Sólo hay una evidencia incontestable en el cambio de hora: esta madrugada del sábado 25 de octubre al domingo 26 de octubre de 2025, a las 3 serán las 2 de nuevo. Es decir, esa noche tendrá una hora más, que se perderá en el cambio de hora de marzo de 2026. Esto, si no hay un acuerdo para que el horario de invierno (el de octubre) se mantenga. Propuesta que puso Finlandia sobre la mesa comunitaria en 2017. ¿En qué se ha quedado y qué dice Bruselas?
Idas y venidas de una propuesta guardada en el cajón de Bruselas
- La encuesta. En 2019, el Parlamento Europeo (PE) promovió una consulta sobre si seguir cambiando la hora dos veces al año o no, algo regulado desde 2001. En realidad, no se sondeaba si moverse o no de un huso horario concreto. El 80% de los 4,6 millones de ciudadanos se mostró a favor de acabar con los cambios de hora. El problema es que no estábamos tan de acuerdo en si quedarnos con el horario de verano o el de invierno.
- Libertad para cada estado. La Comisión de Turismo del PE decidió aparcar el asunto, pero desde la Comisión Europea se presentó una directiva para que en 2021 los países se tomasen la libertad (que no existía) de acabar con los cambios de hora y adoptar un horario concreto. Esto, de facto, sí se puede interpretar como un cambio de huso horario, ya que supondría que países comunitarios que compartimos reloj nos desemparejásemos.
- Parado en el Consejo y prorrogado en los Estados. La cuestión es que una tercera institución comunitaria, el Consejo, lo paró. Y España, mientras tanto, ha ido trasponiendo esa directiva a su manera: la última es una orden ministerial de 2022, firmada por Félix Bolaños, que determinó que seguiríamos cambiando la hora dos veces al año, al menos hasta 2026. Es decir, este podría ser el último cambio de hora si no hay nueva orden. Pero a nivel europeo, nadie quiere una descoordinación, como ya explicamos en Newtral.es en 2019.
Argumentos sin evidencia para abolir el cambio de hora
- ❌ ¿Saldremos antes de trabajar, como en el resto de Europa? La conciliación ha sido uno de los argumentos en defensa de abandonar el cambio de hora y quedarnos, en particular, con el horario invernal. Pero no hay evidencia de que los horarios laborales se regulen exactamente con el momento del amanecer o atardecer que, por otro lado, es muy diverso en Europa. Parece que influye mucho más en la hora de salida el momento del descanso para comer.

- ❌ ¿Seremos más productivos? En realidad tampoco hay evidencia de ello. El catedrático de Física de la USC Jorge Mira (del comité de expertos que convocó el Gobierno sobre el cambio de hora) es un activo defensor de dejar las cosas como están. Suele referirse a esa teoría de la productividad y la conciliación como homeopatía de la hora. Un estudio de su compañero José María Martín-Olalla (Universidad de Sevilla) publicado en Scientific Reports en 2018 desvinculaba las costumbres en distintos países de la luz solar.
- ❌ ¿Fue el cambio de hora un capricho de Franco para ir de la mano de Hitler o Mussolini? Franco no estableció el cambio de hora en España, que data de la Primera Guerra Mundial. Aunque nuestro país no entró en ella, sí siguió la hora de Francia.
De igual manera, todo apunta a que en 1940, cuando se decide pasarse al huso horario actual (GMT+1 o +2) se hizo del mismo modo en la Primera Guerra Mundial, siguiendo a Francia, aunque hay cierta discusión histórica sobre si también pudieron influir las simpatías de Franco con Hitler y Mussolini. La orden de Presidencia que estableció la hora sólo habla de “otros países europeos”.
- ¿Estamos en el huso horario incorrecto? Si atendemos al mapa de husos terrestres y marítimos que propuso Francia en 1917, sí que deberíamos compartir huso horario con Reino Unido o Portugal… pero también con Francia. De acuerdo con Pere Planesas (OAN-IGN) –que documenta todo este episodio en La hora oficial en España, IGN, 2013), cuando la Marina española traza su propio mapa de husos (1922), España no sólo se alinea con portugueses, sino también con franceses. Todos estos países estaban en la hora de Greenwich (GMT +0).
