Una de las palabras clave de esta pandemia de coronavirus es asintomático. La covid es una enfermedad infecciosa que, como tantas otras, puede cursar sin síntomas. La diferencia es que personas asintomáticas –no todas– pueden transmitir el virus de forma más que eficaz.
Ya en febrero había sospechas de que los asintomáticos podrían descontrolar la epidemia. Eso descolocó a la humanidad la pasada primavera, al punto de enfundarla en mascarillas, por si acaso. El reto, desde entonces, ha sido encontrar algún parámetro fiable para medir la contagiosidad, especialmente entre quien no muestra síntoma alguno.
China se puso manos a la obra muy pronto. Puesto que la ciudad de Wuhán, epicentro de la pandemia, consiguió controlar los contagios en abril, pudieron hacer estudios casi individualizados. En concreto, a partir de una cribado masivo a toda la población de esta metrópoli del interior oriental de China.
En mayo salieron a buscar, sin prácticamente nuevos casos diarios reportados. De 10 millones de tests, apenas 300 fueron positivos dentro de un cribado masivo a la población. 300 asintomáticos de los que tomaron muestras y mandaron a analizar, más allá de ver si eran meros positivos al ARN del coronaviris.
Ahora se han publicado las conclusiones revisadas de aquel análisis en Nature Communications. La sorpresa es que ni una sola de esas muestras hace pensar que tuviera virus contagiosos. En teoría, esos 300 casos se iban a quedar ahí, sin pegar el coronavirus a nadie más.
Cómo sabemos si alguien (o una muestra) es contagioso
Un trabajo de la Universidad de Berna (Suiza) precisa que no es que los asintomáticos, en sentido estricto, contagien menos. Es que son pocos, alrededor de 2 de cada 10. La figura del asintomático total (no presintomático, que termina desarrollando síntomas) es controvertida.
Existen algunos indicios para deducir que alguien es capaz de transmitir el coronavirus, sin adoptar medidas de protección, cuando se está reproduciendo en sus vías respiratorias. Se tiende a correlacionar carga viral con contagiosidad, como hemos explicado aquí.
Al hacer una prueba PCR, podemos deducir que el ARN detectado en una muestra de nariz-garganta es suficientemente abundante cuando, al meterla en la máquina que la analiza, detecta enseguida presencia genética del SARS-CoV-2.
La PCR #SARSCoV2 es una prueba específica y muy sensible. Es capaz de detectar restos genéticos del coronavirus. Incluso los que ya no infectan.https://t.co/K2gwRUZUuc@marioviciosa te explica los matices y cuarentenas… con una mazorca de maíz ? pic.twitter.com/iMUFQnQeNO
— Newtral (@Newtral) September 23, 2020
Estas máquinas son como fotocopiadoras con ampliación. Si tiene que hacer muchas copias ampliadas (técnicamente, ciclos, umbral CT), es que hay muy poco. En general, distintos trabajos vienen a concluir que a partir de 25 o 30 ciclos, la presencia de ARN se considera residual, y difícilmente puede desencadenar una nueva infección. No obstante, tampoco es una medida normalizada aún.
El problema es que se han encontrado personas asintomáticas con alta carga viral. Pero el trabajo realizado en Wuhán viene a decir que no es tan habitual esto como podría pensarse. Aunque con matices.
El estudio no encontró ningún virus «viable» en los casos asintomáticos y los contactos cercanos de estos casos asintomáticos no dieron positivo.
En comparación con la mayoría de las otras infecciones virales, «el SARS-CoV-2 produce un nivel inusualmente alto de partículas virales en el tracto respiratorio superior , específicamente en la nariz y la boca«, señala profesora de Medicina de Enfermedades Infecciosas y Global Monica Gandhi (Universidad de California en San Francisco). Cuando esas partículas virales escapan al ambiente, «se llama desprendimiento viral».
Se ha descubierto que «las personas presintomáticas propagan el virus a una tasa extremadamente alta, similar a la gripe estacional. Pero las personas con gripe normalmente no desprenden el virus hasta que presentan síntomas«, precisa la doctora en The Conversation.
Eso sí, el equipo de investigación advierte que sus hallazgos no muestran que el virus no pueda ser transmitido por portadores asintomáticos. Más bien, las estrictas intervenciones sin medicamentos, como el uso de mascarillas, el lavado de manos, el distanciamiento físico y el confinamiento han ayudado a reducir la virulencia de la COVID-19.

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Motor pandémico:
Asintomáticos y presintomáticos, contagios con igual carga viral
Es decir, con más cuidado, las cargas a las que nos exponemos son muy pequeñas y, en la mayoría de personas sanas, son incapaces de originar infecciones graves.
