La autopsia de George Floyd se hizo pública en 2020 y atribuyó su muerte a una parada cardiorrespiratoria, no a una sobredosis

autopsia George Floyd
Años después de la muerte de George Floyd se ha publicado su autopsia completa. El informe revela que no hubo “lesiones letales” y destaca altos niveles de drogas en su organismo. Resulta que Floyd murió de una sobredosis de fentanilo.
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Circulan en redes sociales publicaciones que afirman que, años después de la muerte de George Floyd, se ha publicado su “autopsia completa”. Los mensajes virales incluyen un fragmento del documento para asegurar que Floyd no presentó “lesiones letales” y que había altos niveles de drogas en su organismo. Los usuarios se apoyan en ello para decir que el estadounidense murió de una sobredosis y también relativizar la violencia policial. Sin embargo, si bien el documento es real, la autopsia se publicó en 2020 y concluyó que Floyd murió de una parada cardiorrespiratoria complicada por la inmovilización y compresión de su cuello.

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“Dos años después de la muerte de George Floyd, se ha publicado su autopsia completa. El informe revela que ‘no se identificaron lesiones letales’ y además destaca altos niveles de varias drogas en su sistema, incluyendo fentanilo y metanfetaminas”, “La autopsia de George Floyd ha sido publicada. Resulta que Floyd murió de una sobredosis de fentanilo y dio positivo en COVID-19. Nos mintieron una y otra vez”, dicen publicaciones compartidas en Facebook, Twitter y Telegram desde, al menos, el 25 de mayo de 2023. 

Están acompañadas de una captura de pantalla de un documento escrito en inglés que incluye un informe de lesiones y otro toxicológico. En la esquina superior derecha puede leerse “George Floyd” y, de acuerdo con el escrito, el paciente no presentó “lesiones que amenazaran la vida”. Además, el informe señala un test positivo de COVID-19 y restos de fentanilo y metanfetamina.

No obstante, aunque el documento se corresponde con una parte de la autopsia de George Floyd, los mensajes virales sacan de contexto el fragmento y sacan conclusiones engañosas. El informe médico se hizo público en 2020, no en 2023 como aseguran las publicaciones —algunas incluso afirman que Floyd murió hace dos años, cuando los hechos ocurrieron hace tres”. 

Asimismo, si bien la autopsia señala que el estadounidense no presentó “lesiones que amenazaran la vida” y que había restos de drogas en su organismo”, la misma concluye que su muerte se debió a una parada cardiorrespiratoria “complicada por la aplicación de sometimiento de la autoridad, inmovilización y compresión del cuello”.

La autopsia de George Floyd se publicó en 2020 y atribuyó su muerte a una parada cardiorrespiratoria

En mayo de 2020 medios de comunicación internacionales informaron de la muerte de George Floyd, un ciudadano afroamericano de 46 años, el día 25 del mismo mes en la ciudad de Minneapolis, Estados Unidos, después de ser arrestado y esposado por la policía. Su muerte causó conmoción tras la publicación de un vídeo de su detención, en el que se veía a uno de los policías presionar su rodilla contra el cuello de Floyd durante más de nueve minutos, y provocó manifestaciones en todo el mundo en contra de la discriminación racial y la violencia policial

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Tres años después de su muerte, comenzaron a circular las publicaciones afirmando que la autopsia de Floyd se ha hecho pública en 2023 y que este murió de una sobredosis. No obstante, esto no es cierto. El informe, publicado por la oficina forense del condado de Hennepin (Minnesota), consta de 20 páginas y está firmado por el examinador médico Andrew Baker. 

Al descargarlo y cargarlo en la página web de Metadata2go, que permite ver los metadatos de un archivo, puede verse que este se publicó por primera vez el 31 de mayo de 2020 y se modificó un día después, el 1 de junio. Medios como The New York Times informaron sobre el contenido de la autopsia y también publicaron el documento íntegro el día 1, como puede verse en los resultados de búsqueda.

autopsia George Floyd
Captura de pantalla de la página web de Metadata2Go (izquierda) y de los resultados de búsqueda mostrando la fecha de publicación de la autopsia de George Floyd por The New York Times (derecha).

La autopsia de George Floyd también incluye el fragmento compartido en redes sociales, que aparece en la segunda página. En ella puede leerse que, según lo determinado por el examen médico, el estadounidense no presentó “lesiones que amenazaran la vida” —como daños cerebrales, fracturas de costillas o de la columna vertebral ni cortes en el cuello— y que se encontraron restos de fentanilo y metanfetamina en su organismo. 

