentable» el ataque a los poderes del Estado brasileño por parte de los bolsonaristas. Y el presidente argentino, Alberto Fernández, señaló que «la democracia es el único sistema político que garantiza libertades y nos obliga a respetar el veredicto popular».
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tildó de «asalto a la democracia» lo sucedido en Brasil y aseguró que las instituciones del Gobierno brasileño cuentan con todo el apoyo de su Administración.
En España, el presidente Pedro Sánchez y las vicepresidentas Yolanda Díaz y Teresa Ribera transmitieron su apoyo al presidente Lula da Silva. «Condenamos rotundamente el asalto al Congreso de Brasil y hacemos un llamamiento al inmediato retorno a la normalidad democrática», tuiteó Sánchez. El Ministerio de Asuntos Exteriores, por su parte, expresó el rechazo del Gobierno de España «a cualquier iniciativa o actitud que ponga en cuestión el proceso democrático brasileño por parte de sectores que no quieren aceptar los resultados emanados de la voluntad del pueblo de Brasil».
Otras autoridades europeas, como el presidente francés Emmanuel Macron, también se pronunciaron: «¡Se debe respetar la voluntad del pueblo brasileño y de las instituciones democráticas! El presidente Lula da Silva puede contar con el apoyo incondicional de Francia».
(*) Esta pieza está siendo actualizada a medida que se conocen más detalles y reacciones sobre el asalto a los poderes ejecutivo, legislativo y judicial de Brasil.
- O Globo
- Agencia Lupa
- EFE
- Metrópoles
- Cristina Tardáguila
- Twitter de Jair Bolsonaro
- Twitter de Gustavo Petro
- Twitter de Flávio Dino
- Twitter de Teresa Ribera
- Twitter de Gabriel Boric
- Twitter de Alberto Fernández
- Twitter de Pedro Sánchez
- Twitter de Yolanda Díaz
- Twitter del Ministerio de Asuntos Exteriores de España
- Twitter de Emmanuel Macron
- Twitter de Paulo Pimenta
La democracia es el único sistema posible en Brasil. Bolsonaro gobierno sin problemas. Es la ultra derecha de Brasil que ha asaltado el poder ejecutivo, legislativo y judicial. No ganaran porque eso es vandalismo puro. Violencia institucional a un Estado de Derecho. Vamos Lula y pueblo de Brasil ha resistir pacíficamente este golpe civil militar a Brasil.
A ver qué opina Villarejo, aunque sea burdo