Belén Toimil, récord de España de lanzamiento de peso: “Los atletas somos una marca, pero en este caso el proceso no fue un martirio”

Belen Toimil durante un lanzamiento en Torun. EFE/EPA/Leszek Szymanski
Belen Toimil durante un lanzamiento en Torun. EFE/EPA/Leszek Szymanski
Tiempo de lectura: 9 min

Cuando Martina de la Puente hizo la mejor marca de lanzamiento de peso en 1996, Belén Toimil era un bebé. Veinticinco años después, la joven de Mugardos (La Coruña), puso en pie a la delegación española en el Europeo de Torun (Polonia) con 18,64 metros que le daban el pase a la final, el récord de España y la mínima olímpica para Tokio 2021. De regreso a España, cuenta a Newtral.es, ha empezado a asimilar lo logrado. “He trabajado mucho para conseguir este sueño”, dice entre lágrimas. “Mi madre—quien falleció—estaría orgullosa”.

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El día anterior a la calificación del campeonato, Toimil dio un paseo con Fátima Diame, especialista en salto de longitud. Recorriendo la ciudad polaca, la gallega advirtió que sus sensaciones eran muy diferentes a las de años anteriores. Una grave lesión de rodilla y el confinamiento por la pandemia de la COVID-19 le habían impedido competir a ese nivel en los últimos tres años. “Recordé que otros años me había achicado o había sentido miedo a competir. Esta vez solo sentía que quería hacerlo lo mejor posible”. 

La atleta se recreó en cada momento previo al primer lanzamiento, recordó que había trabajado y merecido estar en ese lugar, e insistió en que no tenía nada que perder después de ser repescada para esa cita. “Todo ese contexto hizo que solo me centrara en la pista, sentir incluso el tacto del círculo a mis pies. Era algo muy simple que se convirtió en una aventura. Me sorprendí a mi misma sin esos nervios que me caracterizan, viviendo el proceso y teniendo una visión muy inocente de lo que iba a pasar”. 

Cuando Toimil entró en la pista, soltó un latigazo histórico para el atletismo español. “Te juegas tu carrera en tres lanzamientos de un segundo y ni siquiera ves dónde va la bola, pero en esa milésima supe que era un buen lanzamiento”, rememora, riéndose seguidamente de la “cara de incredulidad” que ha visto millones de veces en el vídeo. Al día siguiente, los nervios se apoderaron de ella y no supo aislarse en la final, pero volvió a España con una séptima posición y su segunda mejor marca, 18.01m. “Tampoco está mal”, bromea. 

Belén Toimil: “Cuando lo he procesado, no he parado de llorar”

La emoción desborda a Toimil. El lunes por la noche, cuatro días después de su gesta y tratando de valorar su vídeo en pantalla grande, dio con el oro de Manolo Martínez en el Mundial de Birmingham en 2003. “Me puse a pensar en lo que había vivido y llamé a mi padre llorando. “¡Que he conseguido la mínima olímpica”, le repetía. Ahí me di cuenta de lo que significaba, y de que todo lo que había pasado había merecido la pena. Llevo años trabajando muchísimo y lejos de mi familia. Es un proceso duro, pero he conseguido mi sueño”.

La atleta abraza a su padre tras un campeonato. | Belén Toimil
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El gran objetivo de su carrera profesional era asistir a unos Juegos Olímpicos. “Como todo deportista”, destaca, pero los últimos cuatro años se habían torcido. Primero por una grave lesión de ligamento anterior cruzado de la rodilla izquierda, y más tarde por una cuarentena por la COVID-19 cuando había vuelto a moverse en la élite. Sin embargo, recalca, la gran diferencia es la mente. “Antes era muy insegura, hice competiciones malas porque me fallaba la cabeza”, dice. “Me autosaboteaba”. 

Toimil rechaza volver a una etapa en la que no tenía confianza en sí misma, ni capacidad mental para afrontar las competiciones, los entrenamientos y su propia vida. “La experiencia y el trabajo con el psicólogo deportivo han dado su resultado en este Europeo, en el que entiendo que hay muchos factores y que la incertidumbre no es negativa ni me tiene que dar miedo, sino una oportunidad más. Eso, antes, me anulaba. Ahora pienso que estoy preparada”. 

Cambio físico y técnico

En 2017, Toimil superó la barrera psicológica de los 17 metros, su gran obsesión. Lo hizo además en casa, en el campeonato gallego en un ambiente muy familiar. “Recuerdo echarme a llorar porque logré hacer 17,38. Fui mejorando mi marca todo el invierno, entrenando muy bien, hasta lograr terminar la temporada con muy buenos resultados. Una lesión en el dedo de la mano, quedarse fuera de campeonatos internacionales y perder la beca supusieron una pérdida de motivación. Sufrió, pero centró sus objetivos en la siguiente temporada.

Celebración junto a su entrenador Carlos Burón. | Belén Toimil.

