Qué son los bonos de carbono y por qué lo denuncian las organizaciones ecologistas

bonos de carbono
Bosque en proceso de deforestación. | Foto: Shuttersock
Tiempo de lectura: 6 min

Los bonos o créditos de carbono son mecanismos reconocidos legalmente de supuesta descontaminación vendidos por empresas a otras multinacionales para contribuir a que reduzcan su huella de carbono y evitar un mayor desarrollo del cambio climático. Esta práctica la llevan a cabo empresas como Amazon, Netflix o Nestlé.

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Aunque de primeras parezca una forma más que factible de luchar contra el cambio climático, entidades sin ánimo de lucro, activistas y ecologistas, como Survival International o Greenpeace, denuncian que es una forma de greenwashing. Es decir, una manera de que las empresas laven su imagen ante el público y puedan asegurar que su cuenta de contaminación está a cero. Otras, como WWF, defienden que, además de comprar los bonos verdes, las empresas también se comprometan a reducir sus emisiones, no solo a compensarlas.

Hay muchos tipos de bonos de carbono y, también, muchas empresas que los venden, como Verra, Northern Rangelands Trust o Amazon Carbon. Verra explica en su página web que los bonos de carbono “son una forma de que empresas u organizaciones que no pueden, en el corto plazo, reducir completamente sus emisiones de gases de efecto invernadero compren créditos en el mercado voluntario”. “Esto les permite compensar aquellas emisiones que, en este momento, no pueden evitarse”, concluyen.

Tipos de bonos o créditos de carbono: cómo funcionan

Las empresas que venden bonos de carbono coinciden en que suelen actuar en zonas del hemisferio sur del planeta, en países como Kenia, Zimbabue, Camboya, India, Colombia o Perú. Y, en la mayoría de las ocasiones, suelen hacerlo sobre territorio de comunidades indígenas, lo que las obliga a desplazarse y cambiar su forma de vida. Algo que también denuncia Survival International. Para entender cómo funciona el negocio de los bonos de carbono hay que diferenciar entre los dos tipos principales de proyectos que existen:

  • Por un lado están aquellos que se hacen sobre el suelo.
  • Por otro, los que se hacen para reducir la presencia de gases contaminantes.

El primero se basa en delimitar zonas con una gran biodiversidad bajo lo que se conoce como Áreas Protegidas, como podría ser un parque natural. Es decir, una empresa paga un dinero para evitar que ese determinado espacio protegido sea deforestado o utilizado para otros fines, asegurando así su conservación. 
El segundo es a través de la plantación de árboles de forma masiva en zonas deforestadas o en las que no hay bosques. Normalmente, las especies que se plantan son de rápido crecimiento, como el eucalipto, pero también muy demandantes de agua y más vulnerables a los incendios, tal y como apuntan los críticos. Además de que no suelen ser especies autóctonas, por lo que afectan a la biodiversidad y la composición del suelo.

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El norte de Kenia, un ejemplo de cómo funcionan las Áreas Protegidas para la venta de bonos de carbono

Una organización llamada Northern Rangelands Trust (NRT) delimitó varias Áreas Protegidas en casi cuatro millones de hectáreas en el norte de Kenia. Este territorio, ahora cerrado y vallado, estaba habitado por pueblos indígenas que se dedican al pastoreo, como los samburu, borana y rendille. 

Esta iniciativa es uno de los proyectos llevados a cabo por Verra en África y explican que hay ya 13 áreas de conservación diferentes en tierras “ocupadas por pastores en el norte de Kenia” a los que se les está “ayudando a implementar un cambio del pastoreo continuo y sin restricciones al pastoreo rotativo planificado”. Con esto, la empresa afirma que se generará un almacenamiento de casi 200.000 toneladas al año de carbono por cada un millón de hectáreas.

No obstante, como recoge Survival International en su investigación, no había pastos “sobreexplotados” ya que estas comunidades indígenas llevan toda su historia dedicándose a lo mismo. “NRT es una iniciativa de Ian Craig, cuya hacienda ganadera privada, convertida ahora en un área protegida para turistas, se ubica en tierras en las que antes vivían pastores indígenas. Aun así, la antigua administración colonial de Reino Unido se las entregó a su familia”, explican desde la ONG.