Sin embargo, en la cabecera de la primera página del documento, omitida en los mensajes virales, se indica que la causa de la muerte de Floyd fue una “parada cardiorrespiratoria complicada por la aplicación de sometimiento de la autoridad, inmovilización y compresión del cuello”. Asimismo, el informe también señala que el estadounidense sufrió lesiones en el rostro, los brazos y las manos por el uso de las esposas y destaca que el estadounidense padecía enfermedades cardíacas y un tumor en la pelvis.

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Por otro lado, el documento puntualiza que Floyd dio positivo en coronavirus, como afirman los mensajes virales, pero el resultado es de una prueba PCR realizada el 3 de abril de 2020, casi dos meses antes de su muerte. Además, en los comentarios al respecto del informe se detalla que “la positividad de la PCR puede persistir durante semanas después del inicio de la infección, por lo que lo más probable es que el resultado de la autopsia refleje una positividad de la PCR asintomática pero persistente de una infección previa”.

Una autopsia independiente encargada por la familia de Floyd afirma que este murió por “asfixia”

Además del examen médico elaborado por la oficina forense del condado de Hennepin, la familia de George Floyd encargó una autopsia independiente que tampoco señaló una sobredosis como la causa de su muerte. Esta fue llevada a cabo por los forenses independientes Michael Baden y Allecia Wilson, que apuntaron a que el estadounidense murió por “asfixia”.

Los forenses concluyeron que esta pudo ser “mecánica o traumática” y que se debió a una “compresión en el cuello y la espalda” de Floyd, que impidió que la sangre llegase hasta su cerebro y el oxígeno a sus órganos, como los pulmones. El abogado de la familia de Floyd, Benjamin Crump, hizo públicas estas conclusiones el 1 de junio del mismo año.

Baker ratificó en el juicio que Floyd murió por una parada cardiopulmonar y que las drogas no fueron “la causa directa de su muerte”

El juicio por la muerte de George Floyd se celebró entre marzo y abril de 2021, casi un año después de su fallecimiento. Chauvin y otros tres policías involucrados en la muerte del estadounidense fueron condenados a prisión por asesinato. Uno de los que testificó en el juicio fue Andrew Baker, el examinador médico que firmó la autopsia oficial atribuyendo la muerte de Floyd a una parada cardiorrespiratoria.

Durante su alegato, Baker ratificó que esta fue la causa de su fallecimiento, asegurando que la inmovilización policial y la presión sobre su cuello fueron “demasiado para George Floyd considerando su condición cardíaca”. El examinador médico añadió que “su corazón necesitaba más oxígeno” tras la contracción de sus arterias y que el esfuerzo físico y el dolor «desencadenaron las hormonas del estrés, la adrenalina hizo que el corazón latiera más rápido para obtener más oxígeno», pero no pudo seguir el ritmo.

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Baker también descartó que el consumo de drogas y los problemas cardíacos de Floyd fueran las “causas directas” de su muerte, como sostuvo la defensa de Chauvin. Asimismo, uno de los paramédicos que asistió a Floyd tras su arresto declaró en el juicio que este murió antes de que el equipo médico llegara. Por su parte, el neumólogo Martin J. Tobin, que también testificó en el juicio, afirmó que el estadounidense murió por una falta de oxígeno.

Resumen

En conclusión, las publicaciones que afirman que la autopsia de George Floyd se ha hecho pública en 2023 y aseguran que este no presentó “lesiones letales”, además de hallarse drogas en su organismo, son engañosas. El informe médico se publicó en 2020 y, si bien es cierto que menciona estos detalles, el examinador médico atribuyó la muerte de Floyd a una parada cardiorrespiratoria “complicada por la aplicación de sometimiento de la autoridad, inmovilización y compresión del cuello”. Asimismo, las publicaciones también fueron desmentidas por los verificadores de Associated Press, dado que los contenidos circularon en inglés.

Fuentes
  • The Washington Post
  • Informe de la autopsia de George Floyd elaborado por la oficina forense del condado de Hennepin
  • Metadata2go
  • The New York Times
  • Conclusiones de la autopsia de George realizada por forenses independientes
  • Tuit de Benjamin Crump
  • Swissinfo
  • Associated Press

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