Bitcoin es probablemente el dinero digital del que más se oye hablar en redes desde hace unos años, por motivos diferentes: desde la disrupción que supone para el sistema bancario tradicional, hasta el interminable debate de quienes no lo consideran moneda sino un activo digital o quienes lo llaman «la madre de todas las burbujas«.
“Decir que Bitcoin es dinero digital es lo mismo que afirmar que Internet es un teléfono de lujo. Es como decir que Internet se reduce a utilizar el correo electrónico.”
A. M. Antonopoulos
Y en este 2020 sigue sonando, porque vuelve a subir vertiginosamente en el año de la pandemia, y tras el primer golpe de la crisis del COVID-19, se ha visto cómo se ha revalorizado más que bolsas, bonos y materias primas.
Pero Bitcoin es algo más que dinero digital. Decir eso es como decir que internet es un teléfono de lujo, o que sólo sirve para enviar email, como dijo Andreas M. Antonopoulos, uno de los divulgadores bitcoin más importantes de la actualidad.
Bitcoin es el nombre de la unidad monetaria (la moneda), la red y el software. Para entender Bitcoin hay que conocer que tiene dos partes: la relativa a la moneda como inversión y todo el ecosistema que genera alrededor; y la relativa a Bitcoin como tecnología, basada en blockchain, que implica un cambio del paradigma del sistema financiero actual y según muchos expertos es el camino hacia un mundo más descentralizado.
No pocos de los que invierten en ella lo hacen por el apoyo que supone a esta idea. Jack Dorsey, CEO de Twitter y Square, es uno de ellos. En octubre Square invirtió 50 millones en bitcoin, lo que representa un 1% del total de sus activos totales al final del segundo trimestre.
Dorsey tuiteó que más importante que la inversión en sí era mostrar cómo lo habían hecho para que otros pudieran hacer lo mismo, y Square publicó un white paper con la operación, en el que se lee: “Vemos a Bitcoin como un instrumento de empoderamiento económico global; es una manera que tienen los individuos en todo el mundo de participar en un sistema monetario global y asegurar su propio futuro financiero”.
Otros miran más al aspecto utilitario: son inversores. Con ellos trabaja Raúl Marcos, que es fundador de Carbono, una empresa dedicada a la gestión de inversión en fondos y cree que la pandemia ha afectado al Bitcoin de forma positiva.
En pleno confinamiento se les cerró la cuenta del banco con el que operan en Malasia, y sus socios no podían desplazarse al banco a firmar. Pero en cambio, con las criptomonedas no tuvieron ese problema. “Se ha acabado viendo el valor de algo que es 100% digital, que no cierra el mercado y que es instantáneo. Enviar dinero de aquí a Malasia son 4-5 días mínimo de la forma tradicional, y con bitcoin son 20 minutos o menos”, analiza.
Bitcoin: la tecnología y la promesa
Se puede definir a Bitcoin como un conjunto de conceptos y tecnologías que conforman un ecosistema de dinero digital. Bitcoin no es una compañía, ni una organización, ni pertenece a nadie en sí. Es un standard o protocolo tal como lo es TCP/IP o internet, que está basado en blockchain. Funciona a través de reglas matemáticas que los participantes en la red acuerdan cumplir.
Constituye una moneda de cambio digital descentralizada que puede ser enviada de un usuario a otro en una red entre iguales –peer to peer- sin necesidad de intermediarios.
Las transacciones son verificadas por los nodos de red a través de criptografía y son registrados en un libro de contabilidad distribuido llamado blockchain o cadena de bloques. Los bitcoins se generan como recompensa a un proceso llamado minería, y pueden ser intercambiados por otras monedas, productos o servicios.
Bitcoin surgió en 2008 a partir de la publicación de un white paper (PDF) publicado por una persona -o grupo de personas- llamada Satoshi Nakamoto, y se implementó al año siguiente bajo código abierto.
Aunque ha habido variedad de especulaciones y en estos años se ha señalado a varios desarrolladores que podrían haber sido Nakamoto, hasta la fecha no hay certezas en torno a su identidad.
