Del asteroide de Halloween al que nos haría ‘los más ricos del cementerio’, historias de miedo y meteoritos

Podcast sobre el miedo asteroide, con Josep M. Trigo
Podcast sobre el miedo asteroide, con Josep M. Trigo
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En octubre de 2015, un equipo del telescopio PAN_STARRS de Hawái vio un punto ligerísimamente brillante moverse en una región concreta del cielo. En las siguientes semanas, miles de telescopios del mundo apuntaron a ese lugar. Y entonces, emergió algo sobrecogedor. Era un asteroide que, según el ángulo de la luz, tenía la forma de una calavera. Rápidamente se bautizó como el asteroide de Halloween o Gran Calabaza.

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Su nombre oficial es 2015 TB145 y se acercó a tan solo 486.000 km de la Tierra entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre de 2015. La distancia de la Tierra a la Luna aquel día era de 380.000 km. Se catalogó como objeto potencialmente peligroso, pero la inmensa mayoría de los que entran en esa categoría son totalmente inocuos.

Volvió a visitarnos en Halloween de 2018. El asteroide de Halloween seguramente sea un cometa extinto. Es decir, un ‘fantasma’ cometario. Un mensajero del más allá que, como explica en este capítulo de Tampoco es el fin del mundo Josep Maria Trigo, nos recuerda la importancia de estar atentos a los cielos. “2015 TB145 parecía una broma de mal gusto”, ironiza el astrónomo experto en asteorides y meteoritos del ICE-CSIC e IEEC y la Red de Investigación sobre Meteoritos y Bólidos.

Tenemos fichados a los asteroides más grandes, los que sí podrían acabar con todo. Pero el asteroide de Halloween se detectó por primera vez apenas un par de semanas antes de que pasase ‘tan’ cerca de la Tierra.

Ciencia contra la la amenaza asteroide

Desde la aparición del asteroide de Halloween hasta ahora, la humanidad se ha demostrado a sí misma que no necesita a un Harry Stamper de Armageddon ni a todo el arsenal de misiles estadounidense. Reventar asteroides no es una buena idea, como explicaba en este stream de Newtrinos la entonces científica de la misión NEO-MAPP Laura Parro.

La misión DART para desviar un asteroide resultó un éxito el año pasado y ahora acabamos de lanzar otra para plantarnos en otro asteroide que, si consiguiéramos traernos a la Tierra, dicen que nos haría ricos a todos y cada uno de los habitantes que la poblamos, así que, al final, tampoco es el fin del mundo.

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Nos hemos familiarizado con la visita a asteroides y cometas, más que con su visita a la Tierra. La más emblemática, quizás, fue la pionera misión Rosetta, que en 2015 consiguió aterrizar en 67P/Churiumov-Guerasimenko. Pero la misión DART, en 2022, fue la primera orientada a experimentar un método de defensa planetaria basado en el desvío de asteroides amenazantes. La NASA confirmó que había acortado el período orbital del satélite del asteroide Dídimos (llamado Dimorfos) a unos 32 minutos, más de lo previsto, lo cual demostró que, de haber sido un objeto enfilado hacia la Tierra –que no lo era– nos hubiéramos salvado.

¿Hay alguno como Dídimos a la vista?

“No habrá un impacto de asteroide conocido en los próximos milenios” pero, ¿y un cometa fantasma?

Explica el doctor Trigo que tenemos bien fichados a los asteroides potencialmente peligrosos. Se pueden consultar actualizadas todas las aproximaciones de asteroides en la web del JPL-NASA. Se mantienen una serie de catálogos plenamente accesibles al público. ”A veces tiene la noción de que los científicos no lo dicen todo, pero no. Pero las probabilidades de impacto hoy en día, por todos los asteroides que conocemos, eso prácticamente nulas”.

Así que, si estos objetos nos dan miedo, puede ser más por su aspecto calavérico, como el asteroide de Halloween, que por su aproximación a la Tierra, que “en cualquier caso, siempre hay que vigilar, aunque no nos rocen”. Para Trigo, “la mayoría de las noticias son muy sensacionalistas. Incluso yo he cogido el título de mi libro La tierra en peligro (UB, 2022) con mucha ironía y decir… bueno, ¿la Tierra está realmente en peligro? Diríamos que hoy en día no”.

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No esperamos un impacto de asteroide en milenios, pero el cometa fantasma de Halloween nos recuerda que puede haber objetos ocultos “que pueden darnos un susto”

Para que la Tierra estuviera realmente amenazada –y no por una gran calabaza de Halloween en forma de asteroide– tendríamos que remontarnos a hace más de 4.460 millones de años, cuando se formó la Luna. Aquel sí que fue un impacto masivo, pero seguramente, de un planeta del tamaño de Marte. Un cataclismo que, por otro lado, no acabó con la Tierra. Es más, parece que los restos de aquel planeta quedaron para siempre engullidos en el nuestro, como se acaba de publicar en Nature. Y “seguramente, posibilitó la vida, porque necesitamos a la Luna”.

