España dejará de ser el único de los grandes países europeos sin agencia espacial propia

Agencia Espacial Española nueva ley ciencia
Andrey Armyagov (Shutterstock)
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“El espacio está en todo”. Así de claro lo tiene Moisés Manuel Fernández, vicedecano del Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España (COIAE). Él lo asemeja a un teléfono móvil, cuya función principal era llamar pero esta ha pasado a un segundo plano, “ahora es un terminal de información, es muchísimo más”. “El espacio es un poco lo mismo. No es solo la luna, Marte o las estrellas. Es también lo cercano: satélites de observación de la Tierra que nos permiten tomar imágenes para comprobar el estado de las cosechas, el avance de plagas, la situación del terreno o la prevención de incendios”, explica. 

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Es por ello por lo que Fernández y el Colegio de Aeronáuticos tienen tan clara la necesidad de una Agencia Espacial Española. De hecho, España es el único país de los grandes europeos que no contaba con una propia. Hasta ahora. En la nueva ley de ciencia, presentada en Consejo de Ministros extraordinario el viernes 18 de febrero, se crea este organismo que se concretará en un año y estará adscrito al Ministerio de Ciencia e Innovación.

Esta agencia convivirá con la Agencia Espacial Europea (ESA). “Es algo así como ser un país pero también pertenecer a la Unión Europea”, explica Fernández. La mayor parte de los países de la UE que forman parte de la ESA también cuentan con su agencia espacial propia, como Alemania, Italia, Francia, Portugal, Bélgica o Grecia, entre otros. 

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La Agencia Espacial Española: vuelve a crearse tras existir en 1963

“El fomento, ejecución y desarrollo de la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación en el ámbito del espacio, la coordinación estatal e internacional de la política espacial española, con plena coordinación con la Agencia Espacial Europea y con las políticas y programas espaciales que se desarrollen a nivel de la Unión Europea”. Esas serán las funciones de la Agencia Espacial Española, según recoge el anteproyecto de la ley.

No será la primera vez que España cuente con una agencia espacial. Entre 1963 y 1986 existía la Comisión Nacional de Investigación del Espacio (CONIE), adscrita al Ministerio del Aire y gestionada por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA). Fue el segundo país de Europa, después de Francia, en tener una especie de agencia espacial.

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Tras su extinción sus funciones terminaron recayendo en el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI) –dependiente del Ministerio de Industria y actualmente del de Ciencia– y en los distintos ministerios que destinen fondos para proyectos específicos relativos al espacio. “Por ejemplo, Defensa para el control de frontera, así ahora todo eso se hace de manera, no descontrolada, pero sí descoordinada”, opina Fernández. 

Así, para el experto la creación de una nueva agencia espacial es “la oportunidad” para coordinar todos los recursos presupuestarios, y optimizarlos en un plan estratégico a nivel nacional y plurianual para potenciar la industria del sector, “que es mucho más potente de lo que nos imaginamos”. 

Según los últimos datos publicados por la Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (TEDAE), el sector espacial español facturó casi 965 millones de euros en 2020. No obstante, reclaman que la cuota de mercado público europeo se sitúa en el 6,7%, lo que consideran que está lejos del nivel que debería aportar España por PIB.

Fernandez recuerda que “una cosa es la creación de la agencia pero otra diferente será la redacción del estatuto” de la misma. En España ya existe el INTA, un Organismo Público de Investigación (OPI) del Ministerio de Defensa, especializado en la investigación y el desarrollo tecnológico en aeronáutica, espacio, hidrodinámica, seguridad y defensa. Además, participa en programas espaciales con la NASA y la ESA y colabora con empresas, universidades e instituciones.

Para el experto, el estatuto tiene que tener en cuenta los recursos económicos actualmente dispersos entre varios ministerios, los recursos materiales de instalaciones de investigación y desarrollo, “y el gran volumen de personal que ya hay en el INTA”, defiende el vicedecano de COIAE. Según el anteproyecto de ley, la creación de la Agencia Espacial Española se realizará sin aumento de gasto público.

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De proyectos potentes a oficinas que canalizan presupuestos: dos modelos de agencias espaciales

Según explica Stefano M. Fiorilli, jefe del departamento de Adquisiciones y Administración de la UE de la Agencia Espacial Europea (ESA), el modelo en Europa suele ser el de “una Agencia con un mandato estatutario y una estructura o administración propia, con un presupuesto propio, y puesta bajo la responsabilidad de un ministerio”.