Cómo afectan los créditos de carbono a las comunidades indígenas

Las comunidades, normalmente indígenas, que viven en zonas que quieren usarse para generar bonos de carbono son expulsadas o reubicadas bajo el pretexto de que “no protegen la biodiversidad correctamente”. Un estudio de Survival International demuestra lo contrario. “El 80% de la biodiversidad de la Tierra se halla en territorios indígenas y, cuando se garantizan los derechos de los pueblos sobre sus tierras, los resultados de protección de sus entornos naturales son iguales y a un coste mucho menor que los programas de conservación convencionales”, aseguran.

También se emplean tácticas para tratar de convencer a estas comunidades de que abandonen las zonas en las que viven. Ya sea a través de negociaciones con algún representante de estos pueblos, a los que ofrecen obsequios, o, directamente, colocando zonas restringidas y protegiéndolas con guardias armados.

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Un paso más: los créditos de biodiversidad

Aunque el mercado de los bonos de carbono sigue en funcionamiento, cada vez son más los países u organizaciones, como la Unión Europea, que no quieren contribuir a esta política climática. Pero tal y como explican en la presentación de su estudio Lola Rama y Fiore Longo, investigadoras y activistas de Survival, el mercado y el sistema encuentran nuevas formas de seguir produciendo al mismo nivel, contaminando lo mismo, mientras en vez de ofrecer bonos de carbono, ofrecen una “supuesta alternativa mejor”: los créditos de biodiversidad.

Estos créditos de biodiversidad también consisten en pagar grandes cantidades de dinero, como los bonos de carbono, pero con él se protegen zonas concretas, como un río, un prado o un bosque. “Es la mercantilización y neoliberalización de la naturaleza”, explica Longo, “es como si dijéramos que la única manera de salvar la naturaleza es poniéndole un valor económico”.

8 Comentarios

  • Me parece subrealista que se haga una publicación tan imparcial. Es cierto que han existido algunos proyectos que no han cumplido con los criterios de los estándares, pero el 99% de los proyectos en el mundo funcionan bien y sirven para mejorar la vida de las personas que habitan los terrenos, tanto en el caso de recuperaciones de bosques, como en el caso de energías renovables, tecnologías de residuos o otros proyectos. Deberían investigar todos esos proyectos para darse cuenta de eso.

    • me vendrian bien algunos de esos casos de exito, para mis estudios. Me compartes la información

  • MUY INTERESANTE TEMA, gracias por la edición.
    En mi pais, existe un pago por servicios ambientales, vivo en Toluca, Mexico y tenemos un volcan inactivo, se le ofrece recurso economico a los dueños de terrenos a las faldas del volcan si los mantienen sembrados de arboles endemicos como el pino moctezuma, eso puede pasar a ser un mercado de binos de biodiversidad?

  • Me gustaría saber el papel que en este asunto de los bonos están jugando empresas de la naturaleza como Rebuilding. Me temo que hay mucho gato encerrado

  • SOY INGENIERO AGRÓNOMO Y ESPECIALISTA EN EL MEDIO AMBIENTE; COMO PUEDO CONTRIBUIR AL MERCADO DE BONOS DE CARBON.

  • SOY INGENIERO AGRÓNOMO Y ESPECIALISTA EN EL MEDIO AMBIENTE; COMO PUEDO CONTRIBUIR AL MERCADO DE BONOS DE CARBON.

  • Interesante el Tema, deseo que alguna de estas Empresas me contacte, por favor.
    Soy propietario de 178 Hectareas de Bosque Nativo en la Patagonia Chilena.
    Deseo venderlo en su totalidad.
    Cordialmente
    Oliva

  • Me parece muy buena esta iniciativa sobre los Bonos de Carbono, debería aplicarse bastante en las comunidades rurales del ecuador, donde existen muchos bosque húmedos tropicales y paramos