La ONU cree que la capa de ozono se recuperará en los próximos 40 años gracias a la prohibición de sustancias químicas

capa de ozono recupera
Shutterstock
Tiempo de lectura: 3 min

La capa de ozono se está recuperando. Es una de las conclusiones de un análisis que ha publicado la ONU en el que prevé una restauración del “escudo protector del planeta” en 40 años si se mantienen “las políticas climáticas actuales”.

Publicidad

En concreto, “se espera que la capa de ozono recupere los valores de 1980 [antes de que apareciese el agujero] hacia 2066 en [la parte que cubre] la Antártida y en 2045 en el Ártico”. Para el resto del planeta será más rápido: en 2040.

Además, esta mejora puede contribuir a reducir el calentamiento global y evitar un aumento de las temperaturas. “Las medidas adoptadas en relación con el ozono sientan un precedente para la acción climática (…) y nos muestran lo que debe hacerse para abandonar los combustibles fósiles, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el aumento de las temperaturas”, como explicó el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas. 

Este informe forma parte de un proceso de evaluación del Protocolo de Montreal, un acuerdo mundial que entró en vigor en 1989 con el objetivo de eliminar las sustancias químicas que provocaron el agujero en la capa de ozono. 

La reducción de productos químicos nocivos, clave en la recuperación de la capa de ozono

La capa de ozono es una región de la estratosfera (la parte más alta de la atmósfera) que está compuesta por grandes cantidades de ozono y “actúa como un escudo invisible que nos protege de la radiación ultravioleta del sol”, que puede llegar a ser dañina para la vida en la Tierra, como explican desde el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

La ONU cree que su recuperación se debe a la progresiva prohibición de sustancias químicas que la han ido erosionando con los años. El documento insiste en que el descenso de hasta “un 99%” que se ha producido en el uso de estos productos, también conocidos como SAO, permitirá rebajar el impacto del calentamiento global, evitando que el planeta se caliente hasta medio grado más a finales de siglo. 
Algunas de estas sustancias se emplean en “miles de productos en el día a día de todo el mundo”, apunta la PNUMA. En general, los SAO se utilizan en espumas aislantes, extintores, productos de limpieza o aerosoles, como recoge este programa de la ONU.

Publicidad

Tal es el daño que han causado a la atmósfera, que algunas de estas sustancias están reguladas por la Unión Europea desde 2009. En total, la legislación comunitaria supervisa “unas 20 sustancias sobre las que existen prohibiciones o restricciones a su uso, producción o comercialización”, como explica la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA). Algunas de ellas, como los clorofluorocarbonos (CFC), se solían usar en “sistemas de refrigeración, aire acondicionado y bombas de calor”.

En los últimos años, tras su limitación, los CFC se han ido sustituyendo por otras sustancias, los  hidroclorofluorocarbonos (HCF), como explican desde el Ministerio de Transición Ecológica. Pero una enmienda al Protocolo de Montreal que se introdujo en 2016 obligó a reducir de forma progresiva su producción y uso porque, aunque “no agotan directamente el ozono, son potentes gases de efecto invernadero”, apunta la OMM.

Además, “el reto que plantean los gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, es aún mayor, ya que permanecen en la atmósfera mucho más tiempo y, a diferencia de los CFC, son producidos por unas pocas empresas”, las emisiones procedentes de combustibles fósiles están aún “más extendidas e integradas en casi todas las actividades de la sociedad”, concluye Fahey.

El agujero en la capa de ozono se ha ido reduciendo desde hace 20 años

Esta evaluación de la ONU forma parte de un estudio que analiza el impacto de las medidas de los acuerdos de Montreal en la capa de ozono. A mediados de la década de los 80, se detectó un agujero en esta zona provocado por la “acumulación en la atmósfera de gases” perjudiciales para el planeta, explican desde el PNUMA. 

Publicidad

A lo largo de los últimos 20 años, “la superficie y la profundidad” de ese agujero se han ido reduciendo, sobre todo por la disminución del uso de las SAO, aunque en los últimos tres años las condiciones meteorológicas también han influido, según la OMM.

Evolución de la capa de ozono en la región de la Antártida (EEA)

Sin embargo, es difícil predecir con antelación cómo irá evolucionando exactamente el tamaño del agujero porque, “debido a la variabilidad anual, se incrementa o se reduce dependiendo de la temperatura de la estratosfera”. Aunque se ha detectado “una tendencia gradual y firme hacia la recuperación”, como confirma el estudio de la ONU y ya señaló en septiembre del año pasado Megumi Seki, la secretaria ejecutiva de la Secretaría del Ozono del PNUMA.

A pesar de los esfuerzos de las organizaciones ambientalistas, no todo el mundo tiene claro qué es y qué relación tiene la capa de ozono con el cambio climático. En un estudio reciente sobre la cultura científica en España, la Fundación BBVA detectó deficiencias en la comprensión de determinadas cuestiones medioambientales, ya que solo el 27% de los españoles encuestados “reconoció la falsedad de que el cambio climático se produce debido al agujero en la capa de ozono”. En este caso, son procesos relacionados, pero “obedecen a distintas causas”, como detalla el PNUMA.

Fuentes
Publicidad