Nĭ hăo, Marte: China aterriza con éxito su primera misión con un róver

Rénder del aterrizaje en Marte del módulo con el róver chino | CNSA
Rénder del aterrizaje en Marte del módulo con el róver chino | CNSA
Tiempo de lectura: 6 min

China hará desde este 15 de mayo compañía a los róveres Curiosity y Perseverance de la NASA, activos en Marte. En los próximos días les dirá ‘nĭ hăo’ (hola), aunque a gran distancia. En un hito histórico, el país asiático ha conseguido poner en la superficie marciana un vehículo de exploración robótica o róver al primer intento. Este sábado ha posado la cápsula que lo contiene, desprendida desde la sonda Tianwen 1, que llegó a las alturas de Marte el pasado 10 de febrero.

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Dentro de la cápsula está el róver Zhurong. Es la primera vez desde las misiones Viking que un orbitador despliega una cápsula para aterrizar en Marte. La llegada del orbitador a Marte, en febrero, ya hizo de China la segunda potencia espacial. Rival o cooperador en el futuro, la carrera espacial del siglo XXI se disputa oficialmente entre Estados Unidos y una China cuya agencia (CNSA) consiguió, también, recoger piedras de la Luna para explorarlas en la Tierra.

Eso sí, esta llegada a Marte de China ha estado envuelta en un silencio que contrasta con la espectacularidad de las misiones de la NASA. Nada de retransmisiones en televisión o internet. Apenas se anunció un par de días antes. Y sólo tras confirmarse en amartizaje, el presidente Xi Jinping envió un mensaje a los científicos y funcionarios de la agencia espacial elogiando el logro chino.

“Este es otro hito en los esfuerzos aeroespaciales de nuestro país”, dijo. “Habéis tenido el coraje de desafiar, de esforzaros por la excelencia y habéis llevado a nuestro país a la vanguardia mundial de la exploración interplanetaria”.

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Nueve minutos de terror en silencio

El módulo de aterrizaje y el explorador se separaron de la nave espacial china Tianwen 1 a las 04.00 horas locales 22.00 del viernes, hora peninsular, y descendieron hacia el planeta rojo durante tres horas. Entraron en la débil atmósfera de Marte a una altura de 125 kilómetros, iniciando la fase más arriesgada de la misión.

Cuando la velocidad de la cápsula se redujo entonces de 4,8 kilómetros por segundo a 460 metros por segundo, un gran paracaídas con una superficie de cerca de 200 m2 se desplegó para continuar reduciendo su marcha hasta los 100 metros por segundo.

El paracaídas y la cubierta exterior de la cápsula se desprendieron entonces, mientras se activaba el retrocohete del módulo de aterrizaje para disminuir aún más la velocidad hasta casi cero. A unos 100 metros de la superficie marciana, el artefacto flotó unos instantes para identificar obstáculos y medir la pendiente de la superficie. Seleccionó un área relativamente plana y descendió lentamente (o eso creemos) posándose con éxito sobre ella con sus cuatro patas amortiguadoras.

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Todo esto, claro, sin emisión en vivo. Sólo se pudo seguir el rastro de radiofrecuencia que algunos aficionados fueron publicando en sus streams y redes sociales. Las naves espaciales dejan un rastro de su comportamiento lejano y si se cuenta con instrumental adecuado, se puede captar desde la Tierra.

La entrada de la cápsula en la atmósfera de Marte, que duró cerca de nueve minutos, fue extremadamente complicada, sin control desde tierra y tuvo que ser realizada por la nave espacial de forma autónoma, explicó Gen Yan, un portavoz de la CNSA, en declaraciones recogidas por Efe.

China busca responder a las “preguntas del cielo” en Marte

Con el aterrizaen en Marte de hoy, China se convierte en el primer país en viajar hasta el planeta rojo, entrar en su órbita y explorarlo en una sola misión, con un coste de cerca de unos 6.600 millones de euros. La Tianwen 1, cuyo nombre en chino significa preguntas del cielo –en referencia a un clásico poema chino–, fue lanzada el 23 de julio de 2020 desde el centro espacial de Wenchang en la isla meridional de Hainan.

Uno de los objetivos de la misión Tianwen 1 es comprender mejor la distribución del hielo en la planicie Utopía donde ha aterrizado. La idea es que los futuros colonos humanos en Marte puedan utilizarlo para mantenerse con vida, sacando de allí agua.

La idea es que hubo abundante agua en el planeta rojo hace unos pocos miles de millones de años. Esta región podría haber estado sumergida, de manera que se observan dos conjuntos de costas, remanentes de los primeros océanos marcianos. Es posible que parte del agua de ese océano hipotético se haya filtrado alguna vez bajo tierra y todavía pueda estar congelada allí hoy. 

Desde la década de 1970, los científicos han estado enviando naves espaciales a Marte. Varios tipos diferentes de naves han sido enviadas al planeta rojo y cada cual con diferentes especialidades. Orbitadores han tomando fotos mientras hacían zoom alrededor del planeta. Otras naves espaciales, llamadas aterrizadores, generan fotos e información desde sus puntos de aterrizaje en la superficie de Marte.

Los róveres tienen ruedas y se especializan en moverse. Aterrizan en la superficie de Marte y conducen alrededor de los diversos puntos. Pueden tomar muestras de suelo y aire, y el último de la NASA, Perseverance, cuenta con el primer helicóptero capaz de volar en un sitio sin apenas aire.

De la fascinación por Marte y las sorpresas que están dando sus entrañas charlamos con la geóloga planetaria, investigadora de asteroides y divulgadora Laura M. Parro en nuestro stream #Newtrinos del canal de Twitch de Newtral.

2021 está siendo un año particularmente marciano. En realidad, 2020, que es cuando se lanzaron las misiones china y estadounidense. Eso es debido a la cercanía de la Tierra y Marte. Una ventana de oportunidad que sólo se da en ciertas ocasiones para poder lanzar una misión al planeta rojo con ciertas garantías de éxito y un presupuesto más reducido. Marte ha sido visible de manera única durante el año pasado por esa razón, de manera especial, el pasado diciembre:

2 Comentarios

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  • La aventura espacial, en estos últimos años ha avanzado sobremanera. La ISS, los transbordadores espaciales, etc... Ahora entran más paises en juego, especialmente China. También la empresa privada entra en juego, Elon Mask, con sus cohetes reutilizables, y sus despliegues masivos de satélites. Son tiempos "espaciales", la ficción se va haciendo realidad. Buenos tiempos para la ciencia, y esperemos que todo esto redunde en la humanidad, lo necesitamos.

  • El ser humano jamás podrá llevar vida humana a otros planetas. Nuestro Dios maravilloso nunca permitirá al hombre a hacer tales cosas. Solamente recordemos el pasaje de la construcción de la Torre de Babel.