Los ceses y dimisiones que ha provocado la pandemia

Emilio Bouza, en una imagen de archivo. | Congreso
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En plena pandemia y en mitad del nuevo debate sobre si instaurar el toque de queda en la Comunidad de Madrid y el resto de España, el Servicio Madrileño de Salud ha anunciado el cambio en la dirección de tres de sus gerencias asistenciales: Planificación Estratégica, Atención Primaria y Hospitales.

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Marta Sánchez-Celaya ha dejado su puesto como gerente asistencial de Atención Primaria después de cinco años en el cargo, la doctora Bárbara Fernández será sustituida como directora de la Gerencia Asistencial de Hospitales por el doctor Antonio Juan Pastor y el doctor Daniel Álvarez Cabo dirigirá la Gerencia de Planificación Estratégica.

La Dirección de Gerencia del Servicio de Urgencias Médicas de Madrid,
SUMMA-112, será la única gerencia que se quede con la misma dirección, la del doctor Pablo Busca, como ha anunciado la Comunidad de Madrid a través en un comunicado [Consulta aquí la nota de prensa].

Con estos tres cambios, al menos cinco altos cargos ha dimitido o han sido cesados en menos de un mes en Madrid. El jueves 8 de octubre el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid hacía público el cese de dos altos cargos. El de María del Pilar Ponce, y el de Ana Dávila-Ponce, viceconsejeras de Organización Educativa y de Asistencia Sanitaria respectivamente.

Dos puestos clave en la gestión de la crisis de la pandemia. Estas dos mujeres de la Educación y Sanidad madrileña pasan a engrosar las listas de dimisiones y ceses que se han ido sucediendo desde que estallara la pandemia en España. 

Desde que se anunció el estado de alarma, el 13 de marzo, se han producido una treintena de destituciones y renuncias de cargos de responsabilidad relacionados con la gestión del COVID-19 en nuestro país. Cifras que incluyen a cuatro consejeros de Sanidad, máximos responsables a nivel autonómico después del ministro Salvador Illa. 

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Primer caso… y primera dimisión

El primer caso de coronavirus en España se confirmó en Canarias en enero. Para finales de marzo, María Teresa Cruz parecía tenerlo todo bajo control, con una de las incidencias más bajas del país. Pero la Consejera de Sanidad fue destituida por su presidente autonómico, Ángel Víctor Torres, que alegó razones debidas a la gestión de la pandemia. Durante los próximos días el Boletín Oficial canario publicaba un goteo de cambios en los equipos del Servicio Canario de Salud:

  • 26 de marzo. Cese de Blanca Méndez Sánchez, Directora del Servicio Canario de la Salud
  • 26 de marzo. Cese de Tomás Morales López, Secretario General Técnico de la Consejería de Sanidad
  • 27 de marzo. Cese de Concepción Gil Páez, Directora General de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud
  • 2 de abril. Dimisión de María Soledad Sanabria, Secretaria General del Servicio Canario de la Salud
  • 9 de abril. Dimisión de Susana Cantero Orpez, Directora del Área de Salud de Tenerife del Servicio Canario de la Salud
  • 30 de julio. Dimisión de María Josefa Alcaraz Barros, Directora del Área de Salud de El Hierro del Servicio Canario de la Salud
  • 5 de septiembre. Dimisión de Alberto Mario Pazos Astrar, Director del Servicio Canario de la Salud
  • 11 de septiembre. Dimisión de Francisco Manuel Artiles López, Director General de Recursos Humanos del Servicio Canario de la Salud

Además, María José Guerra Palmero, Consejera de Educación, Universidades, Cultura y Deportes presentó también su dimisión a finales de mayo después de que se pidiera su destitución por parte de varios colectivos en plena campaña del fin del curso escolar. 

El “estímulo” de la falta de EPIs

El 13 de mayo los equipos de protección (EPIs) ya escaseaban en Aragón y los profesionales sanitarios confeccionaban sus propios equipos ante la falta de suministro. Una actividad que, en palabras de la Consejera de Sanidad, suponía incluso un “estímulo” para los sanitarios. Palabras que ofendieron al colectivo. 

Las disculpas de la consejera Pilar Ventura por sus declaraciones no evitaron que días después compareciera junto al presidente Javier Lambán para presentar su dimisión. “Lo importante es la salud de los aragoneses. Entiendo que este es un interés que está muy por encima de mi cargo, es por lo que presento mi dimisión. Me equivoqué en mi expresión, pero jamás estuvo en mi intención. Ha sido muy complicado el suministro de EPIs”, concluyó la Consejera de Sanidad. 

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Una semana después siguieron los cambios en la gestión del COVID-19 en Aragón. El Boletín Oficial hacía efectivo el cese del Secretario General Técnico del Departamento de Sanidad, Félix María Gracia Romero.

Las comunidades más afectadas

Tres bajas en una semana. Es lo que suma el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso (PP). Los ceses de María del Pilar Ponce, y de Ana Dávila-Ponce, viceconsejeras de Organización Educativa y de Asistencia Sanitaria respectivamente, se hacían efectivos seis días después de la renuncia de Alberto Reyero, que anunció por carta a su presidenta su “paso al lado”. 

