Euforia, bienestar, relajación, risa fácil, locuacidad… Todos son efectos psicológicos del consumo de cannabis, la droga ilegal más consumida en España. Ansiedad, síntomas paranoides, pánico, esquizofrenia o psicosis son también consecuencias clínicas asociadas al cannabis, que está detrás de la mitad de las urgencias relacionadas con el consumo de sustancias y es la responsable de más del 95% de las admisiones de menores a tratamiento. Éstas son algunas de las conclusiones del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones en su monografía sobre el cannabis, que ahonda en las conclusiones que hace ya más de un lustro que sostienen diferentes estudios científicos: la relación entre el consumo de marihuana o hachís con la salud mental.
“Tanto en los centros de tratamiento de adicciones como en las urgencias de psiquiatría vemos todos los días cómo la relación entre el consumo de cannabis y enfermedad mental es una realidad muy preocupante”, señala a Newtral la psiquiatra María Robles, que destaca que los adolescentes tienen cada vez “menor percepción de riesgo de su consumo y se inician a una edad más temprana”.
En la mayoría de los casos se toma para experimentar, al final de la adolescencia o al inicio de la edad adulta, y se abandona, pero algunos de esos consumidores acabarán desarrollando abuso o dependencia. Es aquí donde está el principal problema. En 1996, las admisiones a tratamiento por cannabis suponían menos del 5% del total de admisiones por abuso o dependencia de sustancias psicoactivas. El peso del cannabis ha ido aumentando y hace diez años superó por primera vez a la heroína. Hoy alcanzan el 28,4% de las admisiones, solo superadas por la cocaína (44,7% del total). Pero cuando se desglosan los datos por edad, las cifras cambian. En los menores de 18 años, el 95,2% de las admisiones a tratamiento son por cannabis.
El cannabis: un problema de salud para los menores
De media, los españoles se estrenan con el cannabis a los 14,9 años, la edad de inicio más baja de todas las sustancias ilegales. Y desde 2014, el número de estudiantes de entre 14 y 18 años que empieza a consumir ha ido aumentado progresivamente, aunque el último dato, coincidiendo con la pandemia, ha sufrido un descenso. “La Covid-19 ha disminuido el consumo de cannabis en ambos sexos y en todos los grupos de edad, en especial en los grupos más jóvenes”, señala el informe de Sanidad, que concluye que esto refuerza la idea de que “disminuir la oferta y disponibilidad es eficaz para reducir el consumo, sobre todo entre menores y jóvenes”.
El principal problema es que los efectos del cannabis en la adolescencia o en la infancia son “mucho más graves que en la edad adulta”, como apunta Robles. “El cerebro adolescente es aún inmaduro, que forma cada día sus circuitos neuronales. Las sustancias psicoactivas inciden directamente en la maduración cerebral, y esto tendrá consecuencias en las funciones cognitivas como la memoria, la atención, la actividad motora…”, explica la psiquiatra.
Un “disparador” para brotes psicóticos
Miquel Bioque, psiquiatra de la Unidad de Esquizofrenia del Hospital Clínic de Barcelona, destaca que “la relación del cannabis con varios trastornos mentales, como la ansiedad, la dependencia al consumo o incluso trastornos psicóticos es clara”. En un estudio reciente que elaboraron en 16 hospitales del país, concluyeron que el 50% de las personas que llegan a hospital con un primer episodio psicótico son consumidores habituales de cannabis.
Para sufrir un trastorno psicótico, en los que Bioque es especialista, es necesario tener una predisposición genética. De entre los “disparadores ambientales”, aquello que hace que las personas con predisposición se les desencadene un brote psicótico, el cannabis es de los que más riesgos tiene. “A día de hoy sabemos que puede triplicar el riesgo de aparición de psicosis, sobre todo en sujetos vulnerables”, explica Robles.
“La edad de inicio y la cantidad de consumo influye muchísimo”, señala Bioque. También la cantidad de THC, el tetrahidrocannabinol, uno de los principios activos del cannabis. Robles coincide: “A mayor concentración de THC, mayor riesgo de episodios psicóticos”.
Mayor concentración de THC
El Ministerio de Sanidad advierte de que el aumento de la concentración de THC en los productos decomisados podría estar en la base de que hayan crecido las urgencias relacionadas con el cannabis. “La marihuana que se fumaba en los 50 tenía alrededor de un 3% de THC; ahora se venden con un 20%”, señala Bioque. Y los datos van a esa línea: según las estadísticas del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, en 2020 el contenido medio de THC de la hierba de cannabis fue del 11,99%, frente al 4,5% de 2002. En la resina, el porcentaje de THC se eleva al 28,9, frente al 12,4% de 2002.
“Empecé a fumar marihuana con 16 o 17 años, y no era consciente de lo que estaba haciendo. Y cuando me quise dar cuenta, ya estaba teniendo un problema”. Quien habla es Eduardo Matute, que contó en laSexta Columna cómo su consumo siendo menor derivó en brotes psicóticos que necesitaron tratamiento. “Fumaba marihuana para divertirme, con mis amigos, pero con el tiempo lo hacía como una evasión. Empecé a oír voces de la naturaleza, y eso fue horrible para mí”, dijo. El suyo es uno de esos casos de personas vulnerables que desconocen que lo son hasta que el disparador del cannabis activa el brote. “En muchas ocasiones, esa predisposición genética a trastornos psicóticos habría llevado a que se presentaran en cualquier caso, pero el cannabis lo dispara y empeora mucho el diagnóstico”, dice Bioque.
- Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones. Monografía Cannabis 2022. Plan Nacional sobre Drogas
- National Center for Injury Prevention and Control, Centers for Disease Control and Prevention
- Informe Europeo sobre Drogas 2022
El riesgo para los menores lo genera la prohibición.
Revisen los datos de Canadá.
Que falta de rigor en este artículo. Sólo se consultan organismos oficiales posicionados claramente en contra del cannabis.
Datos falseados sin comprobar la realidad.
Que en los años 50 la concentración de thc era del 3% y en el 2002 4,5% muestra claramente la ignorancia, poco rigor periodístico y no contrastar los datos (un ejemplo, la variedad White widow una de las más famosas y consumidas se creó en 1994 y puede llegar a un 20% de thc).
Se hablan de porcentajes pero no de cifras lo cual lleva a confusión.
Que el 95% de las admisiones son causadas por el cannabis actualmente, no indica un mayor número de personas sino que el consumo de drogas consideradas mucho más perjudiciales para la salud, según la onu, esta disminuyendo.