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La caída de Alex Jones, líder del imperio mediático de las conspiraciones en EEUU

Alex Jones en una foto de archivo
Alex Jones en una foto de archivo. (Wikipedia)
Tiempo de lectura: 10 min

Las mentiras le saldrán caras al mentiroso. El comentarista de extrema derecha Alex Jones tendrá que pagar casi 50 millones de dólares después de que un jurado haya determinado que sus conspiraciones sobre el tiroteo de Sandy Hook fueron dañinas contra las familias de las víctimas.

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El juicio supone un antes y un después en el ecosistema de los medios en Estados Unidos. Desde el cambio de siglo, en el país norteamericano se han forjado imperios mediáticos a base de mentiras y teorías de la conspiración. El de Alex Jones y su cabecera InfoWars es uno de los ejemplos paradigmáticos de cómo internet ha permitido que voces alternativas y desinformación como la suya extiendan sus tentáculos tóxicos a los rincones más recónditos del planeta.

Y aunque la propagación de conspiraciones de Alex Jones ha sufrido un varapalo este verano, el legado del presentador promete perpetuarse en el tiempo. A falta de dos juicios ya perdidos que podrían hacerle pagar decenas de millones más, Jones ya está aprovechando la derrota para exprimir las carteras de sus seguidores. Otros simplemente están aprendiendo de sus errores para esparcir las mismas o peores mentiras en formas más seguras.

¿Pero quién es Alex Jones? ¿Cómo ha conseguido construir un medio de conspiraciones valorado en decenas de millones de dólares? ¿Por qué sus mentiras sobre Sandy Hook han terminado en juicio? Y sobre todo, ¿qué implicaciones tiene el veredicto sobre quienes están copiando sus estrategias?

Alex Jones: conspiraciones desde el comienzo

Los orígenes de Alex Jones se remontan a los años 90, cuando ya entonces propagaba teorías de la conspiración como la del Nuevo Orden Mundial. La conocida como NWO, por sus siglas en inglés, imagina que una serie de miembros de las élites tiene la intención de establecer un gobierno totalitario global. Ha sido un constante a lo largo de su carrera:

  • Alex Jones tuvo su primera gran oportunidad en la televisión de acceso público de Austin, Texas. Sus diatribas conspiranoicas, en solitario y con invitados que llamaban para ofrecer sus comentarios en directo, le hicieron gozar de un relativo éxito local.
  • En 1996, su padre le consiguió una oportunidad en una estación de radio de Austin a través de la que expandió su alcance.
  • Pero las teorías de la conspiración siguieron siendo parte inseparable de su programa, lo que le valió el despido. Sus productores alegan que eran incapaces de vender espacios para anunciantes junto a contenido tan polémico.
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El despido motivó a Alex Jones a buscar otras ventanas para sus conspiraciones. En 1999, fundó InfoWars, sello bajo el que empezó vendiendo películas sobre teorías conspirativas por correo y terminó con una página web con millones de visitantes diarios.

Torres gemelas, ranas y mucha pizza

El rango de historias que ha pregonado desde esa plataforma durante años ha sido inmenso. Las conspiraciones de Alex Jones sobre los ataques terroristas del 11 de septiembre, de los que durante años ha dicho que fueron cosa del gobierno. No son los únicos ejemplos flagrantes.

  • Ha defendido que el gobierno puede producir «armas climáticas» con las que dirigir tornados y huracanes contra la población civil.
  • Ha asegurado que el gobierno ha usado compuestos químicos para convertir a la población en gay. Para apoyar esa narrativa, alegaba que unos experimentos habían provocado que «la mayor parte de las ranas en la mayoría de áreas de Estados Unidos» fueran gays.
  • Ha argumentado que ataques terroristas como los de Bruselas y la Maratón de Boston o tiroteos como el de la discoteca Pulse, en Orlando, fueron eventos de falsa bandera o conspiraciones gubernamentales.
  • Y fue durante años uno de los principales promotores de Pizzagate, la teoría que esgrimía que líderes demócratas operaban una red de tráfico sexual de menores en el sótano de una pizzería de Washington D.C.

El factor Obama

Pero fue con Barack Obama con quien Alex Jones encontró el camino al éxito multimillonario a través de las conspiraciones. El comentarista encontró en el presidente demócrata el enemigo perfecto con el que explotar los miedos, nuevos o conocidos, de sus seguidores. Algunos de sus empleados incluso llegaron a sospechar que Alex Jones votó por Obama por miedo a que su derrota en 2012 le privara de seguir agrandando su audiencia. Tenía sus razones:

  • Entre 2015 y 2018, el imperio mediático de Alex Jones logró ingresos por valor de más de 53 millones de dólares anuales, según cifras del juicio de Sandy Hook en el que han sido expuestas sus finanzas.
  • En los últimos años, los ingresos habrían aumentado por encima de los 60 millones anuales incluso después de que InfoWars haya sido expulsado de las plataformas de Google, Apple o Facebook.
  • La base del negocio de Alex Jones, que en este último tiempo ha explotado al máximo su perfil de víctima, es la venta de suplementos vitamínicos de calidad exagerada y equipo de supervivencia ideal para conspiranoicos que ven el fin del mundo a la vuelta de la esquina.
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La conexión Alex Jones-Trump (y las conspiraciones copiadas)

En la presidencia de Obama, Alex Jones siguió cimentando su audiencia con conspiraciones sobre el mandatario. Por ejemplo, que en realidad Obama había nacido en Kenya, lo que le habría impedido presentarse al cargo. Uno de los candidatos a ostentar ese puesto en las elecciones de 2016 abrazó también esa teoría: Donald Trump. No fue la única instancia en la que Trump copió a Jones en otras teorías:

  • Una por la que Hillary Clinton y Obama fundaron el Estado Islámico.
  • Otra por la que tres millones de no-ciudadanos votaron en las elecciones de 2016.
  • Y otra por la que el padre de Ted Cruz, uno de los rivales de Trump en las primarias republicanas de ese año, había estado implicado en el asesinato de John Fitzgerald Kennedy.