Cuando comenzó la temporada de 2018, durante un entrenamiento con vallas, cayó sobre su pierna izquierda rompiéndose el ligamento cruzado anterior, la lesión más temida por los deportistas, y que le apartó durante siete meses de la competición. “Ahí pesaba 120 kilos, tenía un sobrepeso con el que no justifico la lesión, pero sí me hizo concienciarme de que estaba forzando mucho a mi cuerpo. Empecé una recuperación física y emocional porque de repente me pasé los días llorando con el fisioterapeuta mientras me doblaba la rodilla”.

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En abril de 2019 volvió a rozar los 17 metros, estaba de vuelta, y quiso ir más allá. Contactó con la nutricionista Priscila Farias, perdió 20 kilos y ganó masa muscular. Al mismo tiempo, introdujo un cambio en la técnica, pasando del lanzamiento en línea al giratorio. Pese a las dudas del principio, salió bien. “Empezó 2020 con una burrada en la Copa de la Reina, 17,21 metros que me hicieron emocionarme”. Con las expectativas disparadas, llegó la pandemia

A Toimil le tocó pasar los tres meses en su piso de León, en cincuenta metros cuadrados sin material deportivo, bromeando sobre si el sofá le serviría para hacer peso muerto. Al salir de la cuarentena, había perdido tres meses de trabajo y mucha masa muscular que debía recuperar rápido. “Estás loco”, le dijo al entrenador cuando vio el plan de trabajo. Sin embargo, la situación había cambiado su actitud ante este esfuerzo. “Antes pensaba que no era capaz, y ahora me centro en el proceso. Creía que era imposible, pero me centré en hacerlo”.

A partir de ahí, su reto fue pasar de los 18 metros y acercarse al récord de Martina de la Puente. “Cuando te ves en 17,86m, sabes que puedes hacer mucho más. Es un reto personal”, explica. De vuelta al Centro de Alto Rendimiento (CAR) de León, con los mejores entrenadores y condiciones, lo valoró aún más. “Es un privilegio. Si estás aquí, aparte de porque quieres, es para aprovecharlo, no para hacer algo a medias. Antes no llegaba a mi límite o pensaba que era más bajo. Al volver, vi todo con otros ojos”. 

Belén Toimil: “En el atletismo somos una marca”

La motivación ha vuelto después de tantos altibajos, pero lo hace con una Toimil mejor preparada. “Se acabó preocuparse por cosas que no sabes si van a pasar”, celebra, aunque hace un guiño a los nervios que todavía debe controlar. “En la final me pararon dos minutos los jueces y me descolocaron. Hay gente que se motiva picándose con el rival, y yo lo hago retándome, pero siempre desde la concentración”. 

Mejorar su marca personal es satisfacción suficiente para seguir trabajando, y para eso acude también a José Lombo, psicólogo deportivo del CAR. “ Por desgracia, en el atletismo somos una marca, el resultado de lo que hacemos, y con eso se queda la gente, así que aunque sabemos lo que trabajamos y no nos juzgamos, sientes presión”.

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Aauri Lorena Bokesa, especialista en 400 metros, dio un discurso antes del Europeo en la expedición. Desde su experiencia, animaba a vivir intensamente el campeonato por todo lo que pudiera pasar en el futuro. Después de los 18,01m de la final, insistió en que no se le ocurriera juzgarla sin el contexto. “Tiene razón, porque es la segunda mejor marca de mi vida después de llegar como repescada. Solo me queda valorarlo y alegrarme, demostrar que el récord no fue suerte sino capacidad. Hay que tomar perspectiva, porque es una pasada”.

Belén posa con una medalla junto a su madre. | Belén Toimil

El gran reto de los Juegos Olímpicos

Siendo campeona de España en Gallur (17,81m) y séptima en el Europeo, Toimil ya mira hacia el verano, a los Juegos Olímpicos de Tokio 2021. “Al aplazarse, decidí apostar y luchar por ellos. El año pasado estudié un Ciclo Superior de Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear, pero esta temporada he apartado la formación para entrenar mañana y tarde y hacer un buen papel en Tokio. Ir ya es una ilusión, pero espero entrenar con la tranquilidad que me da la mínima y conseguir una buena actuación”.

A escasos meses, espera tener las mismas sensaciones que en el Europeo que acaba de disputar. “En vez de agobiarme, vivo cada entrenamiento, el proceso. El atletismo se ha convertido en mi vía de escape, en mi manera de llevarme al límite. Cuando conseguí el récord de España sentí que no había sido un martirio, que desde el primer momento de esta temporada solo he sentido ilusión y ganas de pasármelo bien, y eso es lo que me voy a llevar para siempre”, concluye emocionada. 

1 Comentarios

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  • La chica es encantadora. En la foto de su infancia ya se la ve fuertecita y con cara ilusionada. Le deseo lo mejor en todo.