¿Se puede decir en algún caso que el agua no hidrata?
No. La idea de que el agua por sí sola no hidrata carece de base científica. Es esencial para la vida y la base de la hidratación a nivel celular. “Nuestro organismo tiene un estímulo mediado únicamente por la necesidad de agua (y no de otras sales), que es la sed”, explica el doctor Borja Quiroga (Hospital Universitario La Princesa de Madrid, SEN y autor de Por mis riñones que hoy como bien). “Si dejamos de beber agua durante dos o tres días se provocaría un fallo multiorgánico”, añade. Sí, el agua, con o sin sales minerales añadidas, hidrata. Y es suficiente en una persona sana en circunstancias normales.
¿Le hacen falta aditivos al agua del grifo o de botella porque si no no hidrata?
No. No hacen falta aditivos ni activadores especiales para que el agua “funcione”. Es cierto que el agua pura no puede hacerlo, pero el agua pura es la llamada agua destilada, usada en planchas o radiadores de coches. No es agua para beber, aunque no sea tóxica. El agua del grifo o de botella, sea o no de mineralización muy débil, sí contiene los minerales necesarios para funcionar. Aun estando muy purificada. Nunca será sólo H2O.
Beber agua suficiente permite funciones clave como el transporte de nutrientes, la eliminación de toxinas y la regulación de la temperatura corporal.
¿Puede el agua corriente drenar el cuerpo, dejarnos sin minerales o nutrientes?
“No sé qué se entiende por drenar tu cuerpo”, responde Quiroga. Para el doctor, el término es vago y se usa en mensajes publicitarios sin fundamento. No somos un terreno que el agua arrastre. Los órganos responsables de eliminar toxinas son el riñón (a través de la orina), el aparato digestivo (por heces) y, en menor medida, la piel (mediante el sudor). El proceso no requiere suplementos ni agua especial.
Deshidratarse como una pasa o como un pepinillo
Al sudar mucho o beber un exceso de diuréticos (como el té o alcohol) corremos el riesgo de deshidratarnos, si no se bebe la suficiente agua. Este tipo de deshidratación se conoce como hipertónica. Equivale a quedarse cono una uva pasa. Se pierde más agua que sales.
Pero puede ocurrir que las células pierdan sales minerales. Esto es típico de muchas diarreas –y también a veces por sudoración–. Este tipo de sudoración es hipotónica. En las células entra una enorme cantidad de agua, lo que las hincha. Y se corre el riesgo de que se dañen. Puede haber inflamación. Es como meter un pepinillo salado en agua dulce. Al cabo de los días, se hinchará y deteriorará. Para evitarlo y mantener un equilibrio, los pepinillos se pueden conservar en salmuera, manteniendo su forma original.
Publicidad Pero las células humanas no son uvas ni pepinillos. Y, en una persona sana, el agua mineral (o del grifo, que también tiene minerales) es suficiente para mantener ese equilibrio.
Pero es que el agua de botella tiene tan pocos minerales que no puede ni conducir la electricidad
Vamos por partes. Es cierto que el agua pura no es buena conductora de la electricidad. Lo que permite el movimiento de electrones es el conjunto de minerales disueltos en un agua. Es decir, el agua mineral. Y aún así, tampoco es extraordinariamente buena conduciendo la electricidad, aunque con el voltaje correcto y en las condiciones adecuadas, sabemos que es posible que nos electrocutemos al hacer pasar una corriente con cierto voltaje cuando estamos en el agua o mojados.
Pero todo esto no tiene que ver con su capacidad para hidratarnos. “El intercambio de cargas eléctricas entre el interior y exterior celular es independiente del agua, que no tiene carga”, aclara Quiroga. La célula se hidrata (bebe) haciendo pasar por su membrana protectora cierta cantidad de agua. Esto ocurre por ósmosis. Es decir, por la diferencia de concentración de sales minerales entre lo que hay dentro de la célula y fuera, ”no por la carga del agua”.
