Circula por redes sociales un texto que cuestiona la necesidad de las vacunas contra el coronavirus basándose en el caso de Australia. Este texto asegura que las vacunas contra el COVID-19 tienen más riesgos que beneficios y que en el país oceánico han muerto más personas a causa de la vacuna que de esta enfermedad. Sin embargo, ambas afirmaciones son falsas.
“El mito de que los beneficios de las vacunas superan a los riesgos se desploma en Australia”, comienza el texto. Que justo después asegura que “han muerto más australianos a causa de las vacunas que de coronavirus”.
Sin embargo, esto es falso. Los beneficios de las vacunas contra el coronavirus están probados. Y, desde que comenzase la pandemia, en Australia han fallecido 910 personas a causa de esta enfermedad; mientras que solo se han identificado dos muertes “probablemente relacionadas con la vacuna de AstraZeneca”, según la Administración de Productos Terapéuticos de Australia.
El texto que estamos verificando fue publicado en una web que, para sostener estas afirmaciones, cita como fuente la «revista» USA Today y, más adelante, añade dos links (este y este) a dos webs. En el primero se informa de que un responsable médico australiano urge a la población a vacunarse de la segunda dosis de AstraZeneca pese a los problemas por trombos detectados, «muy raros», con dos fallecidos vinculados a la misma, después de muchos meses sin reportar ninguna víctima mortal por Covid. Y el segundo nada tiene que ver con la tesis defendida sobre las muertes de personas vacunadas en Australia.
No hay más muertos por las vacunas que por el coronavirus
Según los datos recopilados por Our World in Data, a 6 de julio en Australia se han detectado 30.861 casos de COVID-19 y 910 personas han fallecido a causa de esta enfermedad. Es decir, en Australia, el coronavirus ha tenido una letalidad del 2,95%; o lo que es lo mismo, ha fallecido una persona por cada 34 casos detectados.
Mientras que, según los datos de esta misma página, 6,46 millones de personas han recibido al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus en Australia. De las cuales, la Administración de Productos Terapéuticos de Australia ha confirmado el fallecimiento de dos personas por una trombosis con trombocitopenia “probablemente relacionado” con la vacuna de AstraZeneca.
Contener el virus con confinamientos
Australia está intentando controlar el coronavirus a base del cierre de fronteras y los confinamientos estrictos, estrategia que funcionó en los primeros meses de la pandemia y evitó una segunda ola de contagios. Y que se está volviendo a aplicar ahora en Sidney tras la aparición de un brote de coronavirus asociado a la variante delta.
Sin embargo, no es una estrategia que asegure la ausencia del virus en este país ahora que las fronteras de los diferentes países se están abriendo y los ciudadanos viajan de un país a otro. Como es el caso del hombre australiano de 80 años que se contagió de coronavirus en un viaje a Filipinas y acabó falleciendo.
No obstante, la vacunación de la población sí que está demostrando ser efectiva contra el coronavirus. El ministro de Salud del estado australiano de Nueva Gales del Sur, Brad Hazzard, resaltó la importancia de la vacunación contra este virus usando como ejemplo uno de los brotes que se han producido en este país en ocasión de una fiesta en una casa de Sydney.
En declaraciones a periodistas, Hazzard indicó que “de las más de 30 personas que había en la fiesta, 24 personas que no estaban vacunadas han dado positivo por COVID-19”. Mientras que, por el contrario, “seis trabajadores sanitarios que habían recibido la pauta completa y una cuidadora de ancianos que había recibido la primera dosis no se han infectado”, afirmó el ministro. Y además dejó un mensaje para “aquellos que todavía piensan que las vacunas no son importantes: vacúnense”.
La vacunación en Australia
Como hemos comentado anteriormente, en Australia hay 6,46 millones de personas vacunadas contra el coronavirus, es decir, se ha vacunado al 25% de la población, de los que un 7% ha recibido la pauta completa al 6 de julio. La baja tasa de vacunación se debe, entre otras cosas, a las pocas vacunas aprobadas en Australia y al miedo de la población a vacunarse, según se puede extraer de la encuesta realizada por los medios australianos The Sydney Morning Herald y The Age.
Actualmente, Australia solo dispone de dosis de las vacunas de Pfizer/BioNTech y de Oxford/AstraZeneca. Sin embargo, según recoge Associated Press, los pocos viales que han llegado de Pfizer hacen que no se administre esta vacuna a los menores de 40 años. Y hasta el 28 de junio, la de AstraZeneca solo estaba recomendada para mayores de 50 años. Desde ese día, las personas que tengan menos años pueden recibirla con el consentimiento de su médico.
[Estas son las vacunas que se administran en cada país]
Hasta ahora, el gobierno australiano se ha asegurado 40 millones de dosis de Pfizer en 2021 y casi 54 millones de AstraZeneca. Además, para poder vacunar a más población, han llegado a un acuerdo con Moderna y con Novavax para recibir, respectivamente, 25 y 51 millones de dosis de estas vacunas una vez la agencia reguladora australiana apruebe su uso.
La vacuna australiana no da VIH
En el texto por el que nos habéis preguntado también se difunde otro bulo que ya hemos desmentido anteriormente en Newtral.es. En el contenido se asegura que “algunos de los inoculados con una vacuna propia dieron positivo en las pruebas de detección del VIH, por lo que la vacunación fue suspendida y millones de dosis acabaron en el vertedero”.
Sin embargo, como explicamos en su momento, se trató de falsos positivos y las autoridades aseguraron que “no hay posibilidad de que la vacuna cause una infección y las pruebas de seguimiento confirmaron que no hay presencia del virus del VIH”. Además, se trataba de la segunda fase del ensayo clínico con voluntarios.