Muchos políticos con una derrota sonada a sus espaldas querrían empezar de cero antes de volver al poder. En Estados Unidos, la historia es otra. El escrutinio de tus tiempos pasados no es un handicap, sino una ventaja. Y el mejor ejemplo lo pone su expresidente. Donald Trump es el protagonista de al menos cinco investigaciones judiciales distintas, incluidas dos del Departamento de Justicia, que tanto sus críticos como él mismo están usando como munición política.
Los casos judiciales a los que Trump podría enfrentarse en el medio plazo llegan desde flancos muy diferentes:
- Las prácticas empresariales propias y del negocio familiar.
- El desempeño que tuvo como presidente.
- Y, por supuesto, el rol que ha jugado en propagar las mentiras que posibilitaron una de las mayores afrentas recientes contra la democracia estadounidense: el Asalto al Capitolio.
Trump y sus voceros afines llevan meses alzando la voz sobre una supuesta caza de brujas contra el expresidente. Mientras, los demócratas usan a Trump para recordarle al electorado que sus rivales republicanos están atados irremediablemente a su figura —y que por tanto no deben votarles en las elecciones de medio mandato del próximo noviembre.
Pero entre tanto cruce de acusaciones es fácil perder el norte. ¿Qué investigaciones hay de verdad en marcha contra Trump? ¿Qué sabemos acerca de las consecuencias que podría enfrentar con cada una de ellas? Y sobre todo, ¿cuánto de cerca están de convertirse en juicio contra el expresidente?
Dos investigaciones contra Trump en Nueva York
Los investigaciones que conciernen a la empresa familiar, Trump Organization, se originan en el estado de Nueva York. Ambas se centran en el posible fraude que habrían cometido Trump, tres de sus hijos adultos y otros ejecutivos de la compañía.
La fiscal general del estado de Nueva York, la demócrata Letitia James, investiga a la Trump Organization por haber inflado el valor de sus propiedades para obtener mejores servicios de prestamistas y aseguradoras. Entre esas propiedades se incluyen el resort de Mar-a-Lago en Florida y su apartamento tríplex en la Trump Tower de Manhattan.
- El objetivo de James es evitar que la familia de Trump pueda comprar propiedades en Nueva York durante cinco años. Quiere impedir que la compañía «se reinvente en Florida mientras expande sus negocios en Nueva York».
- La fiscal también quiere impedir que los Trump dirijan jamás una empresa en el estado y que paguen al fisco 250 millones de dólares.
James llegó a entrevistar a Trump como parte de su investigación, aunque el expresidente se acogió a la Quinta Enmienda para evitar incriminarse. La otra razón por la que Trump no declaró es porque la oficina de James está colaborando con otra fiscalía, la del distrito de Manhattan.
- Ahí es el demócrata Alvin Bragg el que lidera una investigación sobre una posible trama de fraude fiscal perpetrada dentro de la Trump Organization.
- El que fuera consejero financiero de la compañía, Allen Weisselberg, ya se declaró culpable por haber conspirado dentro de la compañía para evitar pagar impuestos a través de regalos lujosos.
- La investigación mostrará sus conclusiones en un juicio por fraude y evasión de impuestos que tiene previsto empezar el próximo 24 de octubre.
Trump y los 11.000 votos en Georgia
El caso judicial en Georgia que podría tener consecuencias legales para Trump tiene que ver con las elecciones. Concretamente, con el supuesto intento de revertir los resultados electorales en ese estado, en el que Joe Biden ganó por 11.779 votos.
- El aspecto más popular del caso es una llamada de teléfono que Trump mantuvo con el republicano Brad Raffensperger, el secretario de estado de Georgia que supervisaba los comicios.
- En ese diálogo del 2 de enero de 2021, Trump le pidió encontrar 11.780 votos, algo que podría haber sido suficiente para darle la vuelta a las elecciones en Georgia.
Raffensperger se negó. Pero en paralelo a esa conversación se produjo una supuesta trama para presionar a funcionarios públicos con tal de que cambiaran los resultados electorales.
- Entre los implicados estarían numerosos aliados de Trump, incluidos políticos estatales y el que fuera abogado personal del expresidente, el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani.