En un mundo en el que 1.700 millones de personas carecen de acceso a una cuenta bancaria, 4.131 millones tienen acceso a internet
Los intentos de crear monedas virtuales hasta entonces no lograban resolver el problema del doble gasto sin una autoridad central. El paper publicado resolvía este problema -un defecto potencial del dinero digital por el que una misma moneda puede gastarse más de una vez-, y lo hacía sin tener que acudir a una autoridad en la que se tuviera que confiar o a un servidor central.
La innovación clave fue la utilización de un sistema de computación distribuida que permitía a la red descentralizada llegar a un “consenso” acerca del estado de las transacciones. Se le llama algoritmo de Proof of Work (PoW, o prueba de trabajo) y lleva a cabo una elección global cada 10 minutos.
En un mundo en el que 1.700 millones de personas carecen de acceso a una cuenta bancaria, -según datos del Banco Mundial de 2018-, bastante más del doble, 4.131 millones, tienen acceso a internet. Al descargar una aplicación, pueden formar parte de una economía internacional de manera inmediata, con una moneda que puede ser transmitida a cualquier lugar del mundo, sin apenas comisiones y sin controles gubernamentales. Bitcoin ha sido diseñada para funcionar en tiempos de internet.
Antonopoulos explica que “la red Bitcoin permite a cualquiera enviar una cantidad que puede llegar a ser tan pequeña como una cien-millonésima parte de un bitcoin”. Así explica la posibilidad de vender contenido por ejemplo por importes de una milésima parte de euro, lo que se llaman microtransacciones.
Algo que no se puede hacer con el dinero y los sistemas de pago actuales, ni siquiera con los pagos a través de móvil, que además siempre exigen una cuenta bancaria para funcionar. “Las tarjetas de crédito aparecieron en la década de los 50 del siglo anterior y realmente no fueron pensadas para la era Internet”, señala.

Bitcoin: la moneda y la montaña rusa
Cualquier participante de la red Bitcoin puede operar como minero, utilizando el poder computacional de su ordenador para verificar y registrar transacciones. Cada 7-10 minutos en promedio alguien consigue validar las transacciones de los últimos 10 minutos y es recompensado con nuevos bitcoin (BTC). Digamos que la minería descentraliza la función de emisión de moneda y la autorización de un banco central.
El objetivo del minero es resolver el puzzle matemático más rápido que el resto de procesadores (o mineros), y de esta manera se verifica que las transacciones son válidas. Las que no lo son, serán rechazadas. Una vez que todas las transacciones son verificadas y añadidas al blockchain, el minero es recompensado con bitcoins. Este sistema de verificación y recompensa es considerada una de las principales innovaciones de este protocolo.
¿De cuánto es la recompensa para el minero? Desde el 11 de mayo de este año es de 6,25 BTC por bloque, cuando pasó por el fenómeno de halving por tercera vez en su historia. Esto significa que la recompensa se reduce a la mitad cada 4 años. Cuando nació Bitcoin, en 2009, era de 50 BTC; en 2012, de 25 BTC y en 2017, de 12,5. Este fenómeno macroeconómico del Bitcoin nos recuerda que su suministro es limitado y se considera un bien escaso. También que la potencia de los ordenadores necesaria cada vez es mayor, lo que ocasiona controversia en torno a la energía que consume la generación de bitcoin.
El 12 de mayo de este año la cantidad de bitcoins minados ya es de más del 87% y el suministro anual de bitcoins disminuye de 3,7% a 1,8%.
El bitcoin es una moneda deflacionaria que tiene dos reglas escritas por diseño:
- sólo se emitirá un total de 21 millones de monedas; y
- el halving, la reducción de la recompensa de los mineros en un 50% cada 210.000 bloques (o cada 4 años aproximadamente).
De modo que cada 10 minutos se inyectan en la red una cantidad de bitcoins que se ajusta cada 4 años. Será así hasta el 2140 que se calcula que se liberará la última fracción de bitcoin minada.
Pero que sea deflacionaria no significa que no gane valor: desde su aparición ha ido en progreso ascendente, si bien con picos de fuertes subidas y caídas prolongadas en el tiempo. La volatilidad del bitcoin ha sido siempre una de sus características. Marcos coincide y cuando le preguntamos si podría llegar a 20.000 responde afirmativamente, pero que está seguro de que no será en línea recta porque su experiencia le indica que nunca ha sido así.
Durante el boom de 2017-2018, donde todo el mundo hablaba de bitcoin, a Marcos le llamaban de medios de comunicación para preguntarle por las subidas, buscando un titular. “Cuando dices que va a bajar, nadie te hace caso. La experiencia nos dice que bitcoin y las criptomonedas en general son muy volátiles”. Cuando bajó el interés ellos siguieron trabajando en sus proyectos. “Fue un gran momento para desarrollar cosas”. Fue después de aquel pico histórico de los 16.000 dólares -durante unos minutos estuvo en 19.000 USD- en diciembre de 2017. “Luego cayó mucho, llegó a estar a 4.000, y hubo mucha gente que perdió dinero”, recuerda Marcos.
A 12 años de su nacimiento, ¿qué ha pasado con aquellas promesas de revolución financiera que prometía Bitcoin? Marcos reflexiona y explica que aquella gente idealista, que llevaba tiempo buscando crear un sistema financiero distribuido como Bitcoin creó este sistema y esa rama no se ha perdido. “Pero ha habido una entrada de mucha más gente que lo compra por especulación, o porque le es útil, o porque le viene bien tener dinero que pueda mover libremente”.
Hay diferentes puntos de vista entre quienes usan bitcoin. “Por ejemplo, el que un banco pueda vender criptomoneda sería genial para los especuladores porque significaría que aumentaría, pero para los más creyentes eso es negativo, porque quita autonomía a Bitcoin. Bitcoin es ir contra los bancos”, opina Marcos.
Glosario mínimo
Bitcoin (con B): con mayúscula se usa para referirse al concepto, la red y el protocolo que mantienen su blockchain y su criptomoneda.
bitcoin (con b): se refiere a la unidad de la criptomoneda basada en la red homónima, se usa en singular y en plural (bitcoin y bitcoins). Se abrevia como BTC.
Blockchain o cadena de bloques: la tecnología detrás de bitcoin, consistente en una lista de bloques validados y enlazados con criptografía, cada uno conectado con su precedente hasta el bloque génesis.
Bloque: una agrupación de transacciones, marcadas con un sello temporal y una huella digital del bloque anterior
Cartera o monedero: el software que guarda todas tus direcciones bitcoin y claves privadas.
Halving: proceso por el cual cada 210.000 bloques, la cantidad de bitcoins emitida en cada bloque se reducirá un 50%.
Hash: huella digital de alguna entrada binaria. Es un algoritmo que cuenta con propiedades útiles para el cifrado de datos.
Minero: es un nodo de la red que encuentra pruebas de trabajo válidas para los nuevos bloques, mediante la ejecución reiterada de hashes.
Prueba de Trabajo: Porción de datos que sólo es posible obtener a través de la ejecución de cómputo. En bitcoin, los mineros deben encontrar una solución numérica al algoritmo SHA256 que resuelva el objetivo de dificultad.
Recompensa: cantidad que recibe el minero como recompensa por haber encontrado la solución a la prueba de trabajo. Actualmente es de 6,25 BTC por bloque.
Transacción: una transferencia de bitcoin de una dirección a otra. Más concretamente, una estructura de datos firmada que expresa una transferencia de valor.
Fuentes
- Raúl Marcos, fundador de Carbono y experto en bitcoin
- “The Internet of Money”, Andreas M. Antonopoulos.
- “Mastering Bitcoin”, Andreas M. Antonopoulos.
- White paper de Satoshi Nakamoto (PDF)
- The Unbanked, Findex, informe del Banco Mundial (PDF)
- Statista: Número de usuarios de internet
- Square – Bitcoin investment whitepaper (PDF)

¿Acaso puedo comprar con bitcoin y demás cripto monedas algo?
Pagar escuelas
Viajes, centros comerciales
Autos
¿Que ganan los que venden?
¿ Cómo se mueve ese mercado?
No tiene regulación, si deciden defraudar¿ A quien recurro?
Ya no digo quien resuelva, sino al menos a que autoridad aceptada y/o por lo menos reconocida por los gobiernos del mundo puedo recurrir?
No hay autoridad. Eres tu y tus claves.