Rota, migración irregular y dependencia energética de Rusia: las novedades del acuerdo España-EEUU

Acuerdo España EEUU
Brais Lorenzo (EFE)
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28 de junio en La Moncloa. Son poco más de las cinco de la tarde cuando Pedro Sánchez comparece ante los periodistas junto a Joe Biden para dar cuenta del encuentro que han mantenido unas horas antes de que empiece la cumbre de la OTAN.  La satisfacción es doble, por la primera reunión formal con el presidente estadounidense -atrás quedaron los paseos- y por que Madrid sea sede de una cita histórica. En este contexto, justo después de dar las gracias al invitado y señalarlo como “socio estratégico”, Sánchez anuncia el acuerdo cerrado por España y EEUU en la reunión: “Estoy particularmente satisfecho de la nueva Declaración Conjunta”. 

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El último documento de este tipo se cerró en 21 años atrás y, en palabras de Sánchez, era necesario actualizarlo porque “es evidente que numerosas transformaciones en el orden internacional han afectado a las relaciones europeas y transatlánticas” y la cooperación hispano-estadounidense debía ajustarse a ello. Así, la visita de Biden y este nuevo acuerdo entre España y EEUU supone, en su opinión, un “hito importante en las relaciones bilaterales entre ambos países”. 

Los titulares de documento cerrado por Sánchez y Biden 

La Declaración Conjunta de España y Estados Unidos consta de 10 apartados en el que se desgranan una serie de intenciones y objetivos pero en el que, de la misma manera que el firmado en 2001, apenas se especifican medidas concretas.  

La más destacado es la que hace referencia a que ambos países “tienen la intención de ampliar su cooperación en materia de defensa mediante el estacionamiento permanente de buques de guerra estadounidenses adicionales en Rota”. Un enunciado que luego se ha terminado concretando en la incorporación de dos destructores adicionales encuadrada en la “centralidad” que el documento da a la OTAN como garante de “la paz y la seguridad transatlánticas”.

También hay una referencia a la “migración irregular en la región del Norte de África” para resaltar “la importancia de una cooperación permanente” que también señalan respecto a los países de América Latina y el Caribe.

El texto menciona hasta cinco veces a Rusia, país al que culpan de haber provocado una “guerra de elección, justificada y no provocada» y sobre el que Biden y Sánchez coinciden en que hay que “reducir la dependencia de los combustibles fósiles”. En línea con la hoja de ruta de la OTAN, en su acuerdo España y EEUU instan a China a “cumplir sus compromisos dentro del orden internacional basado en reglas”. 

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Otros de los aspectos novedosos que incorpora es la mención expresa a la defensa de los derechos de las personas LGBTQI+, la lucha contra la violencia de género y la concepción de la crisis climática como “uno de los grandes retos de nuestro tiempo”. 

Las diferencias con el acuerdo que España y EEUU cerraron en 2001 

El orden de los factores no altera el producto, tampoco en las declaraciones conjuntas de estos países. El penúltimo punto del documento de 2022 es el llamado a “reforzar la cooperación política”, aspecto que en la declaración conjunta de 2001 aparecía en primer lugar: “España y los EEUU se proponen institucionalizar consultas regulares entre los dos Gobiernos”, rezaba el texto. 

En él, la cooperación en Defensa se concretaba en el inicio de conversaciones para revisar el Convenio de Cooperación en este ámbito, la creación de un Comité Bilateral de Defensa de Alto Nivel y la colaboración para modernizar las instalaciones militares, incluidas las de Rota y Morón.

El pacto firmado por los equipos de José María Aznar y George W. Bush mencionaba, asimismo, áreas de cooperación que también se han reiterado en la versión de 2022, tales como la económica y financiera o la científica, industrial y tecnológica. 21 años después ambos países continúan su colaboración en materia antiterrorista y de seguridad. 

Las Cortes tendrán la última palabra 

Este acuerdo entre España y EEUU tiene que ser aprobado primero por el Consejo de Ministros y, después, en las Cortes. Y es que, al implicar una modificación del convenio de Defensa bilateral firmado en 1988, Congreso y Senado deberán dar su visto bueno al texto. 

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No es la primera vez. El Convenio de Cooperación para la Defensa ha sido modificado en tres ocasiones hasta la fecha. La última vez fue en 2015, con Mariano Rajoy en la Moncloa y Barack Obama en la Casa Blanca, y el cambio también se materializó en un aumento de tropas. En concreto, se autorizó que pudieran desplegarse de forma indefinida en la base de Morón una fuerza militar de respuesta de crisis formada por hasta 800 militares y 14 aeronaves

El PSOE, en manos del PP. A las pocas horas de conocerse el nuevo acuerdo entre España y EEUU, los socios de Unidas Podemos se mostraban en contra de aumentar los destructores en la base de Rota, si bien reconocían que aún no habían decidido su voto: “Significa más militares y destructores norteamericanos y una mayor dependencia y sumisión a EEUU», aseguraba el presidente su grupo parlamentario, Jaume Asens. 

Tampoco ha desvelado su voto el PP aunque su portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, ha asegurado que su partido “no fallará a los españoles en las cuestiones que tienen que ver con el marco de la defensa y la seguridad”. 

Fuentes
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