- Entre el resto de sospechosos se encuentran aliados de Trump que participaron en la llamada trama de los electores.
- Con esa estratagema, varios políticos pro-Trump pretendían proponer resultados electorales distintos en la certificación de las elecciones que se produciría días después de la llamada de Trump, el mismo 6 de enero en el que se produjo el Asalto al Capitolio.
La fiscal del distrito de Fulton, la demócrata Fani Willis, podría estar terminando de recabar detalles para una acusación de conspiración para cometer fraude electoral u otra de crimen organizado para comprometer unas elecciones. Willis ha asegurado que algunos sospechosos podrían enfrentar penas de cárcel.
- Aunque se desconoce si Trump estará en la lista de acusados, Willis ha dicho que su propósito sería el de llamarlo a testificar frente al gran jurado con el que trabaja.
El Departamento de Justicia, Trump y los documentos de Mar-a-Lago
Las últimas dos investigaciones judiciales de Trump se originan en el Departamento de Justicia. Y ningún caso tiene la prominencia mediática reciente como el de los materiales incautados por el FBI en el resort de Trump en Mar-a-Lago, Florida.
- El pasado agosto, decenas de agentes del FBI irrumpieron en la residencia de Trump para incautar numerosas de cajas de documentos, muchos de ellos clasificados.
- Trump debía haber devuelto esos documentos en cuanto terminó su presidencia, pero se aferró a ellos pese a las quejas de varias agencias federales.
El fiscal general Merrick Garland, designado en el puesto por Biden al inicio de su presidencia, lidera la investigación. Su equipo ha confirmado estar investigando a Trump por manejo inadecuado de materiales clasificados y posible obstrucción a la justicia.
- Medios como The Washington Post han revelado que muchos documentos tenían el rango de clasificación más alto.
- Algunos incluían información sobre las capacidades nucleares de un país extranjero. Otros, ni siquiera podían ser analizados por el equipo de Garland porque carecían de autoridad para hacerlo.
El caso judicial de los documentos está ahora en pleno proceso legal, pero Trump ha sufrido algunas derrotas recientes. El Departamento de Justicia ha recuperado la capacidad de analizar los materiales clasificados para determinar qué secretos podían haber sido expuestos —y las implicaciones criminales que eso puede tener.
Trump y la investigación más ambiciosa del 6 de enero
Pero ningún otro caso judicial tiene la relevancia del que lidera el Departamento de Justicia de Garland sobre el 6 de enero de 2021. Decenas de personas han sido ya acusadas e incluso sentenciadas a penas de cárcel por su papel en el Asalto al Capitolio. Sobre el de Trump hay muchas incógnitas.
- Una de las dudas es de si realmente el equipo de Garland puede encontrar un vínculo directo entre Trump y el asalto con el que demandarlo —y ganar en un juicio después.
- Otra tiene que ver con todos los prolegómenos del asalto y las iniciativas para intentar revertir los resultados de las elecciones de 2020.
Los medios se han hecho eco de las estrategias de los aliados de Trump para revertir las elecciones. Desde demandas judiciales insostenibles a la mencionada trama de los electores, nada funcionó. Pero todavía no se ha establecido una conexión que implique a Trump de forma directa y firme con esas estratagemas.
- Si el Departamento de Justicia tiene alguna prueba o testigo estrella que pueda demostrar ese vínculo, el público todavía lo desconoce.
- Si en cambio van a apostar por una estrategia con la que demostrar que las mentiras de Trump y las iniciativas de sus aliados son suficientes como para acusarlo de algo, entonces los expertos legales creen que Garland estaría arriesgando.
Por ahora, no hay indicios de que la investigación del Departamento de Justicia sobre Trump y el 6 de enero esté cerca de terminar. De hecho, son los participantes del Asalto al Capitolio quienes más atención judicial han recibido hasta ahora, no Trump y sus aliados más cercanos.
Más recientemente, las citaciones judiciales y la incautación de teléfonos móviles de algunos de los protagonistas cercanos a Trump indicarían que la investigación de Garland está cogiendo fuerza. A falta de que se atreva a citar a Trump, el foco está en descifrar la teoría del caso de Garland y el papel que puede tener el expresidente en ella.
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