Desde el momento en que Francia pasa a GMT +1, España lo hace también. Una vez más, ¿por seguidismo a Hitler o sólo a Francia? Queda abierta la interpretación histórica. E incluso astronómica. ¿Preferimos seguir la hora compartida (o próxima) del amanecer o del atardecer conforme a nuestros vecinos? La Tierra es esférica y con eje inclinado respecto al sol. La línea que separa noche y día no coincide con los husos horarios en nuestras latitudes.
Historia del cambio de hora en España
1901: Primera hora unificada
Antes, cada ciudad podía tener su hora local. Se adopta la ‘hora de Greenwich’ por ser la de Francia, con quien teníamos más conexión.1907: Una hora menos en Canarias
1918: Primer cambio de hora en marzo
En casi toda Europa, para ahorrar electricidad y carbón durante la Primera Guerra Mundial.1937-39: Cada bando, una hora
La Guerra Civil fue haciendo que España tuviera diferentes horas, una vez más.Publicidad 1940: Cambio de huso, hora actual
Esencialmente, para acompasarse con la hora francesa, de nuevo. Europa hace cambio de hora en marzo y octubre sólo algunos años.1949: Se abandona el cambio de hora
Tras la Segunda Guerra Mundial, se deja de ver la necesidad de ahorro energético.1974: Vuelve el cambio de hora
Por la crisis del petróleo y la necesidad de ahorro energético… hasta hoy. Desde 2002, regulado por la UE.
Argumentos con evidencia para abolir el cambio de hora
- Problemas de sueño. Es cierto que hay un amplio consenso entre sociedades médicas en que el cambio de hora, en sí, altera el ritmo circadiano, el “reloj interno” que regula el ciclo de sueño y vigilia. Esto explica a Newtral.es el doctor y profesor de la UOV Pedro Arcos, experto en Salud Pública. Muchas personas experimentan dificultad para ajustar su horario de sueño, lo cual puede provocar insomnio o despertares frecuentes durante la noche, indica Arcos. En esto son más vulnerables mayores e infancia.
Estudios de la Universidad de Murcia indican que el horario de invierno en España es, por un lado, el que permite una mayor sincronía entre la salida del Sol y el inicio de la jornada laboral y escolar; y, por otro, el que conlleva una mayor exposición a la luz solar durante la franja horaria laboral y escolar. - Sistema inmunitario. Ligado a lo anterior, “podría aumentar la vulnerabilidad a enfermedades y afectar a la capacidad de recuperación”, añade Arcos.
- Salud cardiovascular. En EE.UU. se ha encontrado un aumento del riesgo relativo de infarto agudo de miocardio del 5% en la primera semana tras el cambio de hora de primavera. El efecto era más pronunciado en mujeres y en personas menores de 65 años. Sin embargo, el cambio de hora de otoño parece reducir el riesgo. Es decir, el problema parece radicar en que durmamos más o menos horas. Pasa algo parecido con los ictus (hay más, hasta dos días después del cambio de hora). Aunque otros estudios vienen a decir que no hay tal asociación, al menos en cuanto a hospitalizaciones por infarto.
- Menos accidentes de tráfico. Se ha visto un aumento del 6% de muertes viales en la semana posterior al cambio de hora de primavera. Esto no pasa en otoño: una vez más, parece que es cuestión de sueño.
- Infancia mejor adaptada. La Asociación Española de Pediatría señala que aquellos niños que viven en entornos con hábitos en los horarios de alimentación, exposición a la luz natural y actividad física regular se adaptan más rápido y fácilmente al cambio de horario. En general, es preferible que los pequeños tengan más exposición a la luz natural por la mañana.
- El ahorro energético ya es marginal. Contamos con tecnologías mucho más eficientes que en los años setenta. Por ejemplo, ahora tendemos a iluminar con led de bajo consumo, por cuanto no necesitamos tantas horas de luz solar por la tarde.
España prefiere el horario de verano
Si bien los estudios parecen defender quedarnos con el horario de invierno (GMT +1), la mayoría de personas encuestadas en España prefieren el de verano. Así lo refleja el CIS (66% a favor de dejar el horario GMT +2) o la encuesta del Parlamento Europeo. En general, los países del sur preferimos quedarnos con el horario de verano, contra lo que apunta la evidencia circadiana.
Con todo, un reciente estudio de los profesores Mira y Martín-Olalla sostiene que la evidencia a favor de eliminar el cambio de hora tiene sus limitaciones y se han sobreestimado los efectos negativos en la población.
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