Para abortar hay dos métodos: el instrumental (a veces denominado quirúrgico, aunque no requiere cirugía como tal) y el farmacológico (también llamado médico). A veces se combinan ambos métodos, principalmente cuando el farmacológico no ha sido efectivo al 100%, pero también se pueden administrar fármacos para facilitar el aborto instrumental, sobre todo más allá de la semana 14. Pero, ¿qué percepción de los métodos tienen quienes interrumpen su embarazo? ¿Qué método es el más empleado y por qué?
Según un informe que acaba de publicar la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI), las mujeres optaron por el método instrumental en un 85,7% de los casos frente al 14,2%, que eligieron farmacológico. Mientras el aborto instrumental consiste en “la evacuación por vía vaginal de la cavidad uterina, previa dilatación del cérvix” con instrumentos quirúrgicos, en el farmacológico se emplea uno o más medicamentos para expulsar el embrión. El primero suele durar unos minutos (aunque depende de la semana de gestación) mientras que en el segundo caso, la expulsión se realiza poco a poco durante unos días.
Los datos oficiales anuales que aporta el Ministerio de Sanidad no permiten saber con claridad qué método para abortar, si farmacológico o instrumental, se ha empleado en cada interrupción del embarazo llevada a cabo en España. Según el último informe de Sanidad (2020), se realizaron un total de 88.269 interrupciones del embarazo. Sin embargo, cuando desagregan los datos por tipo de método empleado, la suma resultante es de 97.094.
Los datos aparecen desagregados de la siguiente forma: dilatación y evacuación, dilatación y aspiración, mifepristona, prostaglandinas y otros métodos. En la explicación metodológica sobre la recogida de datos, Sanidad indica que estos “se codifican en tres grupos: método quirúrgico, método farmacológico y otros métodos”. No obstante, esta catalogación no coincide con la que aparece en el informe.
De hecho, como explica una revisión sistemática del aborto farmacológico publicada en Cochrane (2022), las hormonas mifepristona y prostaglandina se pueden usar combinadas. Esto podría explicar que el dato de abortos total según el método empleado no coincida con el número total de abortos practicados en 2020.
Abortar con método farmacológico o instrumental en función de las circunstancias personales
Según el informe elaborado por ACAI, las razones que dan las personas encuestadas que eligieron el aborto instrumental son principalmente rapidez y seguridad, es decir, que el proceso termine lo antes posible y sin vivenciarlo. Por otro lado, quienes eligieron abortar con método farmacológico refieren, sobre todo, “miedo a la intervención”.
El informe de ACAI, para el que han entrevistado a 1.536 mujeres que estaban como máximo en la novena semana de gestación, también señala que quienes eligieron el instrumental (y tuvieron que volver a abortar en otra ocasión) optaron por repetir la técnica (91%). El porcentaje es menor en el caso de quienes optaron por el farmacológico, ya que el 58,5% cambiaron al instrumental.
El documento también deja entrever una posible brecha de clase al apuntar que las mujeres que eligen abortar con el método farmacológico o médico podrían tener mejores condiciones vitales y laborales. Es decir, “un grado mayor de libertad para amoldar su tiempo a las circunstancias del proceso”, como expone el informe. “Las mujeres que optan por el método instrumental están condicionadas en mayor medida por horarios laborales menos flexibles y mediatizadas por una mayor presencia de hijos o personas dependientes a su cuidado que limitan sus circunstancias vitales y el uso de espacios comunes”, prosigue.
Esto es relevante, según explicaba la vicepresidenta de ACAI Eva Rodríguez en la presentación del informe, en tanto que “las circunstancias personales condicionan la decisión, por lo que se debe asegurar que la mujer pueda elegir en función de su situación personal”. “Con el farmacológico, el aborto se produce en casa, por lo que puede ser complicado mantener la intimidad y la privacidad si no se desea que los convivientes lo sepan”, apuntaba Rodríguez.
Sin embargo, Estefanny Molina, abogada senior de Women’s Link Worldwide especializada en el acceso a la interrupción del embarazo, explica en conversación con Newtral.es que “hay contextos en los que una mujer no puede salir de su casa, por ejemplo, víctimas de violencia de género”. “En este sentido, el uso de la telemedicina y el método farmacológico pueden ser no solo útiles, sino la única posibilidad”, añade Molina.
La efectividad y la satisfacción de cada método para interrumpir un embarazo
La última guía de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2022), Directrices sobre la atención para el aborto, señala que “el aborto médico [o farmacológico] ha revolucionado el acceso a la atención para el aborto de calidad en todo el mundo”. “Los medicamentos que se emplean para provocar el aborto pueden administrarse de forma segura y eficaz en un establecimiento de salud o autoadministrarse en otro lugar (por ejemplo, en el hogar) si se cuenta con una fuente de información precisa y con medicamentos de calidad garantizada”, apunta la guía de la OMS.
La abogada Estefanny Molina considera que “promover el aborto con el método farmacológico no debería significar que se deje de prestar el instrumental”: “Hay que reforzar el acceso a ambos y que se pueda elegir, en función de las condiciones personales, con garantías. La información no debería versar solo sobre que existen dos métodos, sino sobre los impactos en el cuerpo de uno y otro y de cómo se llevan a cabo para poder adaptarse a las necesidades de las mujeres”, añade.
En 2015, varios profesionales sanitarios (del ámbito de la ginecología y de la obstetricia, pero también de la medicina comunitaria) publicaron un paper en el que señalaban que “el aborto farmacológico es eficaz y seguro hasta las nueve semanas de gestación y, por ello, debería de ser ofrecido, como una opción válida, a todas las mujeres que consultan para interrumpir una gestación de menos de nueve semanas”.
Esta publicación científica especifica que las tasas de satisfacción con el aborto farmacológico rondan el 94%. Sin embargo, el informe de ACAI expone que el 85,5% de las usuarias que utilizaron el método instrumental le otorgan “una puntuación de 9 o 10” (máxima satisfacción), mientras que esa puntuación máxima en el caso del aborto farmacológico solo lo otorgan un 45% de las usuarias.
La revisión sistemática realizada por Cochrane pone de relieve que prácticamente todos los estudios que se realizan sobre abortar con método farmacológico o instrumental se realizan “en países de ingresos altos donde donde las mujeres pueden volver para una revisión”, por lo que concluyen que los resultados podrían ser diferentes si se tuviesen en cuenta las circunstancias de personas con condicionantes socioeconómicos de mayor vulnerabilidad.
- Percepción de las mujeres que han interrumpido su embarazo frente a las técnicas de IVE: instrumental y farmacológica (ACAI, 2022)
- Informe anual del Ministerio de Sanidad sobre interrupciones voluntarias del embarazo (2020)
- ¿Son eficaces los métodos médicos para la interrupción temprana del embarazo y causan efectos no deseados? (Cochrane, 2022)
- Directrices sobre la atención para el aborto (OMS, 2022)
- Aborto farmacológico en el primer trimestre de la gestación (Progresos de Obstetricia y Ginecología, 2015)
- Estefanny Molina, abogada senior de Women’s Link Worldwide
- Eva Rodríguez, vicepresidenta de ACAI