El Gobierno acaba de publicar su Estrategia Nacional de la Alimentación, que habla de combatir los bulos y «la desinformación sobre productos agroalimentarios y pesqueros”.
- En su presentación, Pedro Sánchez destacó que “el 30% de las noticias falsas que circulan en las redes sociales están relacionadas con la industria agroalimentaria”.
El dato lo da la propia industria, citando el supuesto informe de una consultora del sector (Gartner), que calculaba que este es el porcentaje de bulos que se centraban en la alimentación en el año 2019.
- Desde Newtral.es no hemos podido verificar el origen de este dato ni el tipo de desinformación al que se refiere. Ni la consultora ni la organización de consumidores que citan desde la patronal nos han podido dar más información sobre este supuesto estudio ni confirmar su existencia.
- Otras investigaciones recientes también avisan de la influencia que están teniendo redes como TikTok en la popularización de dietas que pueden llegar a ser perjudiciales.
Qué sabemos. El sector de la alimentación lleva años alertando de los riesgos que suponen los bulos y la desinformación para la industria y los consumidores.
- En informes, en el caso de la empresa pública de distribución Mercasa; en decálogos empresariales, como el de la patronal de la industria (FIAB), o incluso en vídeos explicativos, como el de la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC).
- También las organizaciones de consumidores, como la OCU, han lanzado campañas para “aclarar mitos y desmentir bulos” sobre este tema.
Por qué preocupa. El mayor riesgo está en el efecto que pueden tener estos bulos sobre los consumidores, como explican a Newtral.es desde la FIAB.
- “La mala información puede crear una alarma social y hacer que los consumidores eliminen productos de su dieta de forma injustificada o crear problemas de salud”.
- Para las empresas también tiene un precio porque “impactan en la reputación de la cadena alimentaria, al cuestionar la calidad y la seguridad de los productos”, añaden.
El contenido. ¿Y qué tipo de bulos se suelen compartir más cuando se habla de alimentación? Lo explica Jara Pérez-Jiménez, investigadora del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (Ictan-CSIC).
- “Los bulos nutricionales tienen que ver, por ejemplo, con los mal llamados superalimentos (son ricos en determinados nutrientes y se genera sobre ellos la idea de que pueden tener efectos positivos para la salud)”.
- “También con la idea de que un producto, por ser natural, ya es beneficioso y saludable o con tratar de demonizar ciertos alimentos para no introducirlos en la dieta (‘si viene de la industria alimentaria, es malo por definición’)”, detalla a Newtral.es.
- “O con esos productos que nos llaman la atención porque tienen un origen exótico (la sal rosa del Himalaya, que es un 95% cloruro sódico, un compuesto que tenemos que reducir de la dieta) o porque tienen relación con teorías de la conspiración (los que ‘curan el cáncer, pero no quieren que lo sepas’).
También hay otros bulos que tienen que ver con la seguridad alimentaria. Suelen hablar de la retirada de lotes de productos o de los supuestos riesgos de algunos componentes de los alimentos (como los aditivos).
- En Newtral.es hemos verificado desde vídeos y mensajes que alertaban sobre la transmisión de enfermedades a través de la fruta hasta bulos sobre alimentos con insectos.
Herramientas para detectarlos. Pérez-Jiménez también habla de la necesidad de aprender a identificar determinados patrones de los bulos relacionados con la alimentación.
- “Hay que ver, por ejemplo, de qué tipo de estudios hablan [esos bulos] porque puede que sean aún preliminares o se basen solo en uno, cuando la ciencia es acumulativa”.
- “En la típica noticia con el titular de ‘Investigadores de la Universidad de Wisconsin descubren que la piña cura el cáncer’ tenemos que ver de qué estudio nos hablan”, señala la experta.
- “También están los que hacen mucho énfasis en que un determinado compuesto se encuentra solo en ese producto (‘la infusión que debes tomarte todos los días’ o ‘la raíz que no puede faltar en tus ensaladas’)”.
- “Realmente, no hay ningún alimento que sea imprescindible para el ser humano, todos los nutrientes los podemos encontrar en otros distintos”, matiza.
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