No hay nada así a la vista. Y de lo que hay a la vista “no esperamos un impacto en los próximos milenios”. Sin embargo las labores de vigilancia y misiones de defensa planetaria son fundamentales, advierte Trigo. No todo son asteroides masivos. El asteroide de Halloween “nos viene a indicar que algunos cometas se escapan de la protección que nos brinda Júpiter (capaz de engullir o desviarlos) y pueden quedar en órbitas muy excéntricas“.

El asteroide Gran Calabaza debió de ser un cometa en su día. Hoy, una roca más bien porosa, grande (500 m) y escurridiza. Oscura y fantasmagórica, en tanto carece la de ‘vida’ como cometa brillante. Lo de aquel Halloween de 2015 “nos indica que puede haber objetos ocultos en la región próxima a la Tierra con un potencial destructivo. Algunos nos pueden dar un buen susto”. Aunque gracias a los avances en detección –incluidos los nuevos telescopios orbitales– y en defensa planetaria activa –como DART o la europea HERA–, tampoco es el fin del mundo.

Cuando el asteroide somos los humanos: el impacto de la emergencia climática

Cuando se pregunta a un científico especializado en la amenaza asteroide qué le da miedo, en su respuesta no aparece una calavera de Halloween ni un cometa extinto inesperado, acercándose a la Tierra. Para Josep Maria Trigo, la amenaza no es extraterrestre. Sino muy terrestre.

“El cambio climático siempre se ha producido, sí; pero hay que tener en cuenta que éste, a partir del desarrollo industrial y del capitalismo desmesurado que estamos viviendo, nos está llevando al límite. Cualquier día van a decir que la Tierra puede crecer. Y no, no puede crecer. Los recursos son los que son”, afirma contundente, en una advertencia clara.

Naciones Unidas utilizó el recurso de un dinosaurio para advertir sobre la emergencia climática en la cumbre del clima de 2021. Un enorme meteorito acabó con ellos. Ahora, el meteorito somos nosotros. La campaña venía a decir que financiar combustibles responsables del calentamiento global es como subvencionar asteroides en el Cretácico.

”Esto nos va a llevar a un punto de inflexión en algún momento esto se va a tener que acabar. Esperemos que no sea con una guerra nuclear ni mucho menos, sino porque el 99% de la población [no rica ni poderosa] se cansen y se pare, se pare literalmente. Los grandes cambios se han conseguido así. Hay muchas acciones que se pueden tomar. Sigo pensando que hay que tener esperanza”, concluye.

Psyche: La misión al asteroide de los 10 trillones de dólares

La NASA envió el 13 de septiembre la nave espacial Psyche a un asteroide del mismo nombre, que podría ser parte de un planetesimal, para estudiarlo y aprender cómo se formaron la Tierra y otros planetas rocosos. Los responsables de esta misión han destacado sus seis puntos relevantes.

Psyche es un asteroide esencialmente metálico. Explica Trigo que, seguramente, se trata del corazón de un embrión de planeta que no terminó de formarse. En este sentido, hemos de pensar que sería como el núcleo de la Tierra, pero enfriado. Psyche podría ofrecer una ventana única a la historia de las colisiones violentas y la acumulación de materia que crearon planetas como el nuestro.

Es posible que Psyche haya chocado con otros cuerpos celestes de gran tamaño durante su formación inicial y haya perdido su corteza rocosa exterior. Aunque el asteroide también podría sugerir una historia diferente de cómo se formaron los objetos del sistema solar.

La misión también tiene algo interesante de cara a futuras misiones de defensa planetaria. Impulsado por los llamados propulsores Hall, el sistema eléctrico solar de Psyche aprovecha la energía generada por grandes paneles para crear campos electromagnéticos. Estos, a su vez, aceleran y expulsan iones de xenón (un gas neutro utilizado en los faros de automóviles) a una velocidad tan alta que crea propulsión, o empuje. El gas ionizado emitirá un resplandor azul, como en los relatos de ciencia ficción, mientras deja un rastro detrás de Psyche en el espacio.

Su composición inusual de hierro y níquel llevó a Forbes a especular que 16 Psyche valdrá unos 10 trillones de dólares. De vez en cuando, surgen historias y bulos alrededor de asteroides que nos podrían hacer ricos. Pero si alguien pudiera sacar partido a Psyche, las riquezas resultantes abrumarían a economía de la Tierra, que es de alrededor de 74 billones de dólares. Esto, sin entediéramos a los astros como meros recursos económicos cuantificables. Ahora bien, ¿es realista una minería de este tipo?

Josep Maria Trigo cree que “nuestra visión es muy naif. Realmente nos hace falta profundizar mucho en las técnicas de extracción y también tener en cuenta que en esos entornos, las condiciones de baja gravedad suponen también todo un reto para poder extraer esos recursos“. No obstante, Trigo sí piensa que la minería de asteroides o de la Luna puede tener recorrido de cara a conseguir recursos para misiones espaciales que usen esos cuerpos como lanzadera, tal y como explicaba en este otro capítulo de Tampoco es el fin del mundo la astrónoma Eva Villaver.

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