El investigador Iñaki Comas, de la Unidad de Genómica de la Tuberculosis en el Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV – CSIC) explica a Newtral.es que «sabemos que entre un 40% a 50% de las personas son asintomáticas o presintomáticas en el momento de la transmisión ya se suele dar justo antes del desarrollo de síntomas«.
La mascarilla, de lo más eficaz
Volvamos al estudio de Wuhán. Desde Reino Unido, uno de sus autores, Fujian Song, de la Escuela de Medicina de Norwich, explica que «para evaluar el riesgo posterior al confinamiento en la ciudad, se llevó a cabo un proyecto de detección masiva entre el 14 de mayo y el 1 de junio».
Los casos asintomáticos se encontraron entre personas de entre 10 y 89 años, sin embargo, la tasa de asintomáticos positivos fue la más baja en niños y adolescentes menores de 17 años y la más alta entre las personas mayores de 60 años.
La tasa más baja de asintomáticos positivos en Wuhán se dio entre los menores de edad. Y la mascarilla universal puede derivar en infecciones asintomáticas y leves.
Song cree que «la prevalencia de la infección por covid fue muy baja entre cinco y ocho semanas después del final del cierre en Wuhán. Confirma que la transmisión se puede controlar con éxito mediante intervenciones no farmacéuticas bien implementadas».
O sea, mascarilla, higiene de manos, distanciamiento físico, rastreo y restricciones de movilidad. «En realidad, el uso de mascarillas sigue siendo común en lugares públicos ahora en Wuhán», precisa.
El profesor prosigue: «Los casos asintomáticos identificados en el programa de detección en Wuhan eran puramente asintomáticos, ya que ninguno de ellos mostró síntomas clínicos antes o durante su aislamiento de seguimiento».
Un detalle importante, ya que no hay duda de que los presintomáticos son contagiosos. De hecho, el pico de contagiosidad llega hasta dos días antes de que aparezcan la tos, la fiebre, la disnea o la anosmia, entre otros.
En este sentido, Monica Gandhi cree que «es posible que uno de los pilares del control de la pandemia, la mascarilla facial universal, pueda estar ayudando a reducir la gravedad de la enfermedad y garantizar que una mayor proporción de nuevas infecciones sean asintomáticas», conforme explica en un artículo publicado en la revista científica New England Journal of Medicine (efecto variolización).
Asintomáticos después del confinamiento
Estos casos asintomáticos se identificaron poco después de la relajación de un bloqueo muy estricto en Wuhán, que duró más de 70 días. Para entonces, la epidemia había sido efectivamente controlada.
“La virulencia de la covid puede estar debilitándose con el tiempo. Y es probable que la carga viral de los casos asintomáticos de Wuhan sea baja, en comparación con los casos en lugares con un alto nivel de transmisión del virus», precisa el doctor.

Las pruebas de anticuerpos mostraron que casi dos tercios de los casos asintomáticos habían tenido previamente covid. «Debido a que el riesgo de que los residentes se infectaran en la comunidad se redujo considerablemente, cuando los susceptibles se exponen a una dosis baja de virus, pueden tender a ser asintomáticos como resultado de su propia inmunidad».
Sería un tanto problemático aplicar los resultados de esta investigación a países donde los brotes no se han controlado con éxito. “En realidad, la existencia de casos asintomáticos sigue siendo una preocupación incluso en Wuhán. Es demasiado pronto para ser complaciente, debido a la existencia de casos positivos asintomáticos y el alto nivel de susceptibilidad en los residentes de la ciudad», concluye.
Lo que más abunda en esta pandemia son asintomáticos cerebrales, desde la OMS, los distintos Gobiernos y gobernantes, ciudadanos..... Es muy difícil, en mi humilde opinión, para los más expertos científicos establecer un patrón de comportamiento de este virus. El estar informados y a la vez desinformados, al minuto de todo, nos está llevando a tomar comportamientos erróneos.
Lo único que tengo claro, es que el uso de medidas de protección mascarilla, lavado de manos y distanciamiento social, es eficaz.... Considerarnos cómo potenciales contagiadores aún sin serlo.
El problema es que prima más la Salud o la Economía, y aquí está la gran cuestión.
Podemos asumir el número de muertos que toda esta pandemia está generando....
Creo es muy difícil para todos responder eso, y más si cada uno vamos en direcciones distintas, por una vez pediría vayamos unidos a solucionar esto.
Bacunemos??? Nanotecnologia??? Estas fatal......
Lo de los asintomáticos es falso, no existe, es una manipulación para que nos bacunemos todos, algo que no hay que aceptar bajo ningún concepto porque esas vacunas están hechas con nanotecnología altamente nociva para la salud, observen lo que ocurre con los vacunados durante un par de años y luego lo cuentan!