Algo pasa en el cerebro cuando se te mete una canción y no te la puedes sacar de encima. Ese martilleo de música, sin embargo, no se registra una actividad neuronal especialmente intensa. Es más: acaban de descubrir que el cerebro que canturrea muestra signos propios de estar sometido a un silencio. La música en la cabeza ‘va por libre’.
Según ha publicado un equipo del Trinity College de Dublín (Irlanda) en JNeuroscience , cuando escuchamos música, el cerebro intenta predecir lo que vendrá después. Eso supone un patrón, pero una sorpresa, como una nota fuerte o un acorde malsonante, aumenta la actividad cerebral. Es decir, está menos activo con la música conocida que con la nueva o que no sigue los patrones esperados.
Giovanni M Di Liberto, Guilhem Marion, Shihab Shamma llevan años tratando de descifrar la música a nivel cerebral. Esta vez, pusieron a un grupo de músicos profesionales a escuchar e imaginar en dos tantas música de Bach varias veces. “Ideamos una metodología de descifrado basada en una métrica que correlaciona señales de electroencefalograma para descifrar melodías”, explican los autores.
La actividad del cerebro mientras se imaginaban música tenía la polaridad opuesta de la actividad mientras se escuchaba música. Una positiva y otra negativa. Lo llamativo es que eso ocurrió cuando se sustituía un trozo de canción por silencio. Es decir, cuando pudo haber habido una nota, pero no la hubo. No hay información sensorial durante el silencio y durante la música imaginaria, por lo que esta actividad proviene de las predicciones del cerebro. No puede venir de otro sitio.
Enséñame tu encefalograma y dime qué música canta tu cerebro
“Demostramos que es posible descifrar de manera precisa melodías en sujetos individuales y a nivel de unidades musicales individuales, tanto a partir de señales de encefalograma registradas durante la escucha como la imaginación“ explican los autores.
El equipo de investigación también descifró la actividad del cerebro para determinar qué canción estaba imaginando alguien. Los investigadores vieron que la música es más que una experiencia sensorial. En cambio, el cerebro sigue haciendo predicciones incluso cuando no se reproduce música.
Estos resultados indican que las señales neuronales de baja frecuencia codifican información más allá de la sincronización de las notas, especialmente con respecto a las señales de la corteza del cerebro, que se encargar de procesar si la música es aguda o grave.
"Ese martilleo de música, sin embargo, no se registra una actividad neuronal especialmente intensa." A ver.. que ésta ya me ha martillado el cerebro! ☺ En cuanto al resto, gracias!