Es falso que la policía australiana esté “forzando” a la gente a vacunarse

La policía australiana fuerza a la población a vacunarse
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Circula por redes sociales un vídeo que muestra a varios policías persiguiendo y deteniendo a un grupo de ciudadanos en un parque. El texto que acompaña a estas imágenes señala que se trata de un parque de Sídney, en Australia, donde la policía supuestamente trata de “forzar a vacunarse” a estos ciudadanos. Pero es falso: la vacunación es voluntaria en ese país. El Gobierno australiano lo especifica en su página web: “La gente tiene la opción de elegir”. Lo que se ve en las imágenes es a los agentes disolviendo una manifestación.

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Los hechos: una protesta no autorizada

La redacción de Newtral.es ha contactado a través de correo electrónico con la Policía de Nueva Gales del Sur, el estado australiano en el que se encuentra la ciudad de Sídney. El gabinete de prensa de esta unidad policial ha confirmado que se trata de un bulo: “La policía no está forzando a los ciudadanos a recibir la vacuna”, ha respondido, recordando posteriormente el carácter voluntario de la campaña de vacunación. En realidad, se trata de la disolución de una manifestación no autorizada.

La protesta de las imágenes se produjo el sábado 24 de julio en varias ciudades australianas. Su objetivo era cuestionar las restricciones aprobadas por el Gobierno de dicho país ante el repunte de casos de las últimas semanas. La agencia Reuters ha localizado el lugar exacto del suceso. Las imágenes fueron grabadas en un cruce de Victoria Park, en Sídney. Como indica esta agencia de noticias, puede comprobarse el lugar exacto gracias a este enlace de Google Street View (“hay que prestar atención a las farolas”, especifican los verificadores). 

63 detenidos y repercusión internacional

Ese día, la policía australiana lanzó un aviso en Twitter: la protesta no estaba autorizada. Los agentes iban a desplegarse para “proteger la seguridad de los participantes, así como de la comunidad y los negocios locales”. 

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Al día siguiente, el cuerpo policial dio los datos del suceso: 63 detenidos. Más de 200 identificados. Hubo más de 5.500 avisos de ciudadanos que pedían investigar esta concentración de personas, ya que había restricciones en vigor. El medio australiano ABC News publicó una crónica en la que recogía la preocupación de las autoridades. Estas lanzaban un mensaje claro: si alguien planeaba una segunda protesta no autorizada, “iba a ser detenido”. Así lo expresó el jefe de policía, David Elliot, en el mencionado medio de comunicación: “Hemos visto a 3.500 egoístas, gente que piensa que la ley no se aplica para ellos”. 

Las protestas tuvieron repercusión internacional. La revista TIME recogió las declaraciones de Brad Hazzard, el responsable de Sanidad del estado australiano de Nueva Gales del Sur: “Vivimos en una democracia y normalmente soy de los que apoyan los derechos de los ciudadanos a protestar. Pero en este momento tenemos los casos [de COVID-19] por las nubes. Hay gente que piensa que está bien salir y estar cerca de otros en una manifestación”, expresó el político.  

Un posible origen del bulo

¿Por qué hay quien dice que las imágenes de la disolución de la manifestación muestran “vacunaciones forzosas”? Pocos días antes de la manifestación se difundió un bulo muy similar. Lo detectó la agencia Australian Associated Press (AAP), que, como Newtral.es, es signataria de los rigurosos principios metodológicos de la Red Internacional de Fact-Checking. Este medio verificó una imagen publicada en Facebook que decía que el Ejército australiano “estaba irrumpiendo en las casas de los 200.000 ciudadanos en Fairfield”, en los suburbios de Sídney. El objetivo era, según el bulo, “vacunar forzosamente a las personas con un líquido experimental”. 

La AAP localizó el origen de este bulo. El 21 de julio, tres días antes de la protesta de Sídney, el periodista político Andrew Clennel estaba comentando en un programa de televisión de la cadena Sky News la situación de la pandemia en el país insular. El analista se refirió a la situación de Fairfield, comentando que en ese área solo el 38% de los mayores de 50 años habían recibido la vacuna, ante el 60% de la media nacional. Y añadió: “¿Hace falta que el Ejército y Sanidad vayan puerta por puerta vacunando a los 200.000 residentes de Fairfield que sabemos que están en sus casas (…)?”. Esta expresión del periodista fue descontextualizada en las redes sociales. Los difusores del bulo asumieron que las autoridades australianas tenían un plan para vacunar de manera forzada a la población, según sostiene AAP en su verificación

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