La dismenorrea (nombre con el que se conocen a las menstruaciones difíciles y dolorosas) afecta, al menos, a un tercio de la población femenina fértil, según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). Si a esta patología se le suma el síndrome premenstrual, el porcentaje aumenta hasta el 70% de las mujeres, matiza el jefe de Servicio de Ginecología del Hospital Universitario Araba de Vitoria, Iñaki Lete. Para algunas mujeres el dolor llega a ser inhabilitante. Esa es una de las razones por las que el debate sobre el permiso o baja menstrual está sobre la mesa.
En España ha saltado a la palestra en los últimos meses, después de que dos ayuntamientos, el de Girona el pasado junio y el de Castelló de la Plana este septiembre, hayan incluído este derecho en sus convenios laborales. Este permiso dará la posibilidad a las empleadas de ambos consistorios de ausentarse del trabajo durante ocho horas mensuales, que podrán recuperar en los tres meses siguientes.
La dismenorrea: cuando la regla causa dolor
“Los efectos que la regla puede causar en las mujeres van desde el dolor, el síntoma más común, hasta vómitos, mareos y diarrea”, explica la médica de atención primaria Victoria López a Newtral.es. El sangrado abundante es otro de los problemas. “En niveles altos, puede desembocar en anemia”, añade Lete. Si hablamos de mujeres con patologías previas como la endometriosis, “los síntomas son muy incapacitantes”, subraya López, quien asegura que el dolor que sienten “es muy fuerte”.
Sin embargo, Lete destaca que en sus investigaciones ha observado que las mujeres “asumen el dolor como algo inherente”. “Tres de cada cuatro mujeres no consultan a su médico o ginecólogo si sienten dolor durante la regla. Es un error, porque la menstruación no tiene porqué doler, o, en su defecto, podemos tomar medidas para que la paciente no sufra el dolor”, asegura el ginecólogo.
López coincide con él y alerta de que, la mayoría de ocasiones en las que una mujer acude a su consulta con estos síntomas, no lo hace para pedir una baja, si no para saber cómo puede aliviarlos. “La regla es algo que las mujeres escondemos desde la primera vez que nos viene. Por eso la mayoría tiene miedo de perder los trabajos por una baja o un permiso”, lamenta.
La incapacidad temporal: la solución actual ante la dismenorrea
Hoy en día, la única opción de las mujeres que sufren estos síntomas es acudir al médico y pedir, cada mes, una incapacidad temporal. “El problema es que se van sumando y, si son recurrentes, Inspección puede iniciar una investigación”, destaca López.
“Como resultado, nos encontramos que muchas mujeres se medican todos los meses para poder aguantar y seguir llevando a cabo su actividad laboral o de cuidado durante la menstruación”, advierte la médica. En opinión de la doctora, si la mujer pudiera reposar o teletrabajar durante esos días “tendría que medicarse mucho menos” porque “el estrés laboral empeora los síntomas”.
Lete, por su parte, no cree que sea necesaria pedir una baja o un permiso en la mayoría de los casos. “Tenemos herramientas para mitigar el dolor y controlar los sangrados”, recuerda.
¿Reconocimiento del dolor femenino o refuerzo de los estereotipos?
La conveniencia o no de una baja o permiso menstrual y el efecto que puede tener a nivel laboral y social en las mujeres es un debate complejo. La doctora en Filosofía y miembro del Instituto de Estudios de Género de la universidad Carlos III, Carmen González, opina que generalizar esta medida sería “como poner un sello en la frente de todas las mujeres que diga que todos los meses vamos a enfermar”.
“Es cierto que puede ayudar a visibilizar una experiencia femenina como el dolor, que muchas veces se oculta o pasa por alto porque no se entiende”, reconoce González. Pese a ello, la filósofa cree que una baja o permiso menstrual “puede ser muy contraproducente” porque “podríamos perder las victorias obtenidas en la lucha por neutralizar los estereotipos”.
No opina igual la pedagoga menstrual Erika Irusta, para quien “cualquier cosa que cause dolor debe ser investigada y cualquier dolor que exista necesita de una baja laboral”. “No podemos normalizar nuestro dolor para que no nos despidan. Eso pone en evidencia la crueldad del sistema”, defiende.
Irusta hace hincapié en que “ya estamos discriminadas”, por lo que “la menstruación no nos va a discriminar más”. “Siempre ponemos el foco en nuestros cuerpos, pensamos que el problema está en nosotras, pero el problema es menstruar en la sociedad actual”, esgrime.