Reyero (Cs) aseguró, en referencia a las personas mayores, que seguiría luchando por los derechos de los más vulnerables, pero desde la Asamblea de Madrid, engrosando así lista de dimisiones y ceses relacionados con la gestión del virus del Gobierno de Ayuso: 

  • 8 de mayo. Dimisión de Yolanda Fuentes, directora general de Salud Pública. Estaba en contra de la petición del gobierno regional de que Madrid pasara a la fase 1 de la desescalada
  • 14 de mayo. Cese de Carlos Mur de Víu, director general de Coordinación Socio-Sanitario del Servicio Madrileño de Salud
  • 11 de septiembre. Dimisión de Manuel Ángel de la Puente, director general del Proceso Integrado de Salud del Servicio Madrileño de Salud
  • 26 de septiembre. Dimisión de Emilio Bouza, portavoz del Grupo COVID-19, 48 horas después de ser nombrado
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En Catalunya tres consejeros y consejeras han dejado sus puestos en septiembre, aunque las razones no están directamente relacionadas con la emergencia sanitaria. Se trata de Miquel Buch, de Interior, Maria Àngela Vilallonga, de Cultura, y Maria Àngels Chacón, de Empresa y Conocimiento. 

Además de estos cambios, la conselleria de Salut también se ha ido modificando a lo largo de la pandemia. Desde el departamento de Alba Vergés se han firmado dos dimisiones y seis ceses, entre ellos, el de la secretaria general del Departamento de Salut, Laura Pelay i Bargalló. 

Inicio del curso escolar en Asturias y La Rioja

La gestión de la pandemia también se ha jugado en el campo de la Educación. En Asturias dos altos cargos de esta consejería cambiaron en plena campaña de la vuelta al ‘cole’. En julio fue cesado Miguel Ángel Barón Gorreto, el director general de Personal Docente; y a diez días de empezar el curso escolar la directora general de Planificación educativa, Ana Isabel López Isla, presentaba la baja de su puesto, del que dependía la organización y coordinación de la vuelta a las aulas. 

El inicio del curso escolar tampoco fue fácil en La Rioja. En plenas vacaciones los medios publicaban que el Consejero de Educación y Cultura guardaba millones de euros en una Sicav. En agosto la presidenta socialista, Concha Andreu, cesó a su consejero, Luis Cacho Vidal, por estos hechos. Diez días después, y alegando “razones personales” dejaba también su puesto el Consejero de Sostenibilidad y Transición Ecológica, José Luis Rubio Rodríguez. 

En medio de esta polémica, en septiembre, dimitía el director general de Salud Pública de La Rioja, Enrique Ramalle, y dejaban sus puestos el subdirector general de Coordinación Socio Sanitaria y Cuidados, y el secretario general Técnico de la Consejería de Salud.

Elecciones en pandemia

El 12 de julio -ya no se podía retrasar más- se dio la cita electoral en País Vasco y Galicia, entre confinamientos y urnas. Sin sorpresas, los presidentes autonómicos Íñigo Urkullu (PNV) y Alberto Núñez Feijóo (PP) revalidaron sus mayorías. 

Y los dos líderes regionales aprovecharon para renovar sus respectivas consejerías de Sanidad. Nekane Murga y Jesús Vázquez dejaron sus puestos como consejera de Salud del País Vasco y consejero de Sanidad de Galicia.

En septiembre los cambios en la gestión de la pandemia seguían en Galicia, con la dimisión y cese del director general de Salud Pública, Andrés Paz Ares, y del gerente del Servicio Gallego de Salud, Antonio Fernández-Campa respectivamente. 

Un virus recorre Europa

Los altos cargos de Sanidad de los distintos gobiernos que forman la Unión Europea tampoco han sido inmunes a la primera ola de la pandemia. En marzo el parlamento holandés ya debatía las medidas a poner en marcha para frenar los contagios, cuando el ministro de Cuidados Médicos se desmayó en plena sesión. 

Después del incidente el ministro, Bruno Bruins, explicó en Twitter que se había desmayado porque estaba “exhausto” y que tenía que descansar, pero que seguiría trabajando en la lucha contra el COVID-19. Un día después el gobierno de Mark Rutte anunciaba la renuncia de su ministro “agradeciéndole los importantes servicios” prestados. 

Las instituciones de la unión tampoco han escapado a las complejidades de gestionar la pandemia nada más llegar de Wuhan. A finales de marzo el director del Consejo Europeo de Investigación expresaba su “extrema decepción con la respuesta europea al COVID-19” y abandonaba una institución que reaccionó criticando duramente su falta de compromiso con su cargo en un comunicado.  

Hace unas semanas la República Checa pasaba a ser el segundo país de la Unión Europea con más incidencia del virus. Una escalada de rebrotes que no resistió el ministerio de Sanidad. Su ministro, Adam Vijtech presentó su dimisión, alegando que la llegada del COVID-19 había “impedido introducir cambios” en el sistema de salud checo, según informó Radio Prague

La irresponsabilidad de algunos altos cargos a la hora de saltarse las restricciones impuestas para frenar la pandemia también ha jugado un papel fundamental a la hora de dejar sus puestos, comenzando incluso por los científicos. 

El epidemiólogo del Imperial College London, Neil Ferguson, se vio obligado a dimitir después de que el diario británico The Telegraph desvelara que el experto en virus había recibido visitas de “su amante”, saltándose así todas las restricciones a la movilidad y distancia social en Londres. 

Otro viaje, esta vez más largo, de Bruselas a Irlanda, terminó también en despido. Phil Hogan, comisario europeo de Comercio, hizo caso omiso a las restricciones para visitar su país de origen, sin dejar a la presidenta de la comisión, Ursula von der Leyen, más opción que la de aceptar su renuncia. 

Pero el viaje de Hogan no fue en solitario. Durante su recorrido por Irlanda participó en un evento con cerca de un centenar de personas, entre ellos, el ministro de Agricultura Irlandés. Dara Calleary tuvo que presentar su dimisión, también por saltarse las restricciones, horas después de haberse dirigido públicamente a los jóvenes del país para concienciarnos sobre los peligros del contacto social. “Covid loves to party”, advirtió el ministro antes de ser pillado saltándose las restricciones. “El COVID-19 ama la fiesta”, aventuró Hogan. 

Fuentes: 

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