Radiografía de las centrales térmicas de carbón: la producción de electricidad cae casi un 90% desde 2011

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Año a año, las centrales térmicas de carbón, así como su producción de energía, han ido perdiendo peso en el mix eléctrico español. Desde 2011 hasta 2021, la generación de electricidad con carbón se ha reducido un 88%, como recogen los informes anuales de Red Eléctrica Española (REE).

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Esta caída viene provocada por el cierre de la mayoría de las centrales térmicas de carbón en España. Pero, a diferencia de lo que ocurre con las centrales nucleares, no hay ninguna norma –ni en el ámbito internacional ni en el español– que marque una fecha límite para su cierre.

Sin embargo, la crisis energética y el corte de suministro de gas por parte de Rusia ha obligado a los países europeos a tomar medidas respecto a las centrales térmicas de carbón. 

En 2021, el carbón cubrió solo un 2% de la demanda eléctrica, 13 puntos menos que hace diez años

Las fuentes de energía que alimentan la red eléctrica española han variado en la última década, pero es el carbón el que protagoniza la mayor caída en cuanto a producción energética peninsular: entre 2011 y 2021, su producción ha pasado de 40.412 GWh a 4.941 GWh (-87,7%).

Este descenso ha provocado que el peso del carbón en el mix energético también se haya reducido. Hace diez años, en 2011, su representación era del 15,3% sobre el total de energía generada y en 2015 llegó a ser la segunda fuente que más demanda cubría (20%). En 2021, últimos datos disponibles, fue la séptima, con un 2% de peso en el mix energético, como señala el informe anual de REE.

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A diferencia de lo que ocurre con la energía nuclear, no hay un calendario de cierre para las centrales térmicas de carbón. Como explica a Newtral.es Diego Rodríguez, catedrático de Economía de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el cierre de instalaciones de carbón es decisión de las empresas.

A día de hoy, quedan tres centrales térmicas de carbón activas en la península: las asturianas Soto Ribera y Aboño, de la energética portuguesa EDP, y la de As Pontes (A Coruña), que, como ha señalado el gabinete de prensa de Endesa a Newtral.es, solicitó en 2019 la autorización para su cierre al Ministerio de Transición Ecológica. 

El cierre de las centrales térmicas de carbón en España

Las centrales térmicas de carbón han ido cerrando debido a diversos motivos, pero, como explica Rodríguez, no hay ninguna norma ni española ni europea que obligue a los Estados a cerrar las centrales térmicas de carbón, sino que el mix eléctrico de cada país es una decisión de cada uno, “por eso son tan diversos entre ellos”.

“Lo que sí hay es una obligación de emitir menos CO2 en el total de la economía del país”, explica Rodríguez. En el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) elaborado en 2019 y al que la Comisión Europea dio el visto bueno, el Gobierno planteaba la posible inactividad de las centrales térmicas de carbón “como resultado de la decisión adoptada por las empresas propietarias de no realizar las inversiones correspondientes a los requerimientos de la Unión Europea relativos a emisiones contaminantes”.

“Las centrales térmicas de carbón que hayan realizado los trabajos necesarios para su adaptación a la normativa europea en materia de emisiones para el año 2020 (en torno a 4,53 GW) continuarán operativas hasta el año 2030”, establecía el PNIEC. 

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Rodríguez matiza que un instrumento básico para conseguir la reducción de emisiones es “ir cerrando las centrales de carbón porque son altamente emisoras de CO2”. De hecho, según los datos recopilados por REE, las emisiones de dióxido de carbono emitido por centrales térmicas de carbón han disminuido casi un 90% en los diez últimos años, pasando de 41 millones de toneladas en 2011 a 4,8 en 2021.

Rodríguez, además, señala otro motivo para el descenso de esta fuente de energía: la competitividad. “En los últimos años, antes de todo lo que estamos viviendo ahora, el carbón era desplazado del mercado porque el gas era más competitivo, no solo por lo que cuesta, sino también porque, como con el carbón se emite más CO2, se necesitan más derechos de emisión, por lo tanto, sale más caro producir con carbón”, aclara el experto. 

Las empresas que tenían centrales de carbón fueron solicitando su cierre al Ministerio, pero, como señala Rodríguez, la Comisión Europea sí instó a que invirtieran para reducir sus emisiones de NO2 para seguir produciendo, es decir, desnitrificar. “Muchos propietarios (Endesa, EDP, Iberdrola…) prefirieron cerrar las centrales térmicas de carbón y fueron pidiendo la autorización”, subraya el experto de la UCM, que insiste en que todo se desarrolló “de forma natural”: ante una central que no produce, se solicita el desmantelamiento. 

Como conclusión, Rodríguez apunta a dos causas que motivaron la tendencia al cierre de las centrales térmicas de carbón: las altas inversiones para modernizar la producción y el coste comparativo del carbón con el gas, tanto como el producto en sí como la necesidad de comprar derechos de emisión.

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La crisis energética de Europa alarga la vida del carbón 

La presión de Putin con el suministro de gas está haciendo que los distintos Gobiernos europeos cambien sus políticas energéticas. 

En España, el Gobierno solicitó un informe a REE para comprobar si la central de As Pontes (parada actualmente) podría alargar su periodo de vida ante un corte de suministro de gas pese a no estar a favor de ampliarla (tampoco Endesa).

No obstante, como explican desde el gabinete de prensa de Endesa a Newtral.es, el 19 de septiembre el Ministerio para la Transición Ecológica afirmó que autorizará el cierre de dos de los cuatro grupos de la central. En cuanto a los otros dos, su cierre “estará condicionado al refuerzo de la disponibilidad de potencia en el sistema eléctrico por la actual situación de crisis derivada de la guerra de Ucrania”, explican desde la energética. 

Después de reducir durante 36 años su generación eléctrica a partir del carbón, Alemania anunció en agosto que ampliará el periodo de actividad de las centrales térmicas por la crisis energética actual. El ministro de Economía y Protección del Clima alemán, Robert Habeck, se refirió a esta ampliación como una “decisión amarga, pero necesaria”, como recoge la nota de prensa del Ejecutivo. 

En Francia, el Ejecutivo de Macron está siguiendo una estrategia similar a la germana. Como informó Le Monde, la central térmica de carbón Emile-Huchet en Saint-Avold reanudará su actividad ante una posible escasez de electricidad de cara al invierno. 

Fuentes
  • Diego Rodríguez, catedrático de Economía de la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
  • Informes anuales de REE
  • Sitio web de EDP
  • Gabinete de prensa de Endesa
  • Nota de prensa del Gobierno de Alemania
  • Publicación de Le Monde