Nos habéis preguntado a través de nuestro servicio de verificación por WhatsApp (+34 627 28 08 15) si es cierto que “solo el 6% de las muertes atribuidas al coronavirus en Estados Unidos están causadas por el virus”, siendo el resto de muertes provocadas por otras enfermedades. Pero esta afirmación, basada en una errónea interpretación de una estadísticas oficial, es falsa. Os lo explicamos.
El 92% de las muertes analizadas están provocadas por el coronavirus
Esta afirmación se viralizó en Estados Unidos tras ser compartida por seguidores de QAnon, una teoría de la conspiración que asegura que “el mundo está dirigido por una sociedad secreta de adoradores pedófilos de Satán” y que Trump está trabajando en secreto para desmontarla. Además, el FBI valoró a QAnon como “una amenaza terrorista nacional” por avivar la amenaza de una violencia extrema. Según informa CNN, Twitter eliminó un mensaje de una de las seguidoras de QAnon que difundía esta idea y que fue compartido por el presidente de Estados Unidos.
Los datos que se difunden en este mensaje provienen de la actualización semanal de las muertes por coronavirus realizada por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, en el que analizan el exceso de muertes relacionado con la COVID-19. En este estudio, se analizaron los certificados de defunción cumplimentados en los hospitales estadounidenses, en los que se debe indicar la causa inmediata de muerte y las causas subyacentes a esa.

Lo que se afirma en el apartado de comorbilidad (en el que se indican las otras afecciones registradas en el certificado de defunción junto con el coronavirus) es que “en el 6% de las muertes analizadas, el coronavirus era la única causa mencionada” en el certificado de defunción. Preguntados por Newtral.es, los CDC aclaran que todas las muertes analizadas (161.392) están relacionadas con el coronavirus, y en el 6% de esos más de 160.000 certificados de defunción “solo hay una causa registrada”.
En el 94% de las muertes restantes, los CDC explican que “hay otras enfermedades anotadas, además del coronavirus”, que pueden incluir “enfermedades crónicas, como la diabetes o la hipertensión”, o “consecuencias graves que sucedieron provocadas por el COVID-19, como neumonía o fallo respiratorio”.
Además, insisten en la explicación de que el coronavirus puede provocar otras patologías en una persona, pero no por ello el coronavirus no es el causante de la defunción. Los CDC aclaran que “la causa subyacente de la muerte es la patología que inició la cadena de eventos que finalmente acabó con la muerte de una persona”, y en el “92% de las muertes en en las que se le menciona el COVID-19 en el parte de defunción, el coronavirus es la causa subyacente”.
Diferencia entre causa inmediata y causa subyacente
Diferentes voces se han pronunciado sobre la confusión causada por esta estadística del 6%, y todas insisten en fijarse en la causa subyacente de la muerte, como los CDC. El epidemiólogo australiano Gideon Meyerowitz-Katz, explicó en su blog que, por ejemplo, “si alguien se contagia de COVID-19, que causa un fallo respiratorio, y entonces muere por un fallo en el riñón provocado por haber estado con respiración asistida; la causa inmediata de la muerte es el fallo del riñón, la causa secundaria, el fallo respiratorio, y la causa subyacente el COVID-19”. Por ello la importancia de fijarse en la causa subyacente, y no únicamente en la inmediata.
En este mismo sentido se encuentra la comparación con las muertes causadas por accidentes de tráfico realizada por el doctor en Estadística por UCLA, Nathan Yau, en Flowing Data. En este ejemplo, Yau señala que “si alguien muere en un accidente de tráfico, se diría que la causa de la muerte fue el accidente; sin embargo, en el certificado de defunción se mostrarán múltiples causas, como una lesión en la cabeza o un cuello roto”. Por ello, añade que “que se anote una causa de muerte adicional no significa que el accidente no sucediese. Alguien murió en ese accidente de tráfico”.