Más digitalización y gestión emocional: los cambios que propone el Gobierno en el plan de estudios de Magisterio

Sin fecha definitiva, pero sí con un rumbo diferente y claro. El Ministerio de Universidades ha publicado dos borradores de órdenes ministeriales con los cambios que propone para el plan de estudios del grado de Magisterio, tanto para Educación Infantil como Primaria. Entre estas modificaciones, las órdenes incluyen la organización de los cursos y la distribución de los créditos para aprobarlo.

Es aquí donde ha surgido la polémica. Por un lado, porque las órdenes propuestas por Universidades reducen las horas y créditos de asignaturas como Matemáticas, y por otro lado, porque añade más créditos a clases como Fundamentos de la Inclusión Educativa y Atención a la Diversidad. Según los expertos consultados por Newtral.es, estos cambios en el plan de estudios de Magisterio van en línea con la propuesta educativa de la ley de educación del actual Gobierno, la LOMLOE, aunque plantean que no resuelve los problemas del sistema educativo español.

Atención a la diversidad y respeto en las aulas: cambios en el plan de estudios de Magisterio

Aunque las órdenes ministeriales siguen en debate y todavía no se han aprobado, en ellas se pueden ver los cambios que propone el Ministerio de Universidades con respecto a asignaturas que en el anterior plan de estudios de este grado, como el que recoge la Universidad Complutense de Madrid, no eran obligatorias y ahora pasan a serlo, como la Atención a la Diversidad.

En este sentido, Belén Espejo, profesora de Política Educativa en la Universidad de Salamanca, asegura que “estos cambios tienen mucha relación con el nuevo imaginario de la LOMLOE, son coherentes con la ley”, y explica que el cambio propuesto se enfoca en cuestiones generales que recoge la norma como “la digitalización de la educación, las competencias personales o la sostenibilidad”. “Hay un desarrollo curricular importante en cuanto a la competencia tecnológica, de la gestión de las emociones o de las habilidades sociales y personales”, asegura.

Aun así, Espejo señala que a pesar de que la digitalización esté de forma constante en las órdenes (supone alrededor de 12 créditos universitarios), “no se aplica en todas las materias de forma clara, como podría ser valores, plástica o Educación Física”.

Enric Prats, profesor de la Facultad de Educación en la Universidad de Barcelona, señala que “las órdenes no aplican con coherencia los principios que declaran de digitalización, diversidad o atención a las emociones. Por mucho que detallen las asignaturas, no llegan ni responden a las lógicas que se plantean ahora en las aulas”.

Poner el foco en competencias curriculares que necesitan los alumnos de Magisterio

Para ambos expertos, los cambios en los planes de estudio se quedan cortos en cuanto a las competencias que realmente hacen falta a los alumnos de Magisterio. 

Espejo, por ejemplo, señala que echa en falta un “mayor pensamiento crítico, ligado a una perspectiva histórica, además de un análisis de las leyes educativas con comparaciones”. Aunque explica que los cambios planteados van en la dirección de la tendencia internacional y también tratan de adaptar los cambios que se han producido en la sociedad. “Para no tener una escuela del siglo XIX en pleno siglo XXI”, afirma.

Prats señala otros problemas de la propuesta para el nuevo grado de Magisterio. “La escuela ya no se reparte tanto por asignaturas, sino por áreas, como ciencias, artes, humanidades, educación física… Y en ella coexisten diferentes perfiles y ámbitos, no solo los maestros, como por ejemplo pedagogos o psicólogos. Esto no se ve reflejado en las órdenes que se están valorando”, explica.

¿Qué cambios hay en las menciones en los planes de estudios de Magisterio del Ministerio?

Tal y como recogen los cambios propuestos por Universidades para el grado de Magisterio de Educación Primaria, su plan de estudios contempla seis tipos diferentes de menciones o especializaciones (página 4) en: Educación Primaria; Audición y Lenguaje; Educación Física; Educación Musical; Lengua Extranjera; y Pedagogía Inclusiva.

Prats explica que, según la mención que escoja el alumno, puede optar a entrar en la bolsa de trabajo de un tipo u otro. Es decir, hasta el momento, todo aquel alumno de Magisterio que estudie el grado puede entrar en la bolsa de trabajo para ser profesor de Educación Infantil o Primaria, según lo que estudie, pero si además hace una mención en, por ejemplo, Educación Física, también podrá entrar en esa lista. Esto permite que tengan posibilidades dobles de encontrar trabajo.

No obstante, el profesor de la Facultad de Educación en la Universidad de Barcelona asegura que “debería haber una mayor formación básica más potente” y que, después, “se plantee una especialización por áreas y temáticas”.

Nuevas formas de entender la escuela

El modelo que sugiere Prats que podría funcionar consistiría en un grado de cuatro años más otro de posgrado a un precio más que accesible. Así, plantea que en el primer tramo de cuatro años se profundice en “los conocimientos básicos que todo maestro debe tener, ya no solo matemáticos o lingüísticos, sino también organizativos, de gestión emocional o incluso de cómo hablar con las familias”. Y después, en el posgrado, que haya una etapa de especialización, además de prácticas en escuelas para poder aplicar lo aprendido. 

De hecho, en línea con la organización por áreas de las escuelas, Prats también propone que la especialización no sea solo por áreas, sino también por etapas educativas. “Es decir, que un profesor pueda especializarse en dar matemáticas a niños a partir de los ocho años hasta los 16, si quiere”, explica, “de esta forma también se le daría más continuidad a la escuela”.