El ‘cheque bebé’ anunciado por la presidenta reelegida de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, podría beneficiar a unas 12.000 mujeres, según los datos de nacimientos de la Comunidad de Madrid, que registra que una de cada cinco mujeres que tuvieron un bebé en 2019 eran menores de 30 años.
Eso, si cumplen con las otras condiciones anunciadas por Ayuso, como contar con una renta inferior a 30.000 euros anuales y llevar al menos 10 años empadronadas en la región, según ha anunciado durante la primera jornada del Debate de Investidura en la Asamblea de Madrid.
Para ellas, la presidenta de la CAM ha prometido una ayuda de 500 euros mensuales desde el quinto mes de embarazo y hasta que su hijo cumpla dos años, con un total de 14.500 euros.
El anuncio se produjo después de que el INE diera a conocer que la edad media de maternidad es de 32,3 años en 2020 y el número de nacimientos disminuyó un 5,9%. En concreto, en Madrid la caída fue de un punto más (6,9%), la tercera comunidad autónoma en la que más se redujo.
La ayuda propuesta por Ayuso recuerda a la que se aprobó en 2007 por el entonces presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero. ¿Cuáles eran las diferencias entre ambas?
El 'cheque bebé' de Zapatero
En julio de 2007 el ejecutivo del PSOE llevó al Consejo de Ministros la propuesta de un proyecto de ley para aprobar un ‘cheque bebé’ de 2.500 euros por nacimiento o adopción en un pago único, que entró en vigor en noviembre de ese año.
Los requisitos para esta ayuda eran que el nacimiento se hubiera producido en territorio español o, en caso de adopción, que se constituyera o fuera reconocida por la autoridad española competente. Tanto en nacimiento como en adopción, la persona beneficiaria tenía que haber residido de forma legal y continuada en territorio español durante al menos los dos años anteriores. Además de reconocer adopciones, también se entregaba a parejas del mismo sexo.
La ayuda se entregaba el mes siguiente del nacimiento y era compatible con otras como la deducción por maternidad, con la que se buscaba fomentar la incorporación de la mujer al mercado laboral, o con las prestaciones por hijo a cargo. Para las madres solteras, familias numerosas o madres de recién nacidos con una discapacidad, la ayuda se incrementaba en 1.000 euros más.
Según publicaba el diario ABC, en 2009 el cheque benefició a casi medio millón de familias. La prestación duró poco más de tres años, hasta 2011, y Hacienda consideró que el fin de esta medida ahorraría 1.250 millones de euros a las arcas públicas.
Las diferencias entre los dos 'cheques bebé'
Teresa Castro, demógrafa del CSIC y coautora del estudio ¿Cómo mejorar la natalidad en España?, publicado por Fedea en enero de 2021, considera que la medida propuesta por Ayuso “es muy restrictiva, sobre todo que solo es para madres de menos de 30 años y la realidad de la CAM y de España es que la edad al tener el primer hijo es más tardía. Si realmente se quiere apoyar a las madres en los gastos del primer hijo, no tendría que tener límite de edad (...) El retraso de la edad al primer hijo, la tendencia de las últimas décadas nunca se ha revertido, nunca se ha rejuvenecido”.
Aunque también señala que, a diferencia de la de Zapatero, la ayuda de Ayuso establece un límite de ingresos. “Si el objetivo es subir la natalidad, cuanto más universal, mejor, sin limitaciones de edad o tipo de pareja. Pero tiene que haber un límite de renta para que la ayuda vaya a quien la necesite”, dice Castro. Para la experta, el requisito de llevar 10 años empadronada resulta excesivo, “sobre todo para la población más joven, que es más móvil y que no se empadrona hasta encontrar un empleo estable”.
Libertad González, profesora de Economía de la Universidad Pompeu Fabra y autora de varios estudios sobre políticas públicas de natalidad, coincide en que la universalidad de la ayuda de Zapatero fue uno de los aspectos más criticados. Sin embargo, añade que en la propuesta de Ayuso no se explican los requisitos de residencia y edad. “No entiendo bien el razonamiento; es una ayuda muy generosa pero con un grupo de perceptoras muy limitado. Si se quiere evitar un efecto llamada, con un año de residencia basta. Tampoco veo claro por qué se incentiva la maternidad temprana”.
“El grupo objetivo es madres jóvenes, de renta baja y nativas de Madrid, pero no sabemos cuál es el criterio”, añade González.
¿Sirve este tipo de incentivos?
“Las ayudas económicas directas pueden influir en el calendario de nacimientos, pero no tienen un impacto visible en el número final de hijos”, apunta Castro.
Por ejemplo, el cheque bebé de Zapatero “no tuvo un impacto significativo en la tasa de fecundidad, aunque sí tuvo un efecto positivo en la participación femenina en el mercado de trabajo”, como se recoge en otro estudio de 2017.
Castro también señala que estas medidas no abordan las demás barreras que existen para tener hijos. “Normalmente, una medida puntual no funciona. Hay que apoyar todos los factores estructurales detrás del retraso de la maternidad, sobre todo, la inestabilidad en el trabajo. La precariedad laboral es el principal factor que incide. Pero también el acceso a la vivienda, la emancipación de los jóvenes más temprana, la conciliación o el acceso garantizado a escuelas infantiles de calidad, a poder ser gratuitas”, añade. “Se trata de favorecer el bienestar de las familias y no tanto de aumentar la natalidad, porque las posibilidades de éxito solo de esto último son reducidas”.
El coste de la crianza
Save the Children estima que el coste mínimo para poder criar a un niño en condiciones dignas en comunidades de coste de vida alto como Madrid es de 626 euros al mes, según publica en un informe de 2018.
“La medida anunciada no llegaría a cubrir las necesidades mínimas de crianza”, advierte Alexander Elu, experto en pobreza infantil de Save the Children, y coautor del estudio. “También advertíamos que la parte más importante del gasto de crianza corresponde a los gastos en la conciliación. Por tanto, una medida como esta no debería venir a cubrir recortes o un detrimento en la calidad de los servicios públicos de educación en primera infancia. Las dos cosas deberían ir en paralelo”.
Elu también resalta que esta medida no contempla las distintas situaciones o tipos de hogar. “Es importante que el nivel de apoyo se module de acuerdo con las dificultades específicas de hogares monomarentales”. “No se va a lograr incentivar la maternidad si no logramos acompasarlo con el acceso de empleo de calidad, conciliación… debemos ofrecer esto antes que ayudas puntuales que, además, si desaparecen a los dos años, tampoco permiten un apoyo público continuado”.
Fuentes
- Comunidad de Madrid
- El coste de la crianza, Save The Children
- ¿Cómo mejorar la natalidad?, Fedea
- INE
- Tasa de natalidad, INE
- Teresa Castro, demógrafa del CSIC
- Libertad González, de la Universidad Pompeu Fabra
- Alexander Elu, experto en pobreza infantil de Save the Children