Entonces… ¿sí que hacen falta sales minerales para que las células se hidraten?
Sí, pero como señala la doctora Laura Esquius (UOC) “en personas sanas, el agua del grifo es totalmente adecuada para mantener una buena hidratación”. Nada que añadir. “El exceso de minerales podría incluso ser contraproducente para personas con problemas renales o hipertensión”.
Sólo en caso de pérdida de minerales (iones) de sodio, potasio y calcio tras el ejercicio intenso puede ser interesante suplementar. Incluso con carbohidratos, pero eso es otra cosa. Explica los detalles de hidratación y ejercicio en este artículo en The Conversation.
¿El agua mineral (o no) puede dañar a los riñones?
Lejos de dañarlos, el agua —sea de baja o alta mineralización— ayuda a su funcionamiento. De hecho, cuando hay poca agua disponible, el organismo activa la sensación de sed para asegurarse de que los riñones puedan trabajar correctamente.
Según la Asociación Española de Urología, esta es adecuada para toda la población y la de mineralización débil puede ser preferible en personas con patologías renales.
¿Son más hidratantes otras bebidas como el té, las bebidas isotónicas o la leche?
Hay un estudio de 2015 que parecía establecer una especie de ranking de bebidas más hidratantes. Aparentemente, la leche o el té serían más hidratantes, pero esta es una interpretación que se queda coja. Lo que las acompaña (grasas, sales, azúcares…) tiene consecuencias en la salud y, por tanto, su consumo debe ser limitado –no vale sustituir cada vaso de agua por uno de leche o bebida isotónica–.
“Muchas de las bebidas ricas en azúcares tienen un impacto negativo en la salud por esa sobreingesta de glucosa, que incluso puede deshidratarnos”, advierte Quiroga. En el caso de bebidas con cafeína, como el té o el café, su efecto diurético puede generar una pérdida adicional de agua.
La doctora Esquius matiza que “la leche puede ser útil para la recuperación tras el ejercicio, pero en el día a día, el agua sigue siendo la opción más segura, sencilla y saludable”.
¿Y añadir sal al agua o usar sueros para hidratar mejor?
No. Esta práctica puede ser incluso peligrosa. “El uso de suero salino intravenoso se reserva para situaciones clínicas concretas como hipotensión o shock”, señala Quiroga. Beber agua con sal en casa no aporta beneficios y puede aumentar la presión arterial o causar retención de líquidos. Sólo una persona especialista puede valorar cuándo y cómo es necesario el aporte de electrolitos (esos minerales cargados eléctricamente).
Una.vez más, una redacción muy mala y sin orden expositivo alguno, que da bandazos. Tendría que haber empezado por una sucinta exposición de qué es la hidratación y cómo se mantiene o no. También por la exposición de que la ingesta de líquidos sirve para otras funciones tales como la nutrición en minerales. También por la toxicidad de ciertas fuentes de agua. Toda enfermedad se reduce a dos categorías de factores -toxicidad y desnutrición- lo que es de aplicación también a la ingestión de líquidos. Sólo a continuación se debieran haber examinado si ciertas ideas o pretensiones al respecto son verdaderas o falsas, con respecto a unos productos u otros, unas substancias u otras. Posteriormente, quizá para terminar, porque estas falsas nociones responden a intereses comerciales o a simples creencias sin base, tal vez por un defecto de juicio.
El autor tampoco está al día porque lo que hace años que alguno que otro hemos usado como complemento dietético es agua de mar, por sus notables propiedades curativas o preventivas. Es muy importante conocer los beneficios del agua bendita, tal y como ha demostrado Masaru Emoto.
Este tipo de "redacción" caótica, de ir escribiendo conforme los fogonazos e impresiones se van, fenomenológicamente, presentando en el escaso lóbulo frontal del emisor de cháchara es justo lo contrario de lo que un comunicador profesional hace o debe hacer; que es procesar el mensaje hasta darle forma e impacto. En publicidad es clave pero en materiales académicos o en simple periodismo también.