El permiso menstrual puede blindar laboralmente a las trabajadoras, pero también contribuir a la discriminación
El abogado y profesor de derecho laboral de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) Pere Vidal señala a Newtral.es que esta medida puede ayudar a “blindar” a las trabajadoras. “Un permiso es una ausencia justificada, se notifica a efectos disciplinarios, por lo que no te pueden sancionar por faltar todos los meses esas horas”, subraya el experto.
Sin embargo, Vidal precisa que “se está regularizando un permiso que las mujeres ya pueden ejercer”. “Si con la regla te encuentras tan mal como para no ir a trabajar, hoy en día puedes ir al médico para que te de a baja o te haga un justificante”, coincide la experta en recursos humanos Gina Aran.
Aran alerta, pese a todo, que “actualmente todavía puede haber una reticencia a contratar mujeres en la mentalidad de muchos empresarios”. “Aunque no es lo deseable, algunos todavía pueden ver este permiso como una baja más para las mujeres”, como la de maternidad o de cuidados, lamenta.
La baja menstrual a nivel internacional
Ningún país de la Unión Europea (UE) cuenta con una legislación que contemple la baja menstrual. Italia lo intentó en 2017, cuando presentó un proyecto de ley que contemplaba que las mujeres pudieran ausentarse del trabajo durante tres días al mes, siempre coincidiendo con su menstruación, sin tener que acogerse a una baja o consumir días de vacaciones. Finalmente la ley no salió adelante.
Este concepto está más extendido en Asia. Japón fue uno de los primeros países en contemplar la baja menstrual en su normativa laboral, seguido por Indonesia, Corea del Sur (aunque aquí se llama “licencia fisiológica») o Taiwán.
Fuentes:
- Ayuntamiento de Girona
- Ayuntamiento de Castelló de la Plana
- Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO)
- Iñaki Lete, Jefe de Servicio de Ginecología del Hospital Universitario Araba de Vitoria
- Victoria López, médica de atención primaria
- Carmen González, doctora en Filosofía y miembro del Instituto de Estudios de Género de la universidad Carlos III
- Erika Irusta, pedagoga menstrual
- Pere Vidal, abogado y profesor de derecho laboral de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC)
- Gina Aran, experta en recursos humanos
- Il Messaggero
- Legislación laboral de Japón, Indonesia, Corea del Sur y Taiwán
La maja,el día que tenga dolor de muelas, spray anestesia y a trabajar!!
Y el día que tenga que parir que teletrabaje y sino sabe lo que es ese dolor,que no critique,que a algunas si nos duele y es tan incapacitante ,como la próstata en los hombres que muchas mujeres pagamos también esas bajas y no tenemos próstata y son años...así que ..que se la aplique
La ley más absurda que jamás han sacado. Hay medicamentos para aliviar el dolor menstrual.
Con esa ley lo único que van a conseguir es que salgan todas las vagas que ya tienen por costumbre cogerse bajas, con lo que los otros compañeros deben de hacer un esfuerzo mayor para cubrir el puesto del trabajador de baja, poniendo en peligro no sólo el buen servicio al cliente, sino de ayudar a perder ganancias a la empresa, ya que está pagando a alguien que no está trabajando.
En mis 14 años trabajados, he cogido una sola baja, y por el cuento, la vagancia, el poco compañerismo y egoísmo de la persona que se pide las bajas mes si y mes también, me he tenido que deslomar, hacer horas extra (generalmente no remuneradas), aguantar las quejas de los clientes por falta de personal, ya que muchas empresas no se pueden permitir coger a más personal.
Estoy indignada por lo que está por llegar.
Espero que pongan leyes donde no cogerse ninguna baja y no llegar tarde al trabajo esté premiado con un poco más de sueldo a final de mes. Así muchos dejan de coger bajas cada semana o mes, de coger bajas empalmando sus vacaciones para tener más días, bajas para anticipar la jubilación, bajas por depresión (que aunque digan que no se puede demostrar, sí se pueden demostrar), bajas por un simple resfriado, etc.
Los hombres también tienen derecho a cogerse una baja por dolor de testículos.
Las bajas deberían ser para aquellos que desgraciadamente tienen cáncer u otras enfermedades graves, aquellos que se rompen un hueso o se hacen un esguince (con radiografía demostrable).
BASTA YA DE TANTO Cuento y más trabajar.
Parece que no tengas idea de lo que es dolor incapacitante: Se llama dismenorrea y puede tener una patología detrás como la endometriosis (o miomas uterinos, o fribromas, o adenomiosis...), que paralizan tu vida sufres intensamente. Y a lo mejor tampoco te has enterado de que SIN un diagnóstico médico, NADIE puede acogerse a este permiso. Así que menos banalizar y conjeturar, y más solidaridad con el 15%/20% de mujeres que pueden sufrir estas graves patologías.
Por lonque leo tu problema no viene de los compis sino de tu empresa.