El objetivo de la UE es claro: reducir la dependencia del gas ruso a corto y largo plazo. La temperatura media de la calefacción de los edificios en toda la UE supera los 22 °C, de acuerdo con el informe presentado por la Agencia Internacional de la Energía (IEA por sus siglas en inglés), un grado por encima de los 21ºC recomendados como consumo responsable. Así afectaría bajar la calefacción a la dependencia del gas ruso.
Como medida inmediata, los mandatarios han alentado a la población a actuar para intentar reducir el consumo de gas natural. “Reduzcan el gas en sus casas, disminuyan la dependencia de quien ataca a Ucrania y comprometámonos más en una defensa colectiva”, resumió el alto representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, en un debate en el Parlamento Europeo el pasado miércoles 9 de marzo.
Las palabras de Borrell van en línea con el plan que presentó esta semana la Comisión Europea para rebajar la dependencia del gas ruso, que representa el 45% del que llega a la UE. En total, la importación de gas ruso en toda la UE es de 140.000 millones de metros cúbicos de gas que, añadidos a las importaciones de gas licuado, suman un total de 155.000 millones, de acuerdo con la IEA.
Bajar un grado la calefacción disminuye el gasto un 7%
Por cada grado centígrado que incrementa la temperatura de un edificio o vivienda, el consumo energético aumenta en un 7%, al igual que el gasto en calefacción y las emisiones de CO2, según el IDAE. Siguiendo esta regla numérica, las importaciones de gas de la UE (unos 344.000 millones de metros cúbicos) podrían disminuir en 9.800 millones de metros cúbicos si toda la población reduce un grado centígrado el termostato.
En palabras de Josep Borrell, “un grado menos de temperatura en casa es un 7% de ahorro de gas. Dos grados menos es el 14% menos. Los refugiados pasan mucho más frío”. Más tarde, el representante especificó que el mensaje no iba dirigido a la población española, pues “nuestro gas viene de otra parte”.
El aislamiento de los edificios también podría ahorrar gas a largo plazo
Otra variable que entra en el plan es el aislamiento de los edificios. De acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía, “alrededor del 1% del parque inmobiliario de la UE se renueva cada año. Una extensión rápida a un 0,7% adicional, dirigida a los hogares y edificios no residenciales menos eficientes, sería posible mediante mejoras estandarizadas, principalmente a través de un mejor aislamiento”.
“Esto ahorraría más de 1 bcm (mil millones de metros cúbicos) de uso de gas en el espacio de un año y también traería beneficios para el empleo, aunque requeriría esfuerzos paralelos para mejorar las cadenas de suministro de materiales y el desarrollo de la fuerza laboral”.
Otra de las recomendaciones del IDAE es encender la calefacción de la vivienda solo cuando esté ocupada y apagarla por la noche, ya que cuando estás acostado y arropado no es necesaria la calefacción. “Con 15-17 ºC es suficiente para dormir confortablemente”, asegura el instituto.
La dependencia del gas ruso
En algunos países del continente como Estonia, Finlandia, Moldavia o Macedonia, la dependencia de Rusia en lo que respecta al gas natural es total. En Alemania, la dependencia es de más del 50%.
Los países del sur y cercanos a la costa se encuentran en mejores posiciones ante la crisis del gas ruso, como es el caso de España, cuyo porcentaje de gas natural importado de Rusia es residual. Las importaciones españolas se basan en el gas natural que entra por el gasoducto de Argelia y las importaciones de gas natural licuado (GNL).
“El sistema gasista español es robusto, resiliente y diversificado”, asegura SEDIGAS, la Asociación Española del Gas en un comunicado. “Su capacidad de almacenamiento y regasificación le sitúa en posición de dar una respuesta eficiente y estratégica a la seguridad del suministro en Europa”.
Fuentes:
Un gran trabajo a nivel periodístico y visual, puesto que el gráfico 'Importaciones de gas en 2021' permite conocer con detalle las dependencias gasísticas de cada uno de los países analizados. Desconocía la importancia que tiene Noruega como potencia exportadora para abastecer a Francia, Reino Unido, Países Bajos, Bélgica, Suiza e Irlanda.