Cataluña inicia su cuenta atrás para la repetición electoral después de que el candidato de ERC, Pere Aragonès, no haya conseguido ser investido como president de la Generalitat en la segunda votación de su sesión de investidura. El republicano ha recabado 42 votos a favor -los 33 de su grupo parlamentario y los 9 de la CUP-, pero su hasta ahora socio de gobierno, JxCat, ha decidido que sus 32 diputados se abstuvieran.
El partido de Carles Puigdemont ya adoptó esta posición en la primera votación, celebrada el pasado viernes 26 de marzo. En aquella ocasión, Aragonès necesitaba la mayoría absoluta de la Cámara catalana -68 escaños- para convertirse en presidente. Este martes sólo le hacía falta una mayoría simple -más síes que noes-, pero tampoco la ha conseguido.
El calendario para una repetición electoral (o no) en Cataluña
Tras la segunda votación fallida, todo el proceso de la investidura vuelve a empezar. La presidenta del Parlament, Laura Borràs, deberá llevar a cabo una ronda de consultas con todos los partidos con representación parlamentaria, tras la cual propondrá un candidato para la investidura. Una vez salvado este primer paso, se celebrará, de nuevo, un primer pleno donde el aspirante a la presidencia deberá recabar la mayoría absoluta y un segundo en el que le bastará la mayoría simple.
Este proceso se repetirá tantas veces como sea necesario para lograr la mayoría parlamentaria, hasta completar el periodo máximo de dos meses. La cuenta atrás se inició el mismo día en el que se celebró el primer pleno de investidura, por lo que si el próximo 26 de mayo no hay un nuevo presidente, el Parlament se disolvería y se convocaría una repetición electoral en Cataluña. En este supuesto, los comicios se celebrarían entre los 40 y 60 días después de la convocatoria.
Los candidatos
El candidato que tiene más probabilidades de ser propuesto por la presidencia del Parlament es, de nuevo, Aragonès. No obstante, el socialista Salvador Illa también podría solicitar disponer de un intento, ya que el PSC fue el partido más votado en las elecciones catalanas, pese a obtener los mismos escaños (33) que ERC.
De hecho, este segundo fracaso de Aragonès podría allanar el camino a Illa, que durante el pleno de este martes se ha mostrado dispuesto a liderar una “alternativa” para Cataluña. Si el exministro de Sanidad consigue que En Comú Podem le asegure el sí de sus 8 diputados, Borràs tendría muy difícil negarle la oportunidad de ser investido a Illa, pues contaría con sólo un sí menos que Aragonès.
Las negociaciones
ERC y la CUP ya han cerrado un preacuerdo por el cual los anticapitalistas se comprometen a apoyar a Aragonès, pero JxCat se resiste a llegar a un pacto con el equipo negociador republicano.
Los principales puntos de fricción entre ambas formaciones son:
- El papel del Consell per la República: ambos partidos están de acuerdo en que debe haber un órgano que pilote el procés de manera externa al Govern. Junts quiere que el Consell -creado y dirigido por Carles Puigdemont- se encargue de este asunto, pero ERC defiende la creación de una estructura más “neutral”.
- Referéndum: la CUP y ERC defienden la celebración de un referéndum pactado con Madrid, mientras que Junts cree que esta opción deslegitima el 1-O.
- Fondos europeos de recuperación: Esquerra quiere que los gestione un nuevo departamento todavía sin especificar, pero que dependa de presidencia. Por su parte, Junts defiende que deben ser gestionados por Economía, una consellería que esperan liderar.
- Educación: el preacuerdo firmado por la CUP y ERC incluye un punto en el que se habla de “recuperar” centros privados y concertados hacia la educación pública. Por el contrario, JxCat apuesta por un “modelo mixto”, sin distinción entre tipologías de centros, e incluso ha llegado a presentar una enmienda a la Ley Celaá por considerar que no protege el modelo concertado.
Evitar la repetición electoral
JxCat ha asegurado que en sus planes no está repetir las elecciones. En palabras de su secretario general, Jordi Sànchez, el acuerdo llegará “en los próximos días o semanas”. El partido de Puigdemont también ha descartado que vayan a proponer a ERC que designe un candidato alternativo a Aragonès, una medida de presión que la CUP sí ejerció con ellos en 2016.
La única alternativa si Junts se mantiene en la abstención sería que los socialistas regalaran su abstención a Aragonès en una segunda votación. No obstante, esto es poco probable, porque ambos partidos se han vetado mutuamente tanto durante la campaña electoral como tras los comicios. Los partidos no independentistas -PSC, En Comú Podem, Vox, Ciudadanos y PP- sólo suman 56 escaños, por lo que ni siquiera lograrían una mayoría simple si, como es previsible, los 74 diputados independentistas votaran en contra de la investidura de un candidato unionista.
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