Son precisamente las teorías de la conspiración sobre JFK las que unieron a Alex Jones con Roger Stone, el consultor político que durante años fue amigo y confidente de Trump.

  • La conexión Stone-Jones posibilitó que el comentarista entrevistara a Trump en 2015 en el inicio de su periplo a la Casa Blanca.
  • El expresidente incluso llegó a indultar en 2020 a Stone por varios crímenes de obstrucción a la justicia y mentir a agentes federales por los que tendría que haber ido a prisión durante más de tres años.

Alex Jones y la debacle de Sandy Hook

En 2012, un joven de 20 años entró en la escuela de primaria de Sandy Hook, en Newtown, Connecticut, y mató a 20 niños y seis empleados del colegio. Desde el comienzo, Alex Jones propagó conspiraciones sobre Sandy Hook. El comentarista alegó que:

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  • El tiroteo era un evento de «falsa bandera» con el que poder ganar apoyos para confiscar las armas de los estadounidenses.
  • Las familias que lloraban la muerte de sus hijos eran en realidad «actores de crisis» que participaban en el fraude.

Las consecuencias de las teorías de Alex Jones se hicieron notar enseguida. Sus comentarios contaminaron el debate público sobre el tiroteo en los bajos fondos de la red y las familias tuvieron que enfrentar el acoso de muchos de los seguidores del presentador. Una de ellas incluso tuvo que cambiar de domicilio en casi diez ocasiones, endureciendo el luto.

  • Algunas de las familias presentaron demandas contra Alex Jones en varios estados, propiciando los juicios que ahora protagonizan titulares.
  • El comentarista perdió tres de ellos por defecto tras negarse a presentar las pruebas y los testimonios requeridos por el juzgado.
  • Uno de los juicios de Alex Jones llegó a su conclusión con la sentencia por la que tendrá que pagar casi 50 millones de dólares a una de las familias.
  • Los otros dos están a la espera de que se resuelva la declaración de bancarrota por parte de la compañía que encabeza Alex Jones.

¿Pero habrá consecuencias?

Que Alex Jones haya llegado tan lejos tiene mucho que ver con la legitimización que han hecho de él figuras clave del establishment político y mediático. Los ejemplos son numerosos:

  • El presentador de podcast Joe Rogan lo ha invitado en dos ocasiones a su popular programa, el más escuchado de Estados Unidos. Alabó su capacidad para entretener y se preguntó por qué los medios lo atacaban tanto.
  • El youtuber Logan Paul lo llevó recientemente a su podcast, Impaulsive. El vídeo del programa en YouTube acumula más de 1,5 millones de visualizaciones.
  • Comentaristas como Tucker Carlson y candidatos políticos como J.D. Vance lo han comparado con periodistas del establishment como Rachel Maddow, situándolo como una fuente de información más reputada.
  • Y políticos como Trump, el senador republicano Rand Paul o la congresista Marjorie Taylor Greene le han concedido entrevistas e incluso lo han elogiado en ellas. Trump le llegó a decir que «tu reputación es increíble».

Taylor Greene, una de las voces más extremistas de los republicanos en Washington D.C., resumió bie por qué la derecha tradicional sigue acercando posturas con él: «Alex Jones no construyó InfoWars sobre las conspiraciones de Sandy Hook. Lo construyó sobre un montón de otras noticias. Y Alex Jones ha tenido la razón en prácticamente la mayoría de las ocasiones. […] Excepto, por supuesto, con Sandy Hook».

Un formato y una retórica fáciles de copiar

La realidad es que la velocidad de las noticias y de las falsedades en el ecosistema mediático actual hace fácil olvidar las mentiras de los reincidentes. Alex Jones, como Trump, nunca ha terminado siendo víctima definitiva de sus conspiraciones. Al contrario, si acaso los han encumbrado aún más. Y por eso otros periodistas y políticos están copiando o se inspiran en sus estrategias.

Tras el juicio de Alex Jones por Sandy Hook, los inspirados pueden ahora capear posibles obstáculos legales cuidando su retórica. Puede verse con el formato de «solo estoy haciendo preguntas» del presentador Tucker Carlson o con lo delicados que son ciertos influencers de la extrema derecha en no lanzar acusaciones fácilmente desmontables que puedan resultar en juicios por difamación.

Es difícil creer que Alex Jones vaya a dejar de inventarse conspiraciones por muchos millones de dólares que le hagan pagar en sus próximos juicios. Su imperio mediático se puede reconstruir lejos de las grandes plataformas. Es lo que lleva haciendo estos últimos años. Y también lo que promete seguir haciendo ahora que puede jugar, todavía más, el papel de víctima.

El periodista Charlie Warzel contó este mes Alex Jones le llamó por teléfono después de escribir un perfil crítico con él para BuzzFeed en 2017. El comentarista le amenazó con organizar una campaña de ventas basada en su artículo y luego presumió en directo de haber hecho mucho dinero con ella. Warzel curioseó en los documentos financieros de uno de los juicios de Alex Jones para descubrir que, al menos en esa ocasión, el presentador dijo la verdad. Había logrado exprimir los ataques justificados contra su figura. Otra vez.

Fuentes