Dentro de esta definición, el vicedecano del COIAE diferencia dos tipos de agencias. “En algunos países como Italia o Reino Unido funcionan más como una oficina que canaliza una serie de presupuestos y contribuye directamente a los programas de la Unión Europea”, comenta. “En definitiva, organiza las contribuciones de los distintos ministerios y hace la transmisión entre esa participación en la ESA y las distintas empresas o ministerios”, añade Fernández. 

Sin embargo, para Fernández, el modelo ideal sería el de países como Alemania o Francia, que asegura es “más integrador”, con agencias espaciales “mucho más potentes y con mayor participación y relación con la industria, la cual ayuda y coordina una visión más estratégica”. Según el experto, las agencias de esos países se caracterizan por desarrollar tecnología y productos propios. “Formar parte de la ESA no impide que se lleven a cabo programas estrictamente nacionales”, comenta. 

Los países con agencia espacial propia tienen más fuerza en la ESA 

Fiorilli explica a Newtral.es que “no hay diferencias fundamentales en la gobernanza entre un país miembro de la ESA que tenga su propia Agencia Espacial y uno que no la tenga”. Sin embargo, añade que “es un hecho que las Agencias Espaciales Nacionales suelen lograr llevar a cabo una coordinación más estructurada y esto a menudo da como resultado un posicionamiento más estructurado de los Estados miembros en temas como la armonización tecnológica y/o la política industrial”.

Según Fiorilli, la administración que representa a cada país en la ESA son las agencias espaciales nacionales. En caso de no existir, “esa responsabilidad se confía a los ministerios encargados del espacio”. En el caso de España, explica por su parte Fernández, muchas de estas acciones se coordinaban a través del CDTI.

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Así, el vicedecano cree que contar con una agencia a nivel nacional supone “tener una posición de más fuerza”. “No entra en ningún tipo de conflicto de participación española en la ESA. Al contrario, crear una agencia propia nos sitúa en una posición de mayor volumen y fuerza, a la hora de negociar los programas espaciales de la ESA es mucho mejor”, añade. 

Fernández recuerda que a finales de año se prevé lanzar la sonda Exomars para intentar llegar a Marte. “La gran mayoría de los representantes de los países que participan son de la agencia espacial estatal de cada país”, incide.

Para financiar estos proyectos y formar parte de ellos, los Estados miembros de la ESA participan en el costo de los programas y actividades de la ESA de acuerdo con una escala de contribución acordada entre ellos. Así, según explica Fiorilli, la ESA tiene “programas obligatorios en los que participa cada Estado miembro de acuerdo con su PIB y programas opcionales, en los que los Estados miembros pueden decidir participar y contribuir o no”.

“Si bien la ESA implementa programas decididos por los Estados miembros de acuerdo con una Política industrial europea que promueve la competitividad mundial de la industria europea en general, las agencias nacionales se centran más en las prioridades nacionales, tanto programática como industrialmente”, explica el jefe del departamento de Adquisiciones y Administración de la UE de la ESA.
Un ejemplo muy claro de participación de proyectos conjuntos, según Fernández, es la red de satélites sobre el clima, Meteosat, que da información a todos los países. Además, la agencia europea también participa en la cooperación internacional como la Estación Espacial Internacional.

Fiorilli asegura que una vez cada tres o cuatro años, los ministros europeos a cargo del espacio se reúnen y deciden sobre los principales programas que la ESA debe implementar. “En la última, que se celebró en Sevilla en noviembre de 2019, los ministros acordaron un presupuesto de 15.500 millones de euros para los próximos 3 años. La contribución de España fue de 249,5 millones de euros, lo que representa el 5,1%”, explican desde la ESA.

Fuentes

2 Comentarios

  • La sonda ExoMars se lanza este año en Septiembre. El señor Moisés Manuel Fernandez debe ponerse al día.

  • Pero van quitar entonces las estaciones a el antiguo INTA?
    Porque tenemos 3 estaciones de la red ESTRACK en España, Villafranca, Maspalomas y Cebreros, las cuales estan gestionadas por el INTA o IsDefe en su defecto, y deduzco que la nueva agencia pasaria a hacer su trabajo o queremos duplicarlo como pasa en España con todo lo publico a lo que se pueden meter los amigotes...