Nos habéis preguntado a través de nuestro servicio de verificación por WhatsApp (+34 627 28 08 15) sobre un afirmación que circula por redes sociales junto a una captura de la web oficial de la Agencia de Patentes de Países Bajos en la que se muestra la patente de una supuesta prueba de datos biométricos “para la COVID-19” registrada en 2015 en la citada agencia. “Patentó en 2015 un método para testear el COVID-19, eso si que es ser visionario, o… quizás ¿debería decir cómplice?”, reza uno de los mensajes en Facebook.
Pero es falso: se trata de una actualización reciente para adaptar la prueba de datos biométricos de 2015 a la detección de COVID-19.
Se trata de una patente “en actualización”
Desde Newtral.es nos hemos puesto en contacto con la Oficina Europea de Patentes, que aclaran que se puede tratar “de una confusión” para aquellos que no sepan cómo funciona el sistema. “En primer lugar, hay que aclarar que la patente original se registra bajo el sistema estadounidense, distinto al europeo”, explican desde la institución.
Mientras que en Europa, por lo general, se “registran, reservan y salvaguardan” los derechos durante los 12 meses siguientes a establecer la “fecha de prioridad [fecha en la que se registra]”, en EE.UU. se “permite al solicitante registrar una patente que se relaciona en una parte sustancial con una invención ya divulgada anteriormente, pero agregando más información”. Es decir, y según aclaran, se permite ir actualizando la patente a medida que el proyecto avanza.
“En este caso concreto, por tanto, no significa que se haya presentado una solicitud de patente relacionada con la COVID-19 en 2015”, sino que se trata de una actualización de un invento previo, sintetizan desde la Agencia.
Análisis de datos biométricos
En la información facilitada por la Oficina Europea de Patentes se indica que se trata de un “método para adquirir y transmitir datos biométricos de un usuario”. Antes, en base a esta patente, se han registrado cuatro aplicaciones: dos de ellas, de 2019 (registros US2020126593 y US2019325914) sí tienen “aplicaciones médicas”, mientras que las dos restantes, de 2017 (US2017229149) y de 2016 (US201615293211), fueron registradas con otros objetivos.
“La solicitud de patente de 2015, además, no se publicó [no se llegó a registrar formalmente], pero de acuerdo con los requisitos legales, debe hacerse referencia a esta en las solicitudes posteriores”, explican desde el organismo. Por último, según indican a Newtral.es, el 17 de mayo de 2020 se presentó una “solicitud de continuación” bajo el título “Sistema y método de prueba para COVID-19”.
Como se puede comprobar en el siguiente enlace, una de las patentes anteriores (26 de marzo de 2019, US10242713B2) no aparece “COVID-19” en ninguna parte. Mientras que en la más recientemente registrada, no solo se incluye el término, sino que se concreta como un método para determinar “una enfermedad bacterial o virológica (ejemplo: COVID-19)”.
“Esto quiere decir que se agregó nueva información sobre el uso del sistema y el método para realizar pruebas específicamente para COVID-19 por primera vez en 2020”, concluyen desde la institución.
Desde Newtral.es hemos intentado poner en contacto con el inventor, pero no ha habido respuesta. En cualquier caso, se trata de un sistema que, desde 2015, se ha ido actualizando con distintos fines hasta mayo de 2020, cuando se introdujo el término “COVID-19”. Por tanto, la afirmación de que ya se había patentado una prueba para detectar el SARS-CoV-2 en 2015 es falsa.
La familia Rothschild dice no tener nada que ver
Los mensajes de Facebook relacionan este bulo con la Familia Rothschild, foco de varias teorías de la conspiración. Desde Newtral.es nos hemos puesto en contacto con la empresa Rothschild & Company, principal empresa de la familia, que asegura «no tener relación con la persona que aparece como inventor».