Los datos registrados sobre los ciclos menstruales de las mujeres en las apps de menstruación podrían utilizarse como prueba en un juicio contra una mujer que haya decidido abortar. Se trata de un temor que se está extendiendo entre las estadounidenses tras la decisión del Tribunal Supremo de derogar el derecho al aborto, garantizado desde 1973.
“Borra tus apps de menstruación hoy”, se lee en un mensaje publicado en Twitter. “Si registras tu periodo online o haces seguimiento de tus ciclos a través de tu móvil, date de baja y borra tus datos. Ahora”, insiste otra usuaria. “Los estados ya pueden acceder a tus datos en tus aplicaciones. Si viajas mientras no tienes la regla, te perseguirán por querer abortar. Borrad vuestras aplicaciones ahora mismo”, escribe otra mujer.
Por ahora, según el recuento del periódico The New York Times, el aborto ha quedado prohibido en al menos nueve estados. Según el medio, la derogación de este derecho seguirá extendiéndose y podría entrar en vigor en otros estados del país en los próximos días. Otras investigaciones van más allá y apuntan a que 26 de los 50 estados que conforman Estados Unidos podrían aplicar la decisión del Alto Tribunal e ilegalizar el aborto. De la misma manera, las búsquedas en Google, la información de localización, las aplicaciones de registro de la menstruación y otros datos íntimos podrían utilizarse como pruebas de un delito, según denuncian estos mensajes en redes sociales.
¿Se puede vigilar a las mujeres que decidan abortar a través de la información recopilada en las apps de menstruación?
Millones de mujeres utilizan apps de menstruación para hacer un seguimiento de sus ciclos. Por ejemplo, Flo, una de las más populares, fue descargada un millón de veces en el último mes, según los datos de Sensor Tower, la firma de análisis de aplicaciones. Estas aplicaciones registran y almacenan datos sobre la salud reproductiva: menstruación, ovulación y embarazo. Datos que, junto a los de ubicación o tipos de búsquedas en internet, podrían ser muy relevantes ante los tribunales de los estados que prohiben el aborto o que lo harán en los próximos días para perseguir a las mujeres que incumplan la nueva ley.
Algunas apps que monitorizan la menstruación se han apresurado a tranquilizar a sus usuarias a través de comunicados públicos ante el temor de que se utilicen sus datos en un juicio en caso de querer abortar. Es el caso de la app Clue, que fue descargada 400.000 veces en el último mes, según Sensor Tower. “Hemos recibido mensajes de usuarias preocupadas sobre cómo los tribunales de EEUU podrían usar sus datos si se anula Roe vs Wade. Entendemos completamente esta ansiedad y queremos asegurarte que cualquier dato de salud que registres en Clue sobre el embarazo o el aborto es privado y seguro”, ha escrito la compañia en Twitter. Clue, además, alega que al tener su sede en Alemania está bajo la norma de protección de datos europea.
La app Stardust, descargada 100.000 veces el último mes según Sensor Tower, también ha mandado un mensaje tranquilizador: “No vendemos datos. Nunca hemos vendido datos. Nunca venderemos datos”, ha escrito en un comunicado la compañía.
No obstante, ninguna empresa ha explicado cómo procederá en el caso de que la fiscalía o un juez emita citaciones para obtener los datos de sus usuarias, imponiendo una obligación legal a las apps de menstruación para que compartan información íntima sobre la salud reproductiva de sus clientes.
La doctora en Ciencias políticas y profesora en City, University of London, Jimena Valdez, explica a Newtral.es que “la persecución de las mujeres que deciden abortar en EEUU no es nuevo, ya antes del fallo de Roe contra Wade se criminalizaba el aborto”. Para Valdez, lo que no tiene precedentes es el nivel de vigilancia y control que se puede ejercer a partir de la tecnología. “En aquellos estados donde está prohibido abortar, sin duda todas las aplicaciones y el mundo digital van a ser clave para perseguir y controlar a las mujeres”.
¿Qué dice la ley en EE. UU. sobre protección de datos?
Según un informe del 2021 del Consejo Internacional de Responsabilidad Digital (IDAC, según sus siglas en inglés) en EE. UU., las apps no tienen que cumplir la Ley federal de portabilidad y responsabilidad del seguro médico (HIPAA) que regula las normas de privacidad de los pacientes a las que están sujetas los médicos, hospitales, laboratorios y aseguradoras médicas. Además, no hay ninguna normativa que defina lo que constituye información sanitaria sensible.
En otras palabras, los datos personales de salud que se introducen voluntariamente en las apps de menstruación no están protegidos por las normas federales para la privacidad de los pacientes por lo que podrían vulnerar su confidencialidad ahora que el tribunal ha penalizado el aborto. Ante esta indefensión, varios grupos han publicado guías ciudadanas para evitar que la información íntima pueda ser controlada cuando se pretende abortar o recibir atención sanitaria reproductiva. Entre estas organizaciones se encuentran el Digital Defense Fund, la Repro Legal Helpline y la Electronic Frontier Foundation.
“Estado Unidos es un país profundamente federal, con leyes que difieren de estado a estado”, explica Valdez. “No existe una ley nacional de protección de datos y la más estricta, la que se parece a la europea, es la de California”, añade. Para la politóloga, “si se avanza en la criminalización del aborto y los gobiernos comienzan a pedir datos a las empresas, sin duda las apps se las entregarán sin tener en cuenta las preferencias de confidencialidad de los usuarios”.
¿Qué dice la ley de protección de datos en Europa?
Los datos de los usuarios que utilizan apps, también las de menstruación ahora que se pone en duda su seguridad tras la sentencia que penaliza el aborto en EEUU, están protegidos por el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), de obligado cumplimiento desde mayo de 2018. La norma se aplica para empresas que traten datos de ciudadanos de la Unión Europea, aunque también obliga su cumplimiento a las apps que tienen su sede fuera de la UE pero que ofrecen sus servicios a usuarios que se encuentran en la región.
Estas políticas deben estar redactadas en un lenguaje conciso, sencillo, comprensible y fácil de usar. Sin embargo, el problema la mayoría de las veces es que estas políticas contienen una redacción vaga y genérica o se limitan a ofrecer listas indicativas o no exhaustivas de lo que la empresa puede hacer con sus datos.
La ley europea se trasladó a la legislación española en forma de la Ley Orgánica 3/2018, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales (LOPD GDD). “A pesar de que en Europa y, por tanto, en España, existe mucha más legislación que en EE. UU., siempre se pueden incumplir las normas alegando protección nacional, terrorismo o cualquier otra excusa”, añade Valdez.
¿Han generado dudas las apps de menstruación en otras ocasiones?
No es la primera vez que surgen dudas sobre los riesgos asociados al tratamiento de los datos íntimos en las apps de menstruación como está ocurriendo tras las sentencia que penaliza el aborto. En 2019, la ONG con sede en Reino Unido Privacy International, publicó un estudio donde indicaba cómo varias de las apps más populares para registrar el periodo compartían los datos de sus usuarias a Facebook y a otras empresas.
Según concluyó la investigación de Privacy International, las aplicaciones dirigidas a los usuarios de la UE deben cumplir, entre otras cosas, las estrictas obligaciones de consentimiento y transparencia en relación con el tratamiento de los datos personales, “pero a menudo no lo hacen”.
El Consejo Internacional de Responsabilidad Digital, por su parte, descubrió que varias apps de menstruación compartían datos sin encriptar y enviaban información a terceros sin comunicarlo a sus usuarios en sus políticas de privacidad. Como en el caso de la app Flo, que fue investigada por la Comisión Federal de Comercio por compartir datos privados de sus usuarios a Facebook y Google a pesar de prometer protegerlos. La Comisión y la empresa llegaron a un acuerdo que obligó a Flo a obtener el consentimiento de los usuarios antes de compartir sus datos.
- Mensajes de usuarias en Twitter pidiendo cerrar las apps de menstruación
- Investigación sobre los estados que podrían acabar prohibiendo el aborto
- Sensor Tower
- Consejo Internacional de Responsabilidad Digital
- Reglamento General de Protección de Datos
- Privacy International
- Comisión Federal de Comercio
- Jimena Valdez, doctora en Ciencias políticas y profesora en City, University of London