“¿Qué hay en tu vaso de leche?” preguntan en una imagen que se ha hecho viral. “Legalmente hay 135 células de pus en un vaso de leche”, responden. También añaden que la principal proteína de la leche, la caseína, es tóxica para las personas, ya que es “directamente responsable” de las siguientes enfermedades o patologías: eczema, acné, enfermedades de riñón, artritis, caries, asma, intestino irritable, infecciones en los senos, colitis y Crohn y cáncer de mama y próstata.
Esta información es falsa. La leche no es perjudicial para los seres humanos.

No estamos ingiriendo pus
Charlotte Vidal Hiscock, dietista-nutricionista colegiada, explica a Newtral.es que cuando se afirma que en un vaso de leche hay “células de pus” se refieren a que muchos animales sufren mastitis, es decir, una inflamación de las mamas, debido a la sobreexplotación que pueden estar sufriendo.
“Esta infección genera lo que llaman “pus”. Pero cuando esto tiene lugar, se trata al animal -en este caso la vaca- con antibióticos y, mientras dura la infección, la leche no se utiliza para el consumo humano, por lo que es poco probable que llegue a nuestro vaso”, señala.
El pus está compuesto por muchas sustancias, entre ellas las células somáticas que están presentes en la leche. “Pero las células somáticas no son pus”, aclara Beatriz Robles, tecnóloga de alimentos, dietista-nutricionista y colaboradora de #SaludSinBulos.
En cualquier caso, un real decreto y dos reglamentos comunitarios (1,2) aprobados en el año 2004 y 2005 regulan la cantidad de células somáticas que puede contener un vaso de leche: 400.000 células por mililitro. “Una gran presencia de este tipo de células si podría indicar que el animal tiene una infección por lo que, superado ese número, aquella leche quedaría fuera del mercado”, asegura Robles.
Las proteínas de la leche no nos provocan enfermedades
Según afirman en la imagen que estamos verificando, la proteína que contiene la leche, la caseína, está detrás de variadas enfermedades que van desde la artritis y las caries al cáncer de mama o de próstata.
Esto también es falso. La leche contiene, efectivamente, una proteína llamada caseína de la cual se conocen dos tipos: la A1 y la A2. Sobre ambas, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ha determinado que no existen evidencias científicas que permitan corroborar que son negativas para la salud.
Los seres humanos se enferman al ingerir un alimento cuando, por ejemplo, en las células somáticas de un alimento hay un microorganismo en una cantidad suficiente para producirnos esa enfermedad. También cuando hay toxinas de origen natural o artificial en el alimento que nos pueden producir una enfermedad.
“Pero, las células somáticas no nos producen ninguna enfermedad porque no son bacterias ni virus ni parásitos que son los que nos producen la infección”, apunta la tecnóloga de alimentos a Newtral.es.
Por su parte, Vidal Hiscock asegura que no hay estudios rigurosos que puedan asegurar que la leche sea la causante de dichas enfermedades.
“Un alimento en sí, cuando se consume en su cierta medida, no puede ser el causante de una enfermedad. En cambio, sí hay estudios científicos (1, 2, 3, 4) que comprueban el valor nutricional de la leche de forma positiva. Se ha demostrado que puede ser un factor de primer orden en la prevención de patologías como enfermedades cardiovasculares, cáncer, osteoporosis, etc”, aclara.
La leche contiene nutrientes importantes
Beatriz Robles explica que hay que huir de la polarización que hay respecto al consumo de leche. “Ni este producto es el demonio ni hay que beber tres vasos al día”. Charlotte Vidal sitúa la cantidad ideal en unos 500 mililitros al día máximo.
Ambas profesionales están de acuerdo en afirmar que la leche es un alimento completo y equilibrado que proporciona un elevado contenido de nutrientes como proteínas y calcio en relación con su contenido calórico.
“No hay alimentos imprescindibles, aunque si hay nutrientes imprescindibles. Podemos prescindir del consumo de la leche porque no nos gusta o porque somos intolerantes, veganos o vegetarianos, pero entonces es importante sustituir la leche por otros productos que nos aporten los mismos nutrientes”, aconseja Robles.
Fuentes
- Beatriz Robles, tecnóloga de alimentos, dietista-nutricionista y colaboradora de #SaludSinBulos
- Charlotte Vidal Hiscock, dietista-nutricionista, Col. IB00191
- Review of the potential health impact of β-casomorphins and related peptides – European Food Safety Security
- REGLAMENTO (CE) no 2074/2005 DE LA COMISIÓN de 5 de diciembre de 2005
- REGLAMENTO (CE) Nº 853/2004 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 29 de abril de 2004 por el que se establecen normas específicas de higiene de los alimentos de origen animal
- Real Decreto 1728/2007, de 21 de diciembre, por el que se establece la normativa básica de control que deben cumplir los operadores del sector lácteo
- Agostoni C, Turck D. Is cow’s milk harmful to a child’s health. Pediatr Gastroenterol Nutr 2011; 53(6):594-600.
- Raikos V, Dassios T. Health-promoting properties of bioactive peptides derived from milk proteins in infant food: a review. Dairy Sci Technol 2014; 94:91-101
- Zivkovic AM, Barile D. Bovine milk as a source of functional oligosaccharides for improving human health. Adv Nutr 2011; 2:284-289
- Fernández Fernández E1, Martínez Hernández JA2, Martínez Suárez V3, Moreno Villares JM4, Collado Yurrita LR5, Hernández Cabria M6, Morán Rey FJ7 Consensus document: nutritional and metabolic importance of cow’s milk.Nutr Hosp. 2014 Oct 25;31(1):92-101. doi: 10.3305/nh.2015.31.1.8253