Sólo el aceite de oliva virgen se obtiene a partir del zumo de la aceituna y nada más. Esto es lo que hace a este tipo de grasa tan especial y saludable; pero, también, singular. La inmensa mayoría de aceites que se usan en el mundo requieren refinado de semilla y provienen de mezclas de distintos aceites con diferentes calidades, no de un fruto. Con todo, también hay aceites de oliva que se refinan e, incluso, que pueden ser adulterados. Y ahí es donde entra el conocido como aceite lampante, no apto para el consumo directo.
El aceite lampante es técnicamente aquel que, aunque sea de oliva virgen es “no apto para el consumo en la forma en que se obtiene, cuya acidez libre expresada en ácido oleico (no es que sepa ácido en boca) es superior a 3,3 gramos por 100 gramos”, según el Consejo Oleolícola Internacional. Además, y en general, aquel cuyas características organolépticas (sabor y olor) no cumplen unos mínimos en cata.
No es tóxico ni perjudicial per se, pero su sabor y características no cumplen con una norma de calidad, la COI/T.15/NC nº3. Se considera a veces ‘turbio’. De hecho, el nombre lampante proviene de lámpara, ya que antiguamente se empleaba como combustible, como el queroseno.
También hay una norma europea que determina qué es aceite lampante y qué no. O sea, qué se puede vender para su consumo directo y qué no, por considerarse ‘defectuoso’.
¿Para qué se usa el aceite lampante?
Según explica a Newtral.es el químico y tecnólogo de los alimentos Javier Sánchez Perona (IG-CSIC), el aceite lampante es la base sobre la que se fabrican aceites que se comercializan como ‘refinados’. Es decir, es perfectamente válido en la industria.
El aceite de oliva lampante “se refina para eliminar colores, aromas, sabores y texturas desagradables, así como para corregir la acidez. El resultado es el aceite de oliva refinado”. Aún así, incluso tras este proceso, tampoco puede comercializarse “y debe ser mezclado (lo que se llama ‘encabezado’) con aceite de oliva virgen en distintas proporciones”.
Aunque este proceso de encabezado a veces apenas supone añadir un pequeño porcentaje de aceite de oliva virgen (entre el 5% y el 20%), mejora el aroma y color. Desde la Interprofesional del Aceite de Oliva explican que “excepto el aceite de oliva virgen extra (AOVE) y virgen (AOV), que son puro zumo de aceituna y que se consumen directamente, el resto de aceites provenientes del olivar, aceite lampante y aceite de orujo crudo (procedente del alpeorujo u orujo graso húmedo) deben ser refinados”.
Tras mezclar el aceite lampante con una pequeña proporción de aceite de oliva virgen, surgen así los aceites comercializados como como aceite de oliva (a secas), aceite de oliva suave, aceite de oliva intenso, aceite de oliva 0.4, etc. Nunca podrán tener una acidez superior al 1%. Todos ellos tienen grandes diferencias con los de oliva virgen extra o oliva virgen ‘a secas’, tanto a nivel químico como nutricional.
¿Cuándo se considera un aceite de oliva adulterado?
En el momento en que se tratan de comercializar aceites lampantes refinados o mezclados como vírgenes se comete un fraude, potencialmente calificado como delito. Es lo ocurrido en el contexto de la operación ‘Omegabad’ de la Guardia Civil y los Carabinieri italianos este diciembre de 2023.
En ocasiones anteriores, se han inmovilizado lotes de supuestos aceites de oliva virgen o virgen extra que, en realidad, no cumplían con los mínimos exigibles; una vez más, por provenir de aceite de oliva lampante refinado y mezclado con AOV o, incluso, con aceites de otros vegetales.
El pasado mayo, lotes de 11 marcas de aceite que se vendían en mercadillos y gasolineras de Extremadura fueron intervenidas por la Junta tras detectarse que eran mayoritariamente aceites lampantes.
La administración recordó, entonces, que aunque no sean aptos para la comercialización, no suponen un riesgo para la salud. Algo muy distinto a lo ocurrido en 1981 con la adulteración de aceites de colza desnaturalizados (industriales), que provocó el síndrome tóxico en más de 20.000 personas.
Sánchez Perona recuerda que el refinado actual de aceites lampantes (incluso la adulteración que hemos visto este 2023) no tiene “nada que ver con aquello”, aunque “la colza se haya quedado con mala fama, siendo un aceite con una composición adecuada, bastante saludable aunque no comparable al AOVE”.
- Consejo Oleolíca Internacional
- Reglamento comunitario sobre características del aceite de oliva de 1991
- Javier Sánchez Perona (IG-CSIC)
Buenas tardes, disculpen mi atrevimiento por la consulta. En mi familia estamos consumiendo un aceite de oliva extra virgen y notamos que a las 3/4 horas de ingerirlo, lo repetimos varias veces, sentimos como que algo no está bien en el estómago.- Se del lampante, puede ser que se haya exedido?.
Les estaré muy agradecido si me orientan cual puede ser el motivo de este malestar.-
Reciban un cordial saludo.