Begoña Gómez, mujer del presidente del Gobierno, ha presentado una querella por presunta prevaricación contra el juez que la investiga, Juan Carlos Peinado, según informa la agencia EFE. También por revelación de actuaciones procesales declaradas secretas y revelación de secretos por funcionario público.
- La Abogacía del Estado, en representación del jefe del Ejecutivo, presentó el pasado 30 de julio una querella contra el mismo juez por prevaricación.
La querella. Begoña Gómez, investigada por presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios, ha solicitado al Tribunal Superior de Justicia de Madrid investigar al magistrado al considerar que ha adoptado decisiones “arbitrarias y manifiestamente injustas” y “ha forzado” las normas, siguiendo los pasos de Pedro Sánchez en este sentido.
- El abogado de Gómez, el exministro Antonio Camacho, argumenta la querella en las decisiones “no justificadas, carentes de motivación alguna y contradictorias” que piensa que Peinado ha ido tomando a lo largo de la investigación, aún en marcha.
- Habla el letrado de una “instrucción inusual, errática, perversa y prospectiva” que busca dirigir “una causa general” contra Begoña Gómez.
Fuentes
- Agencia EFE
¿Sabes lo que pasa? Que, en la "izquierda", no existen organizaciones equivalentes a "Hazte Oir", "Abogados cristianos" o "Manos Limpias", ni partidos como VOX, capaces de denunciar, de manera consciente, causas basadas en bulos y youtubers, sin recorrido jurídico, con el único objetivo de hacer daño. Ni mucho menos hay jueces, capaces de aceptar abrir causas en base a semejantes infundios, procedentes de organizaciones que no sean de derechas.
No, esa no es la diferencia entre la siniestra y los demás, los que la siniestra llama "derecha", "ultraderecha" o cualquier otra categoría artificiosa para englobar a todo el que no les sigue la corriente. La diferencia entre la siniestra y la no siniestra es que los primeros se valen, principalmente, de la ingeniería social, la matraca mediática, las tramoyas de las subvenciones y el gasto público y la manipulación psicológica de masas taradas y degeneradas. Por eso la siniestra ha renunciado ya, hace tiempo, a presentar un ideario coherente y rehuye todo tipo de debate racional, por si acaso la población que aún les vota, a pesar de su bajo CI, se coscan de que es todo una estafa monumental para que unos cínicos se apoderen de los recursos del Estado con pretextos y hundan a las clases medias en la miseria para satisfacción de todos los que aceptan alegremente que les saquen un ojo si al objeto de su tirria y envidia le sacan uno o dos también. Cualquiera con un poco de memoria y edad se acordará de como la siniestra propugnaba ufana el máximo respeto a la libertad de expresión y como se alzaban airados con aspavientos intelectualoides para apantallar. Hoy están en retirada y les queda el recurso a la censura y a la cancelación porque, después de todo, los criminales quieren cambiar las reglas del juego cuando van perdiendo.