¿Hay una vuelta al bipartidismo en España? Los resultados de Andalucía apuntan en esa dirección

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GRAFAND768. SEVILLA, 19/06/2022. EFE/ Julio Muñoz
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Los resultados en Andalucía vuelven a poner encima del escenario político actual una opción casi olvidada en los últimos años: el bipartidismo. Los principales partidos, PP y PSOE, suman 88 escaños frente a los 59 que obtuvieron en las elecciones de 2018 y pasan de un 48,7% de los votos a un 67,22%.

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Sin embargo, la situación en otras regiones donde se han celebrado elecciones recientes, como Castilla y León y la Comunidad de Madrid, es muy distinta. Repasamos cómo queda la fuerza de los dos partidos tradicionales y de qué manera puede reflejarse a nivel nacional. 

El peso de PP+PSOE en Andalucía se incrementa en 29 escaños 

Si en 2018, aún con diferencias, los electores dieron un peso más igualitario a las cinco fuerzas parlamentarias, en 2022 la balanza recae de forma mayoritaria hacia uno de los partidos tradicionales, el PP, seguido del PSOE y dejando a más distancia al resto de partidos. 

La fragmentación no ha variado, lo que sí cambia de manera significativa es el peso de cada una de esas formaciones. El apoyo mayor vuelve a recaer sobre PP (que con Juanma Moreno como candidato ha conseguido, además, por primera vez una mayoría absoluta en Andalucía) y PSOE. 

El número de partidos sigue siendo el mismo desde 2015, cuando, más allá de los habituales en Andalucía ( PP, PSOE e IU), irrumpieron nuevos partidos. Tras las elecciones del 24 de mayo de ese año, el Parlamento tuvo dos nuevos integrantes, Podemos y Ciudadanos. Aunque, como se ve en el gráfico, el número de escaños que habían conseguido quedaba lejos de los partidos tradicionales. Algo que cambió en 2018. Después de las elecciones del 2 de diciembre, las distancias se acortaron. Y tres años y medio después, vuelven a ampliarse. 

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El cambio se ve en el peso que suponen esas dos fuerzas juntas. Si en 2018 entre los dos partidos sumaban 59 escaños de un total de 109, ahora esa cifra se eleva a los 88. Para encontrar algo superior hay que remontarse a las elecciones de 2012, cuando el bloque de los partidos tradicionales alcanzaba los 97 diputados en el Parlamento andaluz. 

Ante el cambio que se ha producido en Andalucía, en el que se incluye también la desaparición de Ciudadanos, “lo que parece que está emergiendo de nuevo es el voto útil”. Así lo valora Victoria Rodríguez-Blanco, profesora de Ciencia Política en la Universidad Miguel Hernández, a Newtral.es que cree la ciudadanía ha preferido apostar “por el partido ganador y no desperdiciar el voto”. 

El PP ha conseguido una posición tan favorable porque “se beneficia de una tendencia de fondo”, según valora Juan Rodríguez Teruel, politólogo de la Universidad de Valencia, en la que es clave la “crisis del PSOE” en los últimos 15 años y la “división de los partidos de izquierda”. 

Castilla y León: en 2011 había cuatro partidos en las Cortes, ahora son el doble

Sin embargo, otra de las regiones en la que se han celebrado elecciones este año, tiene un escenario político muy diferente. En Castilla y León la fragmentación política va en aumento desde hace años y en las Cortes cada vez hay más formaciones con representación. 

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En 2015, con la llegada de Ciudadanos y Podemos, eran seis partidos, en 2019 subieron a siete y en 2022, tras las elecciones anticipadas que convocó Alfonso Fernández Mañueco, suman otro, ocho partidos en total forman las Cortes (PP, PSOE, VOX, UPL, SY, PODEMOS-IU-AV, CS y XAV). Como explica la experta Rodrígiez-Blanco, en este caso, y con las candidaturas nuevas con discurso más regionalista, “la novedad era votar a otras opciones, otros partidos”. 

Y no solo hay cada vez más partidos, sino que el bloque de los tradicionales lleva cuatro elecciones consecutivas perdiendo fuerza. De los 82 escaños que sumaban en 2011 a los 59 que representan ahora. Si lo miramos en número de votos, el bipartidismo en Castilla y León se ha dejado por el camino casi el 20% de los apoyos entre las elecciones de 2019 y las del mes de febrero de 2022. 

El PSOE ya no es la segunda fuerza más votada en la Comunidad de Madrid

En Madrid, el bipartidismo tuvo su momento más bajo en 2019, después de las elecciones del 26 de mayo. El bloque de los viejos partidos bajó hasta los 67 escaños, cuando en 2011, por ejemplo, antes de que entraran en escena Podemos y Ciudadanos, llegaron a sumar 108. Es decir, ocupaban el 84% de la Asamblea de la Comunidad de Madrid. 

Con las últimas elecciones que convocó Isabel Díaz Ayuso de manera anticipada el 4 de mayo de 2021, volvió a coger fuerza y ahora mismo ocupan 89 de los 136 que hay. Sin embargo, el Partido Popular saca una ventaja muy significativa al PSOE, que además dejó de ser la segunda fuerza más votada al verse superado en votos por la candidatura de Más Madrid, con Mónica García a la cabeza.

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Estas elecciones “tienen que ser explicadas en clave nacional” según Rodríguez-Blanco, que apunta a que Ayuso centró su enfrentamiento con Pedro Sánchez a raíz de “la gestión sanitaria del covid”.

¿Vuelve el bipartidismo a nivel nacional? 

Influyen, por tanto, las características propias que tenga cada región porque cada una tiene sus “circunstancias, perfil de candidato, guerras internas de partidos menores, malos discursos de otros candidatos…”, tal y como explica Rodríguez-Blanco.

Aunque ella sí cree que “estamos ante un cambio de tendencia” porque desde hace tiempo se observa una recuperación del bipartidismo en detrimento de los nuevos partidos, con los que la ciudadanía “parece desencantada”. Por varias razones: “favorecieron la democracia, pero no han resuelto la gobernabilidad ni han demostrado ser tan novedosos ni entusiastas como parecían”, especifica. 

Algo que comparte Juan Rodríguez Teruel, politólogo de la Universidad de Valencia, que cree que los nuevos partidos se van a ver perjudicados por el escenario que viene, la vuelta a la “acumulación del voto en los dos grandes partidos”. No a unos niveles tan elevados como en el pasado, pero sí concentrando gran parte de los apoyos. 

Y aquí se introduce una nueva clave, la gobernabilidad. Porque según este experto, el hecho de que el PP y el PSOE se refuercen, complica la posibilidad de que se formen mayorías por la “crisis o el declive” de los partidos que les sirven para pactar la gobernabilidad. El Partido Popular se haría más fuerte en detrimento de Vox y el PSOE conseguiría más liderazgo a costa de Unidas Podemos. Esto “no nos resuelve qué va a suceder para que formen mayorías” que les permitan gobernar y va a hacer más difícil “las alianzas parlamentarias”, según indica Rodríguez Teruel a Newtral.es. 

Lo que cree la politóloga Rodríguez-Blanco es que la recuperación de protagonismo del bloque bipartidista no va a suponer a corto plazo que desaparezcan esas opciones más pequeñas, porque formaciones como Vox, Unidas Podemos o Más País siguen teniendo recorrido electoral. Otra cosa, dice, “es que esa presencia llegue a ser relevante y útil